Así lo afirma la Asociación Americana de Psicología (APA-American Psychological Association) en un artículo publicado en su revista Monitor on Psychology, a través del cual aborda el rol fundamental que pueden desempeñar los y las profesionales de la Psicología para ayudar a niños/as y adolescentes a fomentar el pensamiento crítico y desarrollar habilidades de alfabetización digital así como de alfabetización mediática, para poder identificar la información errónea que se publica en redes sociales.
Tal y como señala la APA, las acciones orientadas a mejorar la alfabetización digital y mediática entre los y las jóvenes “ayudarán a proteger a la próxima generación de la propagación de información falsa online y guiarán a los/as jóvenes sobre cómo usar las redes sociales de manera segura”.
Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 01/10/24
De acuerdo con la Asociación, las personas de todas las edades son susceptibles a la desinformación, pero los/as jóvenes, que pasan un promedio de 4 a 6 horas al día online, necesitan más ayuda. Según diversos estudios, el 84% de los/as jóvenes no están seguros de poder distinguir qué hechos son reales y cuáles son ficticios en las redes sociales y el 82% del alumnado de secundaria no puede distinguir entre una noticia online y un anuncio.
Estos datos ponen de relieve el hecho de que “cada vez más, a medida que las aplicaciones preferidas de los/as jóvenes son TikTok y YouTube, es más evidente que contar con información de calidad es tan crucial para la comprensión cívica, como lo son el aire y el agua limpios para la salud cívica”.
A este respecto, en los últimos años se están desarrollando programas cuyo objetivo es enseñar a los/as estudiantes a localizar y evaluar la fuente de información online y pensar de forma crítica en el modo en que la IA generativa (un tipo de sistema de inteligencia artificial capaz de generar texto, imágenes u otros medios en respuesta a comandos) produce contenido. Asimismo, se pretende formar al alumnado en ciudadanía digital, que implica interactuar respetuosamente online con otras personas.
La APA recomienda una formación en alfabetización mediática con información psicológica para los/as jóvenes
Los y las profesionales de la Psicología se consideran una parte clave en estos esfuerzos. En este sentido, la APA hace mención de su “Advertencia sanitaria sobre el uso de las redes sociales en la adolescencia” publicada en 2023, a través de la cual recomienda una formación en alfabetización mediática con información psicológica para los/as jóvenes.
En la misma línea, destaca la necesidad de investigación continua sobre qué es lo que funciona, así como una fuerte colaboración con profesionales de los medios de comunicación, de la Educación y con responsables de políticas, para poner rápidamente en práctica los conocimientos de la investigación.
La Asociación remite también a un resumen científico publicado a principios de 2024, centrado en los riesgos potenciales del contenido, las características y las funciones de las redes sociales y como éstas pueden afectar a los/as jóvenes. El documento ofrece recomendaciones concretas para minimizar el daño psicológico, incluidos consejos para controlar el uso de las redes.
Los/as adolescentes son más propensos a creer en teorías conspirativas en redes sociales que las personas adultas
Aunque las plataformas de redes sociales generalmente requieren que los/as usuarios/as tengan 13 años o más, la mayoría de los y las adolescentes crean cuentas antes de esa edad, precisamente, en un momento evolutivo en el que sus cerebros son “particularmente vulnerables a la influencia social”. Además de los riesgos interpersonales de conectarse a Internet, los expertos señalan que los y las adolescentes son más propensos a creer en teorías conspirativas que los adultos, en particular aquellos/as adolescentes que pasan mucho tiempo en las redes sociales.
Para la APA, la alfabetización mediática “es la alfabetización en el siglo XXI”, y es una “habilidad esencial para la vida que debe construirse sobre una base, no implementarse en el último minuto”. La investigación psicológica ha demostrado la necesidad de fomentar la formación en alfabetización mediática de forma temprana y de aprobar las correspondientes reformas educativas a nivel estatal. Según los expertos, a la hora de buscar en Internet y en redes sociales, “es más fácil seleccionar sólo la información que respalda nuestras creencias preexistentes, en lugar de brindar una visión más equilibrada”.
Precisamente, basándose en la investigación psicológica, el documento de la APA sobre riesgos potenciales del contenido, características y funciones de las redes sociales, recomienda una serie de competencias de alfabetización digital que pueden proporcionar un punto de partida para los/as responsables de las políticas.
Los/as psicólogos/as desempeñan un papel crucial en la alfabetización digital de los y las adolescentes
Entre ellas, se incluyen la comprensión de las tácticas utilizadas para difundir información errónea y desinformación, limitar las generalizaciones excesivas que llevan a las personas a interpretar incorrectamente las creencias de los demás y ayudar a los/as jóvenes a aprender a cultivar relaciones saludables online.
Desde el punto de vista del desarrollo, los adolescentes son especialmente vulnerables a las características de las redes sociales que están diseñadas para mantener a los usuarios online, por medio de los ‘me gusta’, las notificaciones automáticas, la reproducción automática y los algoritmos que ofrecen contenido extremo.
Ante esto, los y las profesionales de la Psicología deben brindar a los/as adolescentes alfabetización digital y habilidades para combatir estas características de diseño y, al mismo tiempo, impulsar políticas que exijan que las empresas tecnológicas cambien las propias plataformas.
La Asociación Americana de Psicología celebra en su artículo que el Departamento de Educación de Nueva Jersey esté desarrollando unas directrices detalladas de alfabetización informativa, basándose en la Resolución de la APA sobre la lucha contra la desinformación y la promoción de la alfabetización científica psicológica. Según adelanta, el plan de estudios incluirá capacitación sobre temas como el método científico, la diferencia entre fuentes primarias y secundarias, cómo diferenciar hechos de opiniones y la producción ética de información (incluida la ética de los datos).
La importancia de dotar de habilidades y empoderar a los/as jóvenes
Los/as responsables de las políticas, educadores/as, profesionales de los medios de comunicación, etc., deben trabajar juntos para decidir qué y cómo enseñar alfabetización mediática a los/as niños/as y adolescentes. Asimismo, quienes están en primera línea destacan la importancia de una ciencia sólida que pueda guiar el desarrollo de intervenciones desde el principio.
En relación con esta afirmación, la APA subraya los beneficios de un programa online gratuito sobre Razonamiento Cívico Online (Civic Online Reasoning), a través del cual se enseña lectura lateral, un método de verificación de datos en el que los/as lectores/as evalúan la calidad y credibilidad de una fuente y de los materiales a los que están expuestos (por ej., en redes sociales e Internet), mientras los lee.
Precisamente, diversos estudios sobre intervenciones de lectura lateral muestran que pueden cambiar la forma en que los/as jóvenes interactúan con la información online. Algunos investigadores están trabajando para desarrollar y evaluar recursos orientados a enseñar a los y las adolescentes las funciones de las redes sociales diseñadas para mantenerlos online, así como para proporcionarles técnicas cognitivas y conductuales que promuevan un uso más saludable de las redes sociales.
Es fundamental que los/as adolescentes conozcan las trampas de pensamiento comunes
Los/as adolescentes comparten trampas de pensamiento comunes (esto es, distorsiones cognitivas que pueden afectar a la percepción o a una correcta toma de decisiones) que se amplifican con las tecnologías, por ejemplo: “todos en las redes sociales son más felices que yo” o “mi amigo debe estar enfadado si no ha respondido a mi WhatsApp”. Los dos son ejemplos de distorsiones cognitivas, para las cuales los/as psicólogos/as “tienen una sólida base de evidencia”. Es crucial que los/as adolescentes conozcan estas trampas de pensamiento.
Los/as educadores/as e investigadores/as son conscientes de “lo irónico que es” el hecho de que personas adultas enseñen a nativos digitales cómo usar plataformas con las que ya están íntimamente familiarizados. Por esa razón, algunos están trabajando con niños, niñas y adolescentes para enseñar alfabetización digital de maneras que sean significativas para ellos/as, por ejemplo, analizando el sesgo y la persuasión (por ejemplo, cuándo la información es lo suficientemente confiable como para compartirla con otras personas) a través de videojuegos como Minecraft.
De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología, otras organizaciones de medios de comunicación dirigidas a jóvenes utilizan el contenido y las actividades que les interesa a los y las jóvenes para equiparlos y empoderarlos, con el fin de crear espacios positivos online. A modo de ejemplo, señala el podcast This Teenage Life, un programa escolar que enseña a los niños y a las niñas a producir un podcast mientras piensan de forma crítica en el modo de interactuar con el ecosistema digital actual y ser “buenos/as ciudadanos y ciudadanas online”. “
Para la APA, el cambio constante que se observa en el mundo online debería ir de la mano de cambios en el ámbito educativo, reformulando todo el plan de estudios, para entrelazar lecciones de alfabetización digital y mediática a lo largo de varios cursos en lugar de tratar el tema como una entidad separada. Por ejemplo, los/as estudiantes pueden aprender sobre las fortalezas y debilidades de ChatGPT en una clase de historia, haciendo preguntas sobre un evento histórico donde los hechos no están claros.
En pro de la alfabetización mediática en todos los centros educativos, se recomienda un enfoque integral para la capacitación en tecnología y medios online desde preescolar hasta educación primaria y secundaria, brindando al personal educativo recursos de enseñanza y aprendizaje basados en la ciencia psicológica.
Fuente: APA
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