La crisis sanitaria y económica generada por la COVID19 ha puesto en evidencia, entre otras cuestiones, la falta de concienciación de los líderes políticos y responsables sanitarios sobre las necesidades y vulnerabilidad de los niños y niñas europeos. Así, lo recoge el Informe “Creciendo en el confinamiento: los niños europeos en la era COVID-19” en el que se han evaluado las medidas adoptadas por 25 países europeos en relación con la infancia durante los últimos meses.
La desigualdad social reflejada en el aumento de la pobreza infantil o el cierre de los centros escolares y la existencia de una enorme brecha digital y educativa ha afectado de manera notable a la salud física y mental de la infancia. El informe, elaborado por Eurochild, una red de asociaciones vinculadas con la infancia, denuncia sobre todo la ausencia de medidas legislativas para abordar estos problemas (pobreza infantil y desigualdad educativa) que van a determinar las oportunidades de desarrollo de las generaciones futuras.
Tras el análisis de los 25 países incluidos en el informe, el texto concluye que la mayoría de los países no han otorgado la suficiente prioridad a la eliminación de la pobreza infantil en sus políticas legislativas y los pocos países que poseen estrategias nacionales en esta dirección han demostrado poca efectividad en la aplicación de dichas medidas, por lo que el panorama europeo es muy deficitario para garantizar la adecuada protección de la infancia en el contexto actual.
En lo que respecta al análisis de España, el informe muestra que se trata de uno de los países europeos que menos ha invertido en protección frente a la pobreza infantil y que cuenta con un sistema de protección social muy débil, de forma que el 30,3% de los niños de nuestro país tienen un riesgo elevado de pobreza y exclusión social. La brecha educativa también es un obstáculo en España, puesto que el 44% de las familias con salarios por debajo de los 900 euros mensuales no tiene un ordenador en casa y el 32% no dispone de conexión a Internet.
Por este motivo, los autores del Informe reclaman medidas urgentes para proteger a los niños y niñas europeos, entre las que se encuentran las siguientes recomendaciones:
- Establecer objetivos nacionales dirigidos a eliminar la pobreza infantil y situar a la infancia en el centro de los planes de recuperación.
- Asegurar la Garantía Infantil Europea.
- Desarrollar un enfoque multidimensional en el abordaje de la pobreza infantil
- Mantener, fortalecer y ampliar los recursos e inversión en relación con las reformas de desinstitucionalización.
- Establecer medidas eficaces para que los fondos de financiación de la UE lleguen a los menores en situación de riesgo.
- Reconocer el derecho a la plena participación de los niños en los procesos de decisión sobre sus derechos.
FUENTE: INFOCOP
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