martes, 23 de abril de 2019

Los trastornos de ansiedad y depresión en pacientes con insuficiencia cardíaca son comunes y están infradiagnosticados, según un estudio



En pacientes con insuficiencia cardíaca, es frecuente la aparición de trastornos de depresión y ansiedad, asociándose con resultados adversos, entre ellos, una baja adherencia al tratamiento, un mal funcionamiento, el incremento de hospitalizaciones y mortalidad elevada. A pesar del impacto negativo de estos trastornos, la ansiedad y la depresión siguen siendo infradiagnosticadas y no se tratan adecuadamente.

Así lo advierte un estudio publicado recientemente en la revista Harvard Review of Psychiatry, bajo el título Depression and Anxiety in Heart Failure: A Review (Depresión y Ansiedad en Insuficiencia Cardíaca: una revisión).

Tal y como señalan los autores del mismo, la insuficiencia cardíaca es un deterioro crónico de la función cardíaca, caracterizada generalmente por dificultad para respirar, edema o fatiga, y que afecta a más de 5 millones de estadounidenses, previéndose para 2020, un incremento de la prevalencia a 8 millones.

Según indican, tanto la depresión como los trastornos de ansiedad (principalmente, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno por estrés postraumático y trastorno de pánico), se asocian con el desarrollo y la progresión negativa de la insuficiencia cardíaca, incluyendo mayores tasas de mortalidad, “probablemente mediadas por mecanismos tanto fisiológicos como conductuales”. A este respecto, dada la superposición entre los síntomas cardíacos y psiquiátricos, diagnosticar con precisión estos trastornos emocionales en pacientes con insuficiencia cardíaca puede ser un desafío.

Atendiendo a lo anterior, el estudio consiste en una revisión de la literatura científica en torno a este ámbito, con el fin de determinar las asociaciones entre la depresión y la ansiedad con la incidencia y las consecuencias de la insuficiencia cardíaca, los mecanismos potenciales subyacentes a estas relaciones, y los diferentes métodos para diagnosticar y tratar los trastornos de depresión y ansiedad en esta población de alto riesgo.

Con respecto al manejo de los problemas de ansiedad y depresión, en palabras de los autores, “la Psicoterapia ofrece varias ventajas sobre la farmacoterapia”, estas ventajas serían, a razón de los datos, la posibilidad de adaptar el tratamiento a cada paciente individual, así como la inexistencia de efectos secundarios conocidos y ausencia de interacciones con los medicamentos específicos para los síntomas cardíacos. Asimismo, consideran que la Psicoterapia puede ayudar a estos pacientes a desarrollar habilidades para mejorar los síntomas a largo plazo y prevenir las recaídas.

En esta línea, pese a manifestar la escasez de estudios al respecto, subrayan el papel de la terapia cognitivo-conductual(TCC) como “el único tratamiento psicoterapéutico que se ha probado sistemáticamente en pacientes con insuficiencia cardíaca, con efectos beneficiosos”, sugiriendo su uso junto con otras intervenciones orientadas a mejorar las conductas de salud.

Asimismo, los datos muestran la importancia de los modelos de atención colaborativa en el manejo de la depresión y la ansiedad en estos pacientes. En el contexto de Atención Primaria, donde estos programas se han estudiado y aplicado con mayor frecuencia, hay evidencia de que los programas de atención colaborativa han conllevado mejoras en la depresión, la ansiedad y la calidad de vida relacionada con la salud de esta población de alto riesgo.

El estudio finaliza haciendo hincapié en la necesidad de realizar más investigaciones para mejorar la detección y desarrollar tratamientos eficaces para estos trastornos en pacientes con insuficiencia cardíaca.

Fuente: Celano, C.M., Villegas, A.C., Albanese, A.M., Gaggin, H.K., Huffman, J.C. (2018). Depression and Anxiety in Heart Failure: A Review. Harvard Review of Psychiatry: July/August 2018-Vol. 26 (4), p. 175–184. doi: 10.1097/HRP.0000000000000162 

FUENTE: INFOCOP

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