Un trabajo de la Universidad de Córdoba ha estudiado cómo afecta el uso de las redes sociales en la autopercepción de la imagen corporal entre los jóvenes y su relación con los trastornos alimentarios.
En concreto, se ha estudiado la influencia de la publicidad de las redes sociales en la autoimagen de los jóvenes. Para ello, se exploró la frecuencia de videos publicitarios publicados en redes sociales como Twitter, Instagram, Youtube o Facebook; visibilizando la repercusión de estos productos audiovisuales en la vida diaria de sus usuarios. En cuestiones cualitativas, destaca el marcado estereotipo de belleza que se promueve, especialmente en el caso de las mujeres.
El estudio también implementó encuestas sobre autopercepción de la imagen corporal dirigidas a una muestra del alumnado de la Universidad de Córdoba con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, que evaluaron la influencia de las redes sociales.
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Además, asumiendo la conexión entre la baja autoestima con los desórdenes alimentarios que se derivan de querer cambiar la imagen mediante purgas y hábitos poco saludables, se consultó a un grupo de profesionales de la salud y de la enfermería sobre la actualidad de esos desórdenes. Este grupo advirtió sobre el aumento de estos trastornos de la alimentación y la gran influencia de las redes sociales en estos trastornos. Evaluaron la publicidad como un factor de riesgo con un valor de 4.60 puntos sobre una escala de 5.
Con todos estos datos, la investigación concluye que para la población joven, la influencia de la publicidad de las redes sociales sobre la autoimagen y la disminución de la autoestima, es mayor a medida que aumenta la frecuencia de conexión y el tiempo de exposición a redes sociales. En concreto, se ha visto que esta correlación se produce principalmente en las mujeres.
Según este trabajo, las mujeres encuestadas consideraban que la imagen femenina mostrada por la publicidad es extremadamente estereotipada e inclinada hacia una delgadez extrema. Sin embargo, a la hora de señalar cuál era su imagen deseada, su respuesta se acercaba bastante a esa imagen prototípica. Respecto a los hombres, se observó que también buscaban asemejarse más al cuerpo musculoso que se visualiza en la publicidad, sin embargo, su preocupación por llegar parecerse a ese estereotipo no era tan significativa. Una peor autoestima previa de las mujeres, parece ser la causa de estas diferencias entre géneros.
A la vista de los resultados, parece imprescindible la creación de programas educativos que fomenten una relación más saludable con la alimentación y que refuercen la autoestima (especialmente las mujeres), así como el control de los estereotipos de belleza que se muestran en la publicidad; todo ello con el objetivo de que las personas más jóvenes puedan disfrutar de las ventajas de las redes sociales sin que estas se conviertan en un factor de riesgo.
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lunes, 14 de enero de 2019
Las redes sociales son un factor de riesgo para la autoestima de los más jóvenes
Etiquetas:
Adolescencia,
Autoestima,
Psicología infantil,
Redes sociales
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