El alcohol daña al feto en cualquier estadio del embarazo, incluso antes de que la madre sepa que está embarazada. El consumo de alcohol durante la gestación puede producir en el bebé un espectro de problemas físicos, mentales, del comportamiento y dificultades en el aprendizaje, englobados bajo el término Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), que tienen consecuencias a lo largo de toda su vida. Existen también otras consecuencias en la salud neonatal relacionadas con el consumo de alcohol durante la gestación como son el trastorno del neurodesarrollo, las malformaciones congénitas y el trastorno neuroconductual asociado a la exposición prenatal al alcohol, además del aumento del riesgo de aborto espontáneo, de muerte fetal y del parto prematuro. La consecuencia más severa de la exposición prenatal al alcohol es el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), caracterizado por la aparición de problemas neurológicos, retraso en el desarrollo y dismorfias craneofaciales y constituye la primera causa prevenible de los defectos de nacimiento no genéticos, dado que es totalmente evitable si no se consume alcohol durante la gestación. |
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Así lo advierte la Guía de Intervención Breve para el abordaje del consumo de alcohol en mujeres preconcepcionales, gestantes y madres lactantes, llevada a cabo por el Servicio de Coordinación Técnica de Atención a las Drogodependencias de Canarias y editada por la Consejería de Sanidad del Gobierno canario, un documento basado en las últimas evidencias científicas disponibles, a través del cual se pretende aportar a los y las profesionales de la salud a un instrumento actualizado y de calidad que les permita el adecuado abordaje clínico del consumo de alcohol en esta población, ofreciendo herramientas para lograr una comunicación adecuada entre las mujeres, familias, y el personal que les asiste para alcanzar una relación de confianza mutua. Tal y como señalan sus autores, el consumo de alcohol en las mujeres está invisibilizado con frecuencia, un hecho que, ligado a las desigualdades de género, conlleva que se infraestime la prevalencia y gravedad del problema, dificultando su detección precoz por parte del personal sanitario. A este respecto, consideran fundamental el enfoque de género, así como concienciar, sensibilizar y formar en esta perspectiva a todo el personal de salud que atiende a la población, con el fin de poder dar una respuesta eficaz y de calidad a las necesidades de salud específicas que presentan mujeres y familias en esos momentos de suma trascendencia y especial vulnerabilidad (períodos de la gestación, el puerperio y la lactancia materna). En este sentido, el documento pone de relieve la importancia de facilitar la prestación de una adecuada atención sanitaria en la preparación maternal y paternal, desde la promoción de la salud, el bienestar y los estilos de vida saludables, con un enfoque biopsicosocial. A este respecto subraya la necesidad de una intervención desde el ámbito asistencial para identificar un problema de consumo de alcohol real o potencial y motivar a la mujer y a su entorno para que alcance la abstinencia. Según plantea, dicha intervención debe ser limitada en el tiempo, de duración muy inferior a la de un tratamiento específico, que puede ser realizada por profesionales sanitarios de distintas disciplinas, como matronas, enfermeros, médicos, psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales y que sea apoyada por su entorno familiar o social tras un breve entrenamiento. El objetivo general es establecer estándares de atención para la detección, registro y asesoramiento del consumo de alcohol en mujeres en edad fértil. Se puede acceder al documento desde la página del Servicio Canario de la Salud o bien directamente aquí: |
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