La inteligencia artificial está revolucionando el ámbito de la atención sanitaria a nivel mundial. No obstante, se precisa el establecimiento de una normativa ética que guíe el uso de este tipo de tecnología. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado la guía Ethics and gobernance of artificial intelligence for health (Ética y dirección de la inteligencia artificial para la salud). «Como toda nueva tecnología, la inteligencia artificial tiene un enorme potencial para mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo, pero como toda tecnología, también puede ser mal utilizada y causar daños», ha advertido el director de la OMS en un comunicado. | |
En el informe, la OMS establece seis principios rectores para el desarrollo y utilización de dispositivos de inteligencia artificial en el ámbito de la salud: - Proteger la autonomía humana: aunque se haga uso de inteligencia artificial, los seres humanos deben seguir manteniendo el control de los sistemas de atención sanitaria y de las decisiones médicas, al mismo tiempo que proteger la privacidad y la confidencialidad, que pueden verse amenazadas por el uso de este tipo de tecnología.
- Promover el bienestar y la seguridad humanos y el interés público. Los diseñadores de inteligencia artificial deben satisfacer los requisitos reglamentarios de seguridad, precisión y eficacia para el uso de la inteligencia artificial, así como establecer indicaciones bien definidas.
- Garantizar la transparencia, la accesibilidad y la inteligibilidad. Se debe ofrecer información clara, suficiente y fácilmente accesible a los usuarios para el diseño o implementación de una tecnología de inteligencia artificial.
- Fomentar la responsabilidad de su uso. El uso de inteligencia artificial debe ceñirse a las condiciones acordadas por las partes y debe realizarse por personas debidamente capacitadas.
- Garantizar la inclusión y la equidad. La inteligencia artificial para la atención sanitaria debe diseñarse para fomentar el uso y el acceso equitativo de la forma más amplia posible, en la línea de asegurar el acceso universal a la salud.
- Promover una inteligencia artificial receptiva y sostenible. Los diseñadores, desarrolladores y usuarios deben evaluar de forma continua y transparente las aplicaciones de inteligencia artificial durante el uso real para determinar si la tecnología responde de manera adecuada y apropiada a las expectativas y los requisitos.
Se trata de la primera guía que se publica en esta materia, de forma que sirve como documento base para el desarrollo responsable de esta tecnología. Tal y como subraya la OMS, es fundamental que tanto el diseño como el desarrollo e implementación de este tipo de tecnología se fundamente en el respeto a los derechos humanos fundamentales y de unos principios éticos. Se puede descargar el informe en el siguiente enlace: Ethics and gobernance of artificial intelligence for health |