El Instituto Nacional de la Excelencia para la Salud y la Atención del Reino Unido (National Institute for Health and Care Excellence, NICE) ha publicado una actualización de la guía sobre atención de la salud mental durante el embarazo y posparto(Antenatal and postnatal mental health: clinical management and service guidance).
La guía está dirigida a profesionales de la salud, comisionados, servicios sociales, y mujeres que presentan -o están en riesgo de presentar- trastornos de salud mental durante el embarazo y el postparto, así como sus parejas y familiares.
Su contenido aborda en profundidad la detección, evaluación y tratamiento de problemas de salud mental prenatal, perinatal y postnatal, centrándose de forma detallada en la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos de alimentación, los trastornos por consumo de drogas y alcohol y los trastornos mentales graves (como psicosis, trastorno bipolar y esquizofrenia).
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El NICE promueve la detección temprana y el buen manejo de los problemas de esta índole, de cara a mejorar la calidad de vida de las mujeres durante el embarazo y el año posterior al parto, incluyendo para ello un amplio abanico de directrices sobre detección de problemas de salud mental, evaluación y planificación de la atención, decisiones de tratamiento, orientación y seguimiento, etc.
Previo a comenzar cualquier tratamiento durante el embarazo y el período postnatal, la guía recomienda a los profesionales sanitarios que proporcionen toda la información posible sobre los riesgos-beneficios que puede conllevar para la salud el uso de determinados medicamentos y “los beneficios probables de las intervenciones psicológicas”, con el fin de que, tanto las madres como las futuras madres, puedan tomar decisiones informadas sobre su tratamiento.
En este sentido, hace hincapié en la trascendencia de que los profesionales que implementen todas las intervenciones de los problemas de salud mental cuenten con la formación y competencias adecuadas; específicamente, las intervenciones psicológicas y psicosociales deben basarse en los manuales de tratamiento pertinentes que establecen la estructura y la duración de las mismas.
Asimismo, el NICE pone de relieve el insuficiente reconocimiento que existe en la actualidad en torno a la presencia de problemas de salud mental durante y después del embarazo, e insta a los profesionales a tener en consideración la evitación de algunas madres a hablar de ello, debido, tal vez, a la posible existencia de una autopercepción negativa de su rol como madres, o por temor al estigma social en torno a este tipo de problemas, entre otras posibles causas.
Con respecto al tratamiento de problemas específicos de salud mental pre y postnatales, la guía recomienda que, en caso de depresión moderada o severa durante el embarazo o el período postnatal, se ofrezca en primera opción una intervención psicológica de alta intensidad (por ejemplo, terapia cognitivo-conductual), considerando únicamente la medicación por delante de estas intervenciones en caso de preferencia de la paciente -y atendiendo a los riesgos asociados a la misma-, o cuando los síntomas no han respondido adecuadamente a la intervención psicológica.
Igualmente, el tratamiento de primera línea recomendado tanto para los trastornos de alimentación como para los trastornos de ansiedad pre y postnatal, es el psicológico. En relación con los trastornos de ansiedad, se aconseja la intervención psicológica de alta intensidad (por ejemplo, terapia cognitivo-conductual), y la intervención psicológica de baja intensidad cuando existan síntomas subumbrales de ansiedad persistentes (por ejemplo, autoayuda facilitada).
Concretamente, en caso de un trastorno por estrés postraumático, como resultado de un parto traumático, aborto espontáneo, o muerte perinatal o neonatal, el NICE incide en la importancia de aplicar una intervención psicológica de alta intensidad (terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma, o desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular [EMDR]), de acuerdo con las directrices de su guía sobre el trastorno de estrés postraumático (TEPT) (guía NICE CG26). En esta línea, considera esencial la orientación y el apoyo en estos casos, tanto del profesional como de familiares y amigos.
Las directrices de la guía relacionadas con la intervención de los trastornos mentales severos, recomiendan considerar las intervenciones psicológicas en mujeres con trastorno bipolar -incluyendo la terapia cognitivo conductual, la terapia psicológica integrada y la terapia conductual de pareja para la depresión bipolar, así como intervenciones estructuradas individuales, grupales y familiares para reducir el riesgo de recaídas (particularmente cuando se cambia o suspende la medicación)-, y en mujeres con psicosis o esquizofrenia (terapia cognitivo-conductual o terapia familiar) como consecuencia del estrés asociado al embarazo o el período postnatal, o un cambio en la medicación (inclusive la suspensión de la misma).
La guía se encuentra disponible a través del siguiente enlace:
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