La Psicología del Trabajo tiene ante sí un nuevo escenario en España, surgido de la pandemia por el Covid-19 y que supone un reto que afrontar para los profesionales de esta especialidad. Y es que 2020 ha supuesto un cambio sin precedentes en el mundo del trabajo ya que, debido a la crisis sanitaria derivada del coronavirus, las empresas se han visto abocadas a crear nuevas vías que garanticen la continuidad operativa y el teletrabajo ha demostrado ser una herramienta muy potente para ello.
Sin embargo, y aunque esta opción tiene muchas ventajas, también puede generar bastantes problemas de salud. Así lo refleja el análisis realizado por Manuel Vilches, Carolina Ortiz, Patricia Sánchez y Ana Marfil, todos ellos miembros de la sección de Psicología del Trabajo del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental. En el mismo aseguran que trabajar desde casa supone para los empleados adoptar un nuevo estilo de vida que podría convertirse en sedentario y que desemboque en problemas de salud física por una mala alimentación, sobrepeso y problemas cardiovasculares. Y, también, podría generar problemas de salud psicológica, con sentimientos de aislamiento, soledad, estrés y ansiedad.
Además, a ello se sumaría el aumento de la desigualdad en las mujeres que, a menudo, ven duplicadas sus tareas, sumando el entorno doméstico y en el entorno laboral.
En el citado análisis se destaca que en España hasta hace poco practicaba el teletrabajo solo un 4,8% de las personas ocupadas, según datos del INE. Hoy día está regulado por un reciente decreto ley, aprobado en septiembre, que indica el carácter preferente del trabajo a distancia para asegurar la continuidad de la actividad empresarial durante este período y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad del personal frente a contagios. Así, se está ante una forma de trabajo cuyo uso se ha extendido progresivamente durante estos meses y que reporta evidentes beneficios en cuanto a coste de desplazamientos, estructura y flexibilidad, y en la cual los profesionales de la Psicología del Trabajo y las organizaciones tienen interesantes contribuciones que hacer.
Y es que, sumadas a las tareas ya existentes que realizan los psicólogos especializados dentro de la empresa, y que están dirigidas a mantener la salud y el bienestar de los empleados, así como su productividad -con estudios de clima laboral, desarrollo de equipos o el análisis y desarrollo de competencias- se unen algunas nuevas problemáticas a abordar. Las principales tienen que ver con la prevención de los riesgos psicosociales. Si bien es cierto que el teletrabajo brinda evidentes ventajas, como ahorro en desplazamientos, una mayor flexibilidad y oportunidades de conciliación, existen otras que podrían a largo plazo dañar la salud del trabajador.
Problema de salud física y psicológica
En lo que respecta a los empleados, trabajar desde casa supone la adopción de un estilo de vida que podría convertirse en sedentario y que desemboque en problemas de salud física por una mala alimentación, sobrepeso y problemas cardiovasculares. Un ejemplo de esto, podría ser el ‘Síndrome de la patata en el escritorio’. Al tener mayor accesibilidad a la comida, se realiza un exceso de consumo de nutrientes, muchos de ellos de alto contenido calórico: galletas, bollos o patatas fritas, entre otros.
También se generan problemas de salud psicológica, aumentando la falta control en los horarios, la mala adecuación del espacio físico, sentimientos de aislamiento, soledad, estrés y ansiedad, que se intensifican con una falta de competencias digitales en cierto tipo de trabajadores más analógicos, acostumbrados a la presencialidad.
A esto debemos sumar problemas relacionados con grupos poblacionales que ya parten de una desigualdad, como las mujeres, que a menudo, ven incrementadas sus tareas, con frecuencia duplicadas, sumando el entorno doméstico y en el entorno laboral.
Ante este panorama, la Psicología del Trabajo y las organizaciones tienen muchos retos que afrontar, pero también mucho conocimiento que aportar, abarcando un amplio abanico de áreas de actuación, que empezaría por el diseño y evaluación de los puestos de trabajo, análisis de las competencias necesarias para su desempeño, selección y formación de los trabajadores, evaluación de los riesgos psicosociales, tratamiento de las patologías psicológicas derivadas del desempeño de esta nueva forma de trabajar o las propias de la organización del trabajo.
El bienestar emocional de la fuerza de trabajo debe ser, concluye el análisis del COPAO, el epicentro de un modelo de organización que dote a sus trabajadores de herramientas eficaces ante un entorno cambiante, que se traduzca en un mayor equilibrio emocional y, por extensión, redunde en un mayor nivel de productividad. Y en esto, la Psicología tiene mucho que decir.
FUENTE: INFOCOP