lunes, 15 de diciembre de 2014

Validación de intervenciones eficaces para jóvenes consumidores de cannabis


España tiene una de las tasas más altas de Europa de consumo de cannabis entre los jóvenes de 14 a 18 años. Uno de cada tres lo ha consumido alguna vez en la vida, uno de cada cuatro en el último año, y un 16,1% es consumidor habitual (Plan Nacional Sobre Drogas, 2014). Este consumo genera múltiples problemas en los jóvenes, y de hecho el 92% de los europeos menores de 15 años que reciben tratamiento por consumo de sustancias, y un 72% de aquellos entre 15 y 19 años, refieren el cannabis como primera droga de abuso (EMCDDA, 2012).

A pesar de que el problema no es reciente, no es hasta finales del siglo XX cuando se realizan los primeros estudios (en EEUU) sobre la eficacia de tratamientos destinados específicamente a adolescentes. Y no es hasta el siglo XXI cuando se realiza el primer gran estudio de eficacia comparada de varias intervenciones basadas en la evidencia. En España sin embargo, aunque los profesionales de los múltiples servicios de atención a jóvenes consumidores llevan años trabajando con esta población, la ciencia no les ha proporcionado aún herramientas de intervención cuya eficacia haya sido probada empíricamente. Desde el Grupo de Investigación en Conductas Adictivas (GCA) de la Universidad de Oviedo consideramos fundamental que las herramientas clínicas tengan siempre un sólido apoyo empírico detrás.

Por ello, decidimos evaluar el funcionamiento de uno de los programas de tratamiento más eficaces que se han probado en esta población, la Aproximación de Reforzamiento Comunitaria para Adolescentes (A-CRA por sus siglas en inglés), añadiéndole además un componente de Manejo de Contingencias (MC). Todo ello con el fin de ofrecer una alternativa basada en la evidencia para trabajar con los jóvenes.
  • El A-CRA (Godley, Smith, Meyers, & Godley, 2009) es una intervención cognitivo-conductual de enfoque comunitario que busca reorganizar las contingencias ambientales del adolescente para que la abstinencia resulte más reforzante que el consumo. Para ello se utiliza un enfoque no confrontativo centrado en la promoción de conductas prosociales alternativas y el entrenamiento en diversas habilidades de afrontamiento. El tratamiento es de carácter individual, aunque se trabaja también con la familia, y se extiende aproximadamente durante 3 meses, con sesiones de intervención semanales. 
  • El componente de MC incluye una agenda de reforzamiento estructurada en la que se ofrecen incentivos al adolescente de forma contingente a la entrega de analíticas de orina que confirmen la abstinencia de cannabis y otras drogas. Los incentivos incluían la participación en distintas actividades de ocio saludables y siempre incompatibles con el consumo.
Se planteó un diseño de investigación cuasi-experimental en el que un grupo recibió A-CRA y el otro A-CRA junto con MC, con el objetivo de determinar si su utilización mejoraba los resultados del A-CRA. Las intervenciones se implementaron en colaboración con los profesionales del Programa Reciella de Proyecto Hombre Asturias y con los Centros de Atención a las Drogodependencias de MadridSalud. La experiencia constituye el primer estudio publicado en nuestro país con tratamientos basados en la evidencia destinados a jóvenes consumidores de cannabis. Los resultados nos permitieron extraer conclusiones sobre la eficacia de las intervenciones, pero también sobre las exigencias que plantea la utilización de este tipo de programas:
  • Finalmente, 26 adolescentes participaron en los programas de tratamiento. Los resultados indicaron que ambos grupos alcanzaron unas altas tasas de retención a los tres meses.
  • Al final del tratamiento, tres de cada cuatro adolescentes estaban abstinentes del consumo de cannabis y otras drogas.
  • El componente de MC no tuvo en este estudio efectos significativos sobre los resultados, aunque es posible que sea debido a las limitaciones muestrales.
  • Se detectó una mejora de los participantes en la sintomatología psicopatológica presentada al inicio del tratamiento, así como en los problemas asociados al consumo, aunque no en todos los casos fue estadísticamente significativa.
Al realizar este estudio detectamos además diversas necesidades que es necesario abordar. Por una parte, estas intervenciones son de alta intensidad, por lo que no todos los recursos asistenciales pueden disponer del tiempo y personal suficientes para llevarlas a cabo. En este sentido, las intervenciones en formato grupal pueden ser una buena alternativa. Por otra parte, la demanda de tratamiento en estos recursos no es todo lo elevada que cabría esperar dadas las tasas de consumo y problemas detectados en la población, por lo que la mejora de la detección y las redes de acceso y derivación a estos servicios es necesaria. Para mejorar el screening de este consumo problemático hemos validado también herramientas eficaces (Fernandez-Artamendi, Fernandez-Hermida, Muniz-Fernandez, Secades-Villa, & Garcia-Fernandez, 2012).

En conclusión, la aplicación del programa A-CRA en los centros participantes resultó una experiencia muy positiva, gracias a la colaboración de sus profesionales, y sus resultados indican que es eficaz para trabajar con jóvenes adolescentes en estos contextos. El A-CRA podría ser utilizado además como programa de prevención indicada tras una apropiada detección temprana. En cuanto a la utilización del Manejo de Contingencias, existen alternativas económicas para construir agendas de reforzamiento mediante colaboraciones y donaciones de empresas.

Por último, quisiéramos enviar un agradecimiento muy personal a todos los terapeutas y personal de Proyecto Hombre Asturias y de MadridSalud por su colaboración en este proyecto, así como al Ministerio de Ciencia e Innovación por la financiación. Asimismo, a las empresas Albanta, Escuela Asturiana de Piragüismo, Karting Pola, McDonald’s Uria Oviedo, Asturpaintball, Yelmo Cineplex Gijón, Hambuguesería Mike’s y MetroMadrid por su contribución solidaria al proyecto.

El artículo completo puede encontrarse en la Revista International Journal of Clinical and Health Psychology:

Fernández-Artamendi, S.; Fernández-Hermida, J.R.; Godley, M.D. and Secades-Villa, R. (2014). Evidence-based treatments for adolescents with cannabis use dissorders in the Spanish Public Health System. Journal of Clinical and Health Psychology 14, 186-194.

FUENTE: INFOCOP

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