Núria Anglès-Virgili1 y Roser Vendrell-Mañós2
1Instituto Madrileño de Análisis Bioenergético en Madrid
2Universidad de Salamanca
Actualmente, la depresión es la primera causa de discapacidad en el mundo, afectando a más de 300 millones de seres humanos, y, en España, el tercer motivo de consulta en atención primaria.
Los medicamentos antidepresivos (principalmente inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, ISRS) se han convertido en el tratamiento de primera línea de la depresión en nuestro país. Sin embargo, en los últimos años, varios autores discuten la eficiencia de los ISRS frente al tratamiento psicológico e incluso a los placebos. Por ejemplo, se encontró que los ISRS resultan superiores al placebo en las depresiones más graves, pero no en depresiones con severidad leve o moderada. Otros autores han dirigido el foco de atención sobre múltiples efectos no deseados de los ISRS (disfunciones sexuales, ganancia de peso, trastornos gastrointestinales, trastornos del sueño, e incluso aumento transitorio de las ideaciones suicidas), y han sugerido la necesidad de revisar los patrones de prescripción actuales.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional de Salud del Reino Unido (NICE) o el Colegio de Médicos de los Estados Unidos (ACP) han formulado sendas recomendaciones a favor de las psicoterapias basadas en evidencia como tratamiento de primera línea en depresión leve y moderada, y también en la depresión severa durante el embarazo y el post-parto. Además, recomiendan tener en consideración las preferencias de tratamiento de los pacientes, con el fin de mejorar la adherencia al tratamiento, directamente relacionada con su éxito . En palabras de la OMS “los profesionales sanitarios deben tener presentes los posibles efectos adversos de los antidepresivos, las posibilidades de llevar a cabo uno u otro tipo de intervención y las preferencias individuales".
La preferencia mayoritaria entre los pacientes es a favor de la psicoterapia frente a los antidepresivos. Esa preferencia es más alta a más información sobre los efectos de los tratamientos, y también entre las mujeres y los jóvenes.
Es decir, la prescripción de ISRS como primera línea de acción en depresión resulta inconsistente con la evidencia disponible, tanto sobre eficacia clínica de los ISRS como sobre atención a las preferencias de los pacientes.
Este aspecto nos parece clave, porque las preferencias dependen del acceso a de información sobre los efectos terapéuticos y adversos de las diferentes opciones de tratamiento. Algunos estudios han encontrado mayor preferencia por la psicoterapia frente al uso de antidepresivos proporcionalmente a la disponibilidad de información sobre los efectos adversos a corto, largo y medio plazo de los tratamientos.
En España, sin embargo, se desconocen las preferencias de la población a este respecto. En un estudio reciente se evaluaron dichas preferencias y el impacto del acceso a información. Los resultados indicaron una clara preferencia por el tratamiento psicológico frente al farmacológico en todos los grupos, especialmente en mujeres, en jóvenes, y en personas con mayor nivel educativo.
Una conclusión global que se desprende de este estudio es la importancia para la salud de disponer de una información contrastada y actualizada sobre los efectos terapéuticos y adversos de las diferentes vías de intervención, y de la educación en general. A la vez, este efecto de la información es un ejemplo de la necesidad de desarrollar intervenciones sobre los determinantes sociales de la salud, que permitan actuar sobre las condiciones en las que aparecen los problemas de salud, y no solo abordar los problemas una vez que se consolidan.
Otra consecuencia muy concreta del estudio es que, para atender las preferencias expresadas por la población y tratar la depresión con eficiencia, es imprescindible cambiar el foco del gasto farmacéutico en ISRS al aumento de la dotación de psicólogos en la sanidad pública.
El artículo completo puede encontrarse en la revista Apuntes de Psicología:
Peral, B., y Ruisoto, P. (2018). Análisis del efecto de la exposición a información, del sexo y de la edad sobre las preferencias de tratamiento en depresión leve a moderada. Apuntes de Psicología, 36, 1-2, 85-92.
FUENTE: INFOCOP