lunes, 26 de agosto de 2019

Buenas prácticas para la reincorporación al trabajo después del cáncer

La Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo (EU-OSHA), ha publicado el informe Rehabilitación y reincorporación al trabajo después del cáncer- Instrumentos y prácticas (Rehabilitation and return to work after cancer — instruments and practices). En el documento, la EU-OSHA analiza los retos en materia de seguridad y salud en el trabajo a los que se enfrentan las empresas y las personas afectadas cuando se reincorporan al trabajo tras un diagnóstico de cáncer y se proporcionan ejemplos de instrumentos y prácticas eficaces que pueden contribuir a prevenir los largos periodos de ausencia por enfermedad y el desempleo en este colectivo.
Según se especifica en el texto, sobrevivir a un cáncer puede limitar la capacidad de trabajo en muchos aspectos, en la medida que tanto el cáncer como el tratamiento suelen ir asociados a un conjunto de síntomas físicos, mentales y cognitivos que afectan a todas las esferas de la salud y el bienestar. Los supervivientes a un cáncer deben lidiar, además, con las dificultades que supone equilibrar la demanda de trabaja con las de su tratamiento, así como enfrentar las actitudes negativas de sus compañeros o empleadores ante su posible baja laboral.

Debido al creciente número de personas que padecen cáncer, existe una necesidad urgente de implementar intervenciones eficaces en el entorno laboral que permitan una adecuada y fácil reincorporación laboral en estos casos, puesto que estas intervenciones no sólo repercutirán positivamente en la persona afectada sino también en su rendimiento y capacidad laboral, mejorando la productividad de la empresa y reduciendo los días por incapacidad.

En el informe elaborado por la EU-OSHA se enumeran hasta un total de 78 ejemplos de buenas prácticas para la rehabilitación o apoyo de las personas supervivientes a un cáncer, entre las que se encuentran instrumentos, iniciativas, políticas e intervenciones para personas diagnosticadas de cáncer. Asimismo, se detallan siete ejemplos de buenas prácticas que se están implementando en países como Bélgica, Dinamarca, Irlanda, los Países Bajos y Reino Unido, y que ponen en evidencia la importancia de trabajar de manera coordinada con todas partes interesadas, incluidos los propios trabajadores y sus familias, los gerentes de las empresas, los profesiones sanitarios y los expertos en rehabilitación ocupacional, así como la necesidad de intervenir de manera temprana.

Según concluyen los expertos, existen determinados factores que garantizan una intervención exitosa en este campo, como disponer de una legislación de apoyo a la rehabilitación y reincorporación laboral, la buena comunicación entre las partes interesadas, el conocimiento de los procesos de rehabilitación y reincorporación al trabajo y el cáncer y la actitud de apoyo hacia los trabajadores que regresan al trabajo después de una enfermedad grave. Por el contrario, la falta de claridad sobre quién es el responsable de apoyar a los trabajadores en su reincorporación al trabajo, el estigma cultural de un diagnóstico de cáncer, cuestiones relacionadas con la divulgación y privacidad del trabajador, la falta de participación de expertos y la incapacidad de proporcionar adaptaciones laborales suponen importantes barreras para una intervención en esta línea.

En definitiva, mediante este informe, la EU-OSHA pretende facilitar la difusión de buenas prácticas y protocolos de actuación en todas las empresas y organizaciones interesadas, con el fin alcanzar la reincorporación exitosa de los empleados supervivientes a un cáncer.

Se puede acceder al documento en el siguiente enlace:

FUENTE: INFOCOP

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