jueves, 4 de agosto de 2016

"El suicidio es la primera causa de muerte entre los jóvenes españoles"

Miquel Roca es catedrático y co autor del estudio Crisis económica y salud mental en España.
«Desde el inicio de la crisis hemos visto un aumento significativo de los problemas de salud mental. Un 19% más de depresión y un 8% de trastornos de ansiedad».

«El desempleo y el no poder pagar una hipoteca son los factores que más se relacionan con los cuadros de depresión. Eso lo encontramos en el estudio Impact, que se hizo en las consultas de Atención Primaria durante la crisis».

«Hay más diagnósticos de depresión en mujeres que en hombres, pero hay más suicidios en ellos. Aproximadamente entre un ocho y un 15% de la población va a padecer depresión a lo largo de su vida, según la Organización Mundial de la Salud. En España, el riesgo lo tiene el 5% de los habitantes».

«Hay más muertes por suicidios que por accidentes de tráfico en España. De hecho, en la población joven esa es la primera causa de muerte. En un gráfico de evolución, si cruzamos las dos líneas, podemos comparar que la de suicidios sube y la de accidentes está bajando».

«En España, el impacto económico de la depresión supone más de 10.000 millones de dólares anuales. Eso es como el 1% del PIB. La necesidad de combatirla es también por la sostenibilidad del sistema. Las empresas no suelen disponer de programas de prevención y detección temprana, aunque más del 75% de las personas que tienen problemas de salud mental está en edad de trabajar».

«La depresión pasa desapercibida con frecuencia en el trabajo. A los problemas de salud mental se les asocia con estado de ánimo, con tristeza y no con falta de atención o de memoria, que también son síntomas. Al no poder reconocerlos, la discapacidad causada por la depresión es muy alta».

«La depresión tiene importantes efectos en el área laboral, además de las bajas médicas que provoca. También hay una merma en la productividad de los trabajadores, lo que se conoce como presentismo. Una persona puede, para no perder el trabajo, mantenerse con un cuadro depresivo y eso repercute en el día a día. Hay que buscar modelos de reinserción laboral para ellos».

«Las empresas deben propiciar un clima en el que se pueda hablar con libertad de depresión. No es fácil, por el estigma que todavía rodea a la psiquiatría. Eso es un problema porque la gente, en lugar de acudir inmediatamente a su médico de atención primaria como en cualquier dolencia física, no lo hace por la sensación de que una enfermedad mental es una debilidad».

FUENTE: EL MUNDO / Miquel Roca, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental.

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