lunes, 17 de julio de 2023

La violencia de género, muy presente en las relaciones entre adolescentes. Informe Rompiendo moldes

 

Las violencias machistas son una realidad en la población adolescente y joven, y además son violencias que aún están poco identificadas y visibilizadas desde el mundo adulto. Más allá de las agresiones físicas y de las formas explícitas con las que se identifican comúnmente, estas violencias se presentan en muchos casos de forma menos visible y más sutil: por ejemplo, en los procesos de construcción identitaria, en la socialización de género, en la negociación de las relaciones sexoafectivas”… Así comienza el informe que lleva por título Rompiendo moldes: construir vidas sin violencias machistas, elaborado por por el Centre Jove d’Atenció a les Sexualistats y Oxfam Internacional y que tiene por objetivo visibilizar las expresiones de machismo que perpetúan y reproducen las violencias machistas entre los jóvenes.

 

 

 

Para la realización del informe se ha llevado a cabo un estudio con más de 1.500 adolescentes y jóvenes entre 15 y 25 años, así como profesionales de 4 comunidades autónomas, mediante encuestas online, grupos focales y entrevistas individuales.

Tal y como se detalla en el documento, los principales resultados de la investigación son los siguientes:

  • Si bien es cierto que los adolescentes tienen cierto grado de conocimiento sobre la violencia machista y cuestionan los mandatos de género y los mitos del amor romántico, siguen presentando conductas violentas en sus relaciones. Según subrayan los autores, a este respecto hacen falta referentes positivos de relaciones sanas a través de los cuales adolescentes y jóvenes puedan identificarse”.
  • Entre los imaginarios sociales que perpetúan la violencia machista entre los jóvenes se identifica la invulnerabilidad emocional, el deseo heterosexual incontrolable y la actitud dominante como un rasgo atractivo en los chicos. Por su parte, hacia las chicas se preserva el mandato de complacer a las demás personas y el de la sumisión.
  • En lo que respecta a las relaciones de pareja, la población adolescente reconoce que el control a través de los dispositivos móviles o los celos son prácticas nocivas, pero, no obstante, afirman que están presentes muy frecuentemente en sus relaciones. Asimismo, otras conductas violentas ni siquiera son rechazadas, sino que se encuentran normalizadas y ocultas, como la falta de comunicación y consenso en las relaciones sexuales, es decir, el sexo sin consentimiento, la culpabilización de la mujer cuando se comparte contenido sexual sin su consentimiento y exculpación del joven que realiza la acción.
  • Los postulados feministas son aceptados en mayor porcentaje en el grupo de chicas que en el de chicos. Desde esta perspectiva, las jóvenes reclaman una educación sexual transversal para abordar aspectos como la comunicación en las relaciones sexuales y la gestión emocional. En esta línea, los autores del estudio señalan que esta educación debe ir más allá del modelo tradicional basado en las relaciones heterosexuales y en la prevención de riesgos. Se deben aplicar programas en educación sexoafectiva con perspectiva feminista que contribuyan a sensibilizar y prevenir sobre las violencias machistas e intensificar el trabajo con y sobre las masculinidades, promoviendo modelos de relaciones sexoafectivas sanas y referentes positivos.

Se puede acceder al informe en el siguiente enlace:

Rompiendo moldes: construir vidas sin violencias machistas