En el caso específico de los pacientes con cáncer, las tecnologías han servido, por ejemplo, para facilitar el acceso a aquellos que por distancia o estado de salud no pueden acudir a las sesiones psicológicas, y para facilitar el intercambio de información y consejos relacionados con el manejo de síntomas asociados a la quimioterapia, entre los profesionales de la salud y pacientes que ya se encuentran en casa.
Una de las tecnologías que se ha empleado con buenos resultados en el trabajo con personas con cáncer es la Realidad Virtual (RV). La RV permite crear ambientes tridimensionales en los que las personas pueden interactuar con el entorno y experimentar sensaciones y emociones similares a las que experimentarían en el ambiente real.
En el trabajo con pacientes oncológicos, esta tecnología se ha utilizado fundamentalmente con dos propósitos: para elmanejo del dolor asociado a procedimientos médicos dolorosos (como punciones, instalación de catéteres, etc.) y paraaminorar el malestar emocional, ansiedad y fatiga durante las sesiones de quimioterapia. En ambos casos se han obtenido resultados positivos, siendo una herramienta que promueve disminuciones en los niveles de dolor y malestar (Wolitsky, Fivush, Zimand, Hodges y Rothbaum, 2005), además de que resulte más tolerable el tratamiento con quimioterapia (Schneider y Hood, 2007).
Existen también algunas propuestas que han sugerido utilizar la RV durante la hospitalización, aunque en menor proporción que las anteriormente señaladas, y que han intentado abordar aspectos como la entrega de información, ansiedad y promoción de emociones positivas, con resultados preliminares alentadores (Oyama, Oshuga, Tatsuno yKatsuma, 1999).
Teniendo en cuenta todos estos resultados, nos propusimos llevar a cabo un estudio con el fin de diseñar y evaluar la utilidad de una intervención psicológica apoyada en las tecnologías, dirigida a pacientes adultos con cáncer que se encuentren hospitalizados. El objetivo de esta intervención es promover el bienestar y las emociones positivas durante el período de hospitalización.
La intervención diseñada es breve, se compone de 4 sesiones de 30-45 minutos de duración cada una, y se lleva a cabo en la habitación del paciente. En estas sesiones se trabaja con dos entornos virtuales que representan un ambiente natural (un bosque) y un parque, además de utilizar un sistema que permite elaborar en conjunto con el paciente un libro de vida con material personalizado. El propósito es que en cada sesión el paciente conecte con sensaciones agradables que favorezcan la distracción y relajación, además de que recupere recuerdos positivos de su propia historia. Para presentar las sesiones se utiliza una pantalla de televisión conectada a un ordenador, que es posible trasladar de una habitación a otra.
De momento contamos con información de 11 pacientes que han realizado la intervención. Su media de edad fue de 58,7 años, la mayoría eran mujeres (63,6%) y los diagnósticos más frecuentes fueron "otro" (linfoma, cáncer retroperitoneal, cáncer de laringe) (27,3%) y cáncer de pulmón (18,2%). La mayoría presentaba cáncer metastásico (63,6%).
Hemos obtenido resultados muy alentadores. Después de cada sesión hubo un aumento de las emociones positivas, existiendo mejorías significativas en ánimo positivo, bienestar y tranquilidad después de la primera y tercera sesión. Estas dos sesiones están centradas en la revisión de momentos vitales positivos y elaboración de un libro de vida personal, lo que apunta a la relevancia que ha tenido este módulo de trabajo para este grupo de pacientes, y a la importancia de continuar explorando su utilidad con un mayor número de participantes.
Por otro lado, se observó que después de todas las sesiones la mayor parte de pacientes (por encima del 60%) señaló encontrarse mejor de ánimo, y que ellos valoraron de forma positiva (agrado con la sesión, utilidad percibida) cada una de las sesiones de intervención. Un segundo paso en este proyecto será incorporar aplicaciones para teléfonos móviles, que permitan ofrecer apoyo más allá de las sesiones presenciales.
A partir de estos resultados iniciales, y de los datos que existen hasta el momento, es posible plantear que los entornos virtuales y las tecnologías muestran utilidad no sólo para disminuir el malestar sino también para promover bienestar emocional, especialmente durante períodos de tratamiento y hospitalización. De ahí que sea relevante continuar investigando en esta área, especialmente para determinar modos viables de implementar estas intervenciones en el contexto sanitario.
El artículo completo puede encontrarse en la Revista Psicooncología:
Espinoza, M., Baños, R.M., García-Palacios, A. y Botella, C. La realidad virtual en las intervenciones psicológicas con pacientes oncológicos. Psicooncología, Vol. 10 (2-3), 247-261.
FUENTE: INFOCOP
Espinoza, M., Baños, R.M., García-Palacios, A. y Botella, C. La realidad virtual en las intervenciones psicológicas con pacientes oncológicos. Psicooncología, Vol. 10 (2-3), 247-261.
FUENTE: INFOCOP
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