En una sociedad donde la violencia parece estar bastante presente, muchos padres se preguntan de qué modo pueden educar a sus hijos en valores -tales como la amabilidad, la empatía y la compasión hacia los demás, entre otros-, y a partir de qué edad comienzan a adquirirlos.
A este respecto, las últimas investigaciones en el campo de la psicología del desarrollo, han encontrado que los niños son capaces de mostrar signos de empatía desde una edad muy temprana. Estos resultados ponen de relieve la necesidad de fomentar, tanto desde el contexto educativo como familiar, la conducta pro social como un instrumento para el desarrollo de la personalidad durante la infancia y la adolescencia.
En este sentido, los padres deben actuar como modelos de empatía y de valores socio-morales positivos, alentando a sus hijos a ser amables, justos y responsables. Para ello, la APA (American Psychological Association –Asociación Americana de Psicología), propone una serie de pautas que pueden llevarse a cabo desde el ámbito familiar:
| |||
Si usted trata a sus hijos con tolerancia, respeto y consideración, le ayudará a entender que todos los seres vivos deben ser tratados de igual forma, y actuarán en consecuencia, respetando estos valores.
Por otro lado, es comprensible que los padres puedan sentirse preocupados por la influencia que pueden ejercer sobre sus hijos algunos factores externos como el grupo de iguales o la violencia que aparece en determinados programas de televisión y/o películas.
Con el fin de determinar de qué manera puede afectar la televisión a los niños y jóvenes, el Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU. realizó un estudio, cuyos resultados evidenciaron una tendencia, por parte de los niños, a imitar el comportamiento que ven en la televisión.
A este respecto, la APA aconseja a los padres limitar la visión de programas violentos y animar a sus hijos a que vean programas que promuevan valores éticos y morales. Para ello, hace una serie de recomendaciones:
Los expertos señalan que cuando los niños perciben que son queridos y que tienen una base segura en el hogar, tienden a prestar más atención a los demás. En cambio, si se sienten privados de amor y de atención, suelen centrarse en sí mismos y en sus propias necesidades.
De este modo, las normas y valores que se practiquen en el hogar, determinarán la conducta social que manifiesten los niños en su vida diaria.
Fuente: INFOCOP
|
lunes, 13 de mayo de 2013
Enseñe a sus hijos a ser amables
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario