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La Organización Mundial de la Salud informa que el tabaquismo es la principal causa prevenible de morbimortalidad en los países desarrollados y una de las mayores amenazas para la salud pública. En los últimos años, ha habido un creciente interés por la comprensión de esta dependencia y la búsqueda de tratamientos eficaces, para contribuir a su control y erradicación. Las guías de práctica clínica informan de los tratamientos que han demostrado eficacia, entre ellos la terapia psicológica cognitivo-conductual (TCC) grupal o individual (solas o combinadas con fármacos). No obstante, dicha eficacia disminuye drásticamente en los seguimientos. En el caso del tratamiento único con TCC, tras un año el éxito va del 30% al 54%; en el tratamiento combinado TCC con farmacológico, en el mejor de los casos, es del 37.2% y en ausencia de tratamiento es del 1.4%. |
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Los diferentes estudios realizados ponen de manifiesto que tal vez el éxito relativo de los diferentes tratamientos resida en la diversidad de variables que potencialmente pueden actuar como predictoras de éxito en el tratamiento del tabaquismo. En ese sentido, las variables que han sido estudiadas tanto en fumadores que logran la abstinencia como en los que no, son de tipo sociodemográficas (sexo, nivel socioeconómico y educativo) y/o variables relativas a la historia de tabaquismo (edad de inicio al hábito de fumar, dependencia a la nicotina, años que llevan fumando, vivir con fumadores…). Sin embargo, los estudios muestran resultados contradictorios. El presente estudio tiene como objetivo fundamental conocer el perfil del fumador que podría en mayor medida beneficiarse de una intervención TCC. De esta manera, una evaluación previa que tuviera en cuenta dichas variables permitiría seleccionar los fumadores que más se pueden beneficiar de este tipo de tratamiento. La muestra está compuesta por 120 fumadores (71.7% mujeres), todos ellos mayores de 18 años y con una media de edad de 38.92 años (SD = 9.79) que habían acudido de forma voluntaria a consulta en demanda de un tratamiento psicológico para dejar de fumar en un hospital público del Sistema Nacional de Salud. La TCC implementada es un programa compuesto por 6 sesiones individuales (una sesión semanal de 30 minutos de duración con seguimientos de un año) que incorporan diferentes componentes (psicoeducación, reestructuración cognitiva, solución de problemas, relajación y apoyo social) alrededor de una estrategia básica de abandono como es la reducción progresiva de la cantidad de nicotina y alquitrán. Se realiza una primera evaluación mediante una entrevista semiestructurada (datos sociodemográficos e información sobre la conducta de fumar del sujeto) y los cuestionarios (Dependencia de la Nicotina, motivación, ansiedad, depresión y de expresión de la ira). Mediante el uso de árboles de clasificación (análisis de patrones de respuesta), se han relacionado las variables de tipo emocionales, sociodemográficas, y la historia de tabaquismo, con la adherencia al programa de tratamiento y su éxito. Al analizar los árboles de clasificación resultantes, se observa que la probabilidad de adherencia aumenta del 55% al 71.7% cuando la ansiedad de los participantes en contextos de evaluación es alta. La probabilidad de adherencia aumenta al 100% si hay consumo de alcohol, alta ansiedad fisiológica y alta motivación, antes de iniciar el tratamiento. Por otro lado, la probabilidad de no adherencia al programa aumenta del 45% al 86.5% cuando la ansiedad de los pacientes en contextos de evaluación es baja y son elevadas la ansiedad motora, la ansiedad en las situaciones de interacción social y la ira interna. Respecto al éxito del programa, el género de los participantes aporta el mayor peso predictivo. Así, partiendo de un éxito del programa del 50.8% en la muestra total, la probabilidad desciende al 26.5% en el caso de los hombres y aumenta al 60.5% si el paciente es mujer. En el caso de los hombres, el éxito del programa se relaciona principalmente con la respuesta emocional de ira: altas puntuaciones en expresión de ira, y bajas en ira externa, modifican la probabilidad de éxito inicial de 26.5 % al 85.7%. Por otra parte, en las mujeres, la probabilidad de éxito del programa aumenta del 60.5% al 89.7% cuando disminuye la edad del primer cigarrillo, su ira y la dependencia de la nicotina. Finalmente, la adherencia al tratamiento ya implica alta probabilidad de éxito (86.4%), aumentando hasta el 95.6% cuando los participantes presentan altos niveles de ira externa. Además, la adherencia al tratamiento es completa (100%) cuando la ansiedad en contexto de evaluación, la ansiedad fisiológica y la motivación son altas. Estos resultados ofrecen una visión única de cómo los predictores de abandono del tabaquismo se cruzan para crear un perfil de paciente y tienen potencial para informar de un tratamiento u otro a medida, mejorando con ello los resultados. Esto permitiría afinar los protocolos de evaluación, previa intervención, para seleccionar e identificar a los pacientes más adecuados para los tratamientos que tenemos y obtener así, finalmente, resultados más exitosos. El artículo completo puede encontrarse en Clínica y Salud: Pérez-Pareja, F. J., García-Pazo, P., Jiménez, R., Escalas, T., & Gervilla, E. (2020). Dejar de fumar, terapia cognitivo-conductual y perfiles diferenciales con árboles de decisión. Clínica y Salud, 31(3), 137-145.. | ||||
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