La violencia y el acoso escolares ocurren en todos los países, afectan a un número significativo de niños, niñas y jóvenes, perjudican la salud y el bienestar y socavan el aprendizaje. Sin embargo, sabemos muy poco sobre la magnitud y la naturaleza de la violencia y el acoso que sufren los niños y jóvenes con discapacidad en los entornos educativos, ya que las encuestas globales no recogen datos específicos sobre estos alumnos. Así lo afirma la UNESCO, en un nuevo informe a través del cual recoge, por primera vez, datos sobre la magnitud y la naturaleza de la violencia y el acoso que afectan a los alumnos y alumnas con discapacidad en los entornos educativos. Su objetivo es sensibilizar sobre este problema y fomentar la adopción de medidas para garantizar que los niños, niñas y jóvenes con discapacidad puedan disfrutar de un entorno de aprendizaje seguro. El documento va dirigido principalmente a los responsables de la formulación y la planificación de políticas educativas y a los equipos de administración y dirección de los centros educativos, el profesorado y demás miembros del personal escolar. | | Foto: RODNAE productions Fuente: pexels Fecha descarga: 10/11/2021 |
|
|
Asimismo, la UNESCO espera que pueda ser de utilidad para todas aquellas personas y entidades interesadas en prevenir y abordar la violencia y el acoso que afectan a los alumnos y alumnas con discapacidad, e impulse nuevas investigaciones para mejorar la comprensión del problema y generar información sobre intervenciones eficaces. A continuación, presentamos las principales conclusiones del informe: La discapacidad es un importante factor de riesgo de acoso escolar. Los niños y niñas con discapacidad tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de ser víctimas de cualquier tipo de violencia que los demás niños y niñas, en todos los entornos en los que se desenvuelven. El riesgo es mayor entre los alumnos y las alumnas con discapacidad emocional, intelectual y de comunicación, y entre aquellos/as con discapacidades múltiples. Este fenómeno se observa en la enseñanza preescolar, primaria, secundaria y superior, pero, en general, el riesgo parece ser mayor entre los 13 y los 15 años, durante la transición de los últimos años de la infancia a los primeros años de la adolescencia. Los/as alumnos/as con discapacidad (especialmente, aquellos/as con discapacidad intelectual, con dificultades de aprendizaje, trastorno por déficit de atención con hiperactividad o trastorno del espectro del autismo), parecen ser más vulnerables al ciberacoso. Se estima que algunos niños, niñas y jóvenes con discapacidad podrían no reconocer la violencia y el acoso como maltrato, lo que, a juicio de los autores del informe, podría provocar que los datos actuales sobre la prevalencia de este problema lo subestimen en realidad. Los alumnos y alumnas con discapacidad presentan más probabilidades que el resto del alumnado de ser tanto perpetradores como víctimas de acoso. Según la UNESCO, la violencia y el acoso perpetrados por estudiantes con discapacidad podría deberse a una falta de habilidades sociales o darse en respuesta a la victimización prolongada. Los datos indican tasas más elevadas de violencia física (castigo corporal) al alumnado con discapacidad por parte de los docentes, que a los/as alumnos/as sin discapacidad. También tienen más probabilidades de sufrir violencia psicológica y de ser encerrados o sometidos a medidas de contención física (sobre todo aquellos y aquellas con discapacidad emocional e intelectual). El informe apunta a la escasa paciencia, falta de comprensión y actitudes negativas con respecto a la discapacidad como factores relacionados con la violencia por parte del profesorado. El acoso puede darse tanto en escuelas ordinarias como especiales. Las cifras señalan, además, que los niños, las niñas y los/as jóvenes con discapacidad en entornos institucionales e internados son más vulnerables a la violencia por parte de los/as docentes, del resto del personal escolar y de otro alumnado. De igual modo, en función del contexto del país, el riesgo de acoso puede ser mayor en las escuelas rurales. El género influye en el tipo de acoso sufrido: los niños tienden a ser acosadores físicos, mientras que las niñas son más propensas a participar en formas más sutiles o indirectas de acoso, como el acoso emocional y social y la exclusión. Las cifras señalan que la probabilidad de sufrir violencia sexual en mayor entre los niños, las niñas y jóvenes con discapacidad, en comparación con aquellos/as sin discapacidad. Asimismo, fuera del contexto educativo, las mujeres y los hombres jóvenes con discapacidad presentan más probabilidades de sufrir violencia en las relaciones amorosas de pareja. La pobreza puede incrementar la vulnerabilidad de y las menores con discapacidad al acoso por parte de sus compañeros/as. El impacto del acoso y la violencia sobre el bienestar y la salud mental es mayor entre el alumnado con discapacidad. Diversos estudios evidencian este grave problema, asociado con la falta de amigos/as y el aislamiento social, puede derivar en elevadas tasas de depresión, ansiedad, ira y pensamientos suicidas. En la misma línea, se ha observado cómo influye en el acceso de los niños y niñas con discapacidad a la educación y a su participación en ella, así como sus logros y sus perspectivas de futuro.
Dado lo anterior, la UNESCO considera prioritario prevenir y abordar la violencia y el acoso en el ámbito escolar, garantizando un enfoque educativo integral que incorpore los principios de la educación inclusiva y tenga en cuenta las necesidades de estos niños y niñas, y que priorice una serie de cuestiones clave, tales como, la implementación de leyes y políticas que protejan los derechos de los niños y las niñas con discapacidad y prohíban la violencia contra ellos, la creación de entornos escolares seguros e inclusivos, la adopción de un plan de estudios, un aprendizaje y una enseñanza inclusivos que promuevan valores, el apoyo y formación en competencias al personal docente, el fomento de un ambiente de seguridad física y psicológica en la escuela y el aula, o la participación de los/as alumnos con discapacidad en los programas de prevención de la violencia y el acoso, entre otras. Se puede acceder al informe desde la página Web de la UNESCO, o bien directamente a través del siguiente enlace: Violencia y acoso en entornos educativos La experiencia de niños, niñas y jóvenes con discapacidad |