El acoso cibernético o ciberbullying es el uso de herramientas de comunicación digital (como Internet y teléfonos móviles) para hacer que otra persona se sienta triste, asustada o enfadada, generalmente de forma continua. Entre los ejemplos de acoso cibernético se incluyen el envío de mensajes o WhatsApps hirientes, la publicación de fotos o vídeos comprometidos en las redes sociales y la difusión de rumores negativos en la red o en grupos de WhatsApp.
Así define el Instituto de la Mente Infantil (Child Mind Institute) esta grave problemática -cada vez más común entre la población infanto-juvenil-, en un artículo publicado en su página Web, a través del cual aborda el ciberbullying y ofrece recomendaciones para empoderar a niños y adolescentes con información sobre este tipo de acoso, así como estrategias para protegerse del mismo.
Tal y como afirma en su artículo, descubrir que su hijo o hija ha sufrido acoso cibernético es un shock emocional para los padres.
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Es posible que la primera reacción al respecto sea tomar represalias, sin embargo, es primordial ayudar a su hijo o hija a desactivar la situación, protegerse a sí mismo y emprender esfuerzos racionales para detener el acoso. A este respecto, recomienda los siguientes pasos inmediatos:
¿Cuándo deben intervenir los padres ante una situación de ciberacoso?
En muchas ocasiones, los niños no explican a sus padres que están sufriendo ciberacoso. En algunos casos, porque sienten vergüenza de decir que están siendo acosados. En otros, por temor a empeorar la situación al involucrar a sus progenitores.
Según indica el Instituto, cuando los padres descubren su hijo está sufriendo este tipo de acoso, “es probable que el problema sea lo suficientemente importante como para involucrarse”. En estos casos, recomienda recabar más datos hablando sobre esta situación con su hijo o hija. Aconseja también elaborar un plan de acción conjunto, garantizando que ambas partes estén de acuerdo sobre cuál debería ser el resultado.
La evidencia señala que, con frecuencia, los acosadores intentan aislar a sus víctimas, por lo que el apoyo de los compañeros puede resultar una defensa eficaz. Anime a su hijo a buscar apoyo entre sus amigos y/o compañeros.
Atendiendo a este tipo de problemáticas, es fundamental hablar con los niños sobre los peligros de la red, antes de que comiencen a utilizar dispositivos móviles y a interactuar online con otras personas. En este caso, o cuando ya se está dando una situación de ciberacoso, el Instituto recoge las siguientes pautas para los niños:
¿Cómo denunciar el ciberacoso?
Las páginas de redes sociales como Facebook o Instagram cuentan con medios para ayudar a los usuarios que han sido ciberacosados.
Si el niño o niña está sufriendo esta situación a través de un sitio Web o una aplicación, se puede bloquear al acosador y/o cambiar la configuración de quien puede contactarlo. Asimismo, se puede acceder al servicio de ayuda de la compañía, para realizar una denuncia.
Si el acoso se da a través de WhatsApp, se puede contactar con la empresa de telefonía, con el fin de bloquear el número que los envía o cambiar el propio número de teléfono.
En caso de haber amenazas reales contra la seguridad del niño o niña, el Instituto insta a ponerse en contacto inmediato con las autoridades pertinentes.
Empoderar a los niños para que emprendan medidas positivas
Numerosos autores ponen de relieve el papel esencial que pueden jugar en el acoso los integrantes del círculo de amigos del perpetrador.
Identificar los diferentes roles que participan en una situación de acoso cibernético puede ser de gran ayuda para fomentar en su hijo la autoconciencia y la empatía.
En primer lugar, está el agresor cibernético, que utiliza herramientas de medios digitales (como Internet y el teléfono móvil) para molestar o acosar deliberadamente a su objetivo: la persona que está siendo atacada por el ciberespacio. Luego están los espectadores, los niños que son conscientes de que algo cruel está ocurriendo, pero se mantienen al margen (ya sea por indiferencia o porque temen estar aislados socialmente y/o convertirse ellos mismos en un objetivo). Sin embargo, también hay niños que actúan como defensores. Estos son los que intentan romper activamente el ciclo de acoso, ya sea defendiendo al objetivo, dirigiéndose directamente al agresor o notificando a las autoridades apropiadas sobre lo que está sucediendo.
Los niños pueden jugar diferentes roles en diferentes momentos. Los consejos que dé a su hijo variarán según la situación y el papel específico que desempeñe su hijo en el acoso o la situación que se esté dando.
El Instituto finaliza su artículo recordando que al hacer que los niños sepan que un mundo seguro es responsabilidad de todos, les damos la posibilidad de que emprendan acciones positivas (por ej., denunciar a un acosador, censurar un comentario cruel online o no enviar una foto humillante), que en última instancia pueden detener un episodio de crueldad que va en aumento.
Fuente: Child Mind Institute / INFOCOP
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lunes, 23 de septiembre de 2019
¿Cómo ayudar a los niños que están sufriendo ciberbullying? Recomendaciones para padres
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