Cuidar a una persona dependiente, implica, en muchas ocasiones, que la persona cuidadora invierta una parte muy importante de su tiempo en ello. Supone tareas que se desempeñan mañana, tarde y noche, y en más de un 70% de los casos, son cuidadores/as permanentes. Cuando la persona dedica tal cantidad de tiempo a desempeñar esta labor, se predice que su tiempo de ocio, así como otros factores se verán considerablemente afectados. Así lo advierte el Grupo de Apoyo Psicológico de Parcemasa (Parque Cementerio de Málaga) en una guía desarrollada con el propósito de ayudar a personas que son o han sido cuidadores/as de una persona y se enfrentan a un momento tan duro y delicado cómo es la pérdida de ese ser querido. Tal y como señalan sus autores, no se trata de una guía de actuación, sino una breve revisión de la situación actual de los cuidadores, así como pautas y recomendaciones para poder llevar un duelo sano de la mejor forma posible. |
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Para ello, a lo largo de sus páginas aborda en detalle diversos aspectos, entre ellos, los riesgos que enfrentan los cuidadores y las cuidadoras, qué sucede cuando la persona cuidada fallece, cómo retomar su vida tras años siendo cuidadoras/es o cómo comunicar malas noticias a enfermos/as de deterioro cognitivo. Asimismo, dada la importancia de las redes de apoyo social en el procesamiento del duelo, y de realizar actividades que pueden suscitar interés al o la doliente, alternándolas con las propias actividades cotidianas y las tareas asociadas al duelo, el documento incluye un apartado donde recoge una serie de recursos dirigidos a todo tipo de población. Se puede acceder a la guía directamente a través del siguiente enlace: Cuidadoras y cuidadores: una guía orientativa para afrontar el duelo |