En los últimos años, el aumento en el uso de las redes sociales y su impacto en la salud mental de los jóvenes se ha convertido en un tema de especial relevancia y preocupación. En esta línea, han surgido una serie de revisiones y estudios relativos al rol que juegan las redes sociales en la salud y la seguridad física y mental de niños y adolescentes.
A este respecto, el Centro de Salud Mental de Reino Unido (Centre for Mental Health) -organización no gubernamental dedicada a la promoción de la salud mental en este país-, ha publicado un informe a través del cual recoge la evidencia existente en torno a su impacto (y la naturaleza positiva o negativa del mismo), sobre el bienestar de los jóvenes, analizando el modo en que podrían mitigarse los riesgos que conllevan los medios sociales, y como éstos pueden aprovecharse positivamente en pro de la mejora de la salud mental y el bienestar.
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Según el informe, la investigación sobre el impacto negativo de las redes sociales ha identificado una serie de riesgos potenciales interrelacionados:
El papel de las redes sociales para mejorar la salud mental
A tenor de las diversas investigaciones, el informe recoge dos maneras en las que el uso de las redes sociales puede ser beneficioso para la salud mental de los jóvenes. La primera es la construcción del capital social: crear y mantener conexiones entre las personas, fomentando la comunicación activa y, de este modo, reducir la soledad. Esto beneficia a aquellas que utilizan las redes sociales para comunicarse activamente con los demás. Cabe señalar, que plataformas como YouTube han mostrado tener un impacto positivo neto en el bienestar mental de los jóvenes, obteniendo elevadas puntuaciones en autoexpresión, conciencia, la identidad propia y la construcción de la comunidad (ver RSPH, 2017).
El segundo efecto beneficioso se relaciona con el aumento de la autoestima, al presentar una versión positiva de nosotros mismos ante el mundo y nuestras redes. Si bien no queda claro si estos beneficios potenciales se mantienen a largo plazo, si existen impactos diferenciales relacionados con la vulnerabilidad de una persona o si pueden volverse adictivos.
El informe considera esencial abordar estas cuestiones para comprender el modo en que las redes sociales pueden impulsar eficazmente la autoestima y el capital social en aquellos jóvenes en riesgo. A este respecto, señala las ventajas de las plataformas online y los foros sociales, al ofrecer la oportunidad de compartir experiencias similares con otras personas. De este modo, para los jóvenes con problemas de salud mental que tienen dificultades para encontrar apoyo en su entorno, las redes sociales pueden actuar como una herramienta útil, brindando la posibilidad de compartir sus experiencias con otras personas con las que pueden empatizar y relacionarse.
Las redes sociales, así como Internet en general, también pueden ser una herramienta útil para la búsqueda de información. Según indica el informe, el uso de las redes sociales también podría aprovecharse en un futuro como una herramienta para promover la búsqueda de ayuda para la salud mental. Tal y como se menciona en el informe "Status of Mind" de la RSPH, las plataformas de medios sociales tienen el potencial de mejorar el conocimiento sobre la salud mental, a través del acceso a las experiencias de salud de otras personas y a la información especializada sobre la salud, además de facilitar campañas y promover eficazmente la autoexpresión.
Emprender medidas para mejorar el bienestar y reducir el riesgo
Muchas de las principales empresas de medios sociales ya han tomado una serie de medidas para apoyar el bienestar entre sus usuarios y reducir los riesgos. A modo de ejemplo, Facebook ha introducido medidas que incluyen ayudar a los usuarios a encontrar grupos de apoyo, fomentar una comunicación más directa entre amigos cercanos, servicios de gestión de crisis a través de Messenger y actualización de las herramientas de prevención del suicidio.
Para el Centro de Salud Mental, crear oportunidades para ayudarse entre sí y obtener apoyo puede ser un paso importante para las personas que experimentan dificultades. En esta línea, si bien las herramientas de autoayuda digital para jóvenes aún se encuentran en una etapa temprana de evaluación de su eficacia, parecen ser muy prometedoras. Asimismo, un número creciente de servicios ofrece apoyo psicológico online a través de terapeutas capacitados. Una acción clave es impulsar la educación a los jóvenes sobre el uso saludable de las redes sociales, evitando los riesgos potenciales. A su juicio, “dado que las redes sociales ahora son un importante facilitador de la interacción humana, es vital que los usuarios conozcan su lenguaje y sus diversos matices”.
El informe concluye recomendando el papel fundamental tanto de los legisladores en políticas de salud mental, como de grupos de expertos y organizaciones, y la importancia de trabajar de forma conjunta para producir una estrategia de prevención que aborde el impacto negativo de las redes sociales, y fomente a su vez, los aspectos positivos.
El documento se encuentra disponible (en inglés) en la página Web del Centro, o bien directamente a través del siguiente enlace: Social media, young people and mental health
Las referencias del informe, se pueden consultar aquí: REFERENCIAS
FUENTE: INFOCOP
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lunes, 21 de octubre de 2019
Impacto de las redes sociales sobre la salud mental de los jóvenes
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