El estudio analizó el peso de la depresión y del estado cognitivo en la progresión del deterioro de las capacidades funcionales de un total de 517 pacientes diagnosticados de Alzheimer, a los que se realizó un seguimiento cada seis meses durante un periodo de 5 años y medio. Tal y como se esperaba, los resultados evidenciaron que las habilidades cognitivas estaban asociadas a la capacidad funcional de los pacientes, de tal manera que aquellos pacientes que presentaban inicialmente una peor capacidad cognitiva fueron los que manifestaron un deterioro en su autonomía más rápido.
No obstante, el diagnóstico de depresión también se asoció significativamente a una peor capacidad funcional en el estadio inicial de la enfermedad, así como a un deterioro funcional y cognitivo posterior mucho más acelerado.
Según los autores del estudio, los datos ponen de manifiesto la necesidad de evaluar la presencia de problemas de salud mental en todas las personas que padezcan demencia tipo Alzheimer, al ser un potente predictor de la progresión de la enfermedad física y de la calidad de vida.
Teniendo en cuenta que se estima que la mitad de los pacientes con enfermedad de Alzheimer presentan problemas de depresión, la investigación evidencia además la importancia de realizar un abordaje integral, que considere tanto los aspectos físicos como psicológicos, para el diseño de programas de intervención más ajustados a las necesidades de los pacientes.
Fuente: Journal of Alzheimer's Disease
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