La pandemia del coronavirus ha sido difícil para los niños y adolescentes de todo el mundo, principalmente, para aquellos que ya estaban lidiando con problemas de salud mental. La e-salud (que utiliza tecnología para brindar atención médica de forma remota) se ha convertido en una opción de tratamiento prometedora para apoyar las necesidades de salud mental de los niños, especialmente, para aquellos que no pueden acceder a la atención cara a cara.
Con esta introducción, el Instituto de la Mente Infantil (Child Mind Institute) -organización estadounidense sin ánimo de lucro, cuyo fin es el de facilitar las vidas de los niños y las familias que lidian con la salud mental y los trastornos del aprendizaje-, presenta su nuevo informe sobre Salud Mental en la Infancia, cuya temática, en esta edición 2020, versa en tono a la investigación más reciente sobre e-salud, abordando una serie de aspectos clave, tales como: su funcionamiento y efectividad, los servicios de salud mental para niños/as que se pueden brindar a través de la e-salud y quién se beneficia de ella, cuáles son las actitudes de los pacientes y personal sanitario hacia la telemedicina, cómo ha impactado la pandemia en su desarrollo y qué desafíos futuros presenta, etc.
Tal y como señalan sus autores, en la actualidad hay una grave escasez de profesionales de la salud mental, incluidos psicólogos clínicos, que se traduce en largas listas de espera para recibir tratamiento, pudiendo pasar hasta una década entre la aparición de los síntomas de salud mental y el inicio del tratamiento.
Debido a la exigüidad de profesionales de la salud mental, son los médicos de atención primaria quienes terminan brindando la mayor parte de la atención de la salud mental y realizando prescripciones psicofarmacológicas, a pesar de su falta de formación especializada en tratamientos psicológicos y conductuales basados en la evidencia.
Ante esta situación y en el contexto actual de pandemia por coronavirus, en que muchos niños no han podido recibir la atención a la salud en un momento en que más se necesitaba, se ha observado una expansión del uso de la telemedicina en todas las disciplinas.
Dado lo anterior, el informe traza una radiografía del panorama actual de la e-salud para el paciente pediátrico en salud mental, recogiendo datos de investigaciones recientes en este ámbito. Asimismo, incorpora las perspectivas y experiencias de las familias en el uso de la e-salud para el tratamiento de la salud mental de sus hijos e hijas, obtenidas a partir de una encuesta realizada en septiembre de 2020, a una muestra representativa de 351 padres estadounidenses.
Las principales conclusiones del estudio muestran lo siguiente:
A medida que la telemedicina se ha generalizado, los profesionales de la salud mental han ampliado los servicios que pueden brindar eficazmente a niños, niñas y adolescentes en un entorno virtual. Desde la evaluación y el diagnóstico hasta las opciones de tratamiento, incluida la terapia cognitivo-conductual, la telepsiquiatría y la formación para padres, tanto los y las jóvenes como sus familias, cuentan con una amplia gama de opciones de tratamiento disponibles a través de la e-salud.
Brechas de tratamiento y telesalud: la ansiedad es uno de los problemas de salud mental más prevalentes entre los y las jóvenes, pero uno de los menos tratados. El TDAH es uno de los problemas que se han tratado con mayor frecuencia a través de la telesalud, sin embargo, la mayoría de los y las adolescentes con TDAH no reciben ningún tipo de intervención (según datos del informe, el 80% de las personas con TDAH infantil no recibe tratamiento después de los 12 años.
La base de evidencia emergente y la experiencia clínica sugieren que los profesionales de la salud mental pueden construir una relación y establecer una alianza terapéutica durante las sesiones a distancia con los y las jóvenes y sus familias.
Al igual que la atención cara a cara, la terapia cognitivo-conductual administrada a través de la e-salud se puede utilizar para tratar la depresión, la ansiedad, el estrés, los trastornos alimentarios, el trastorno por estrés postraumático (TEPT), etc.
La e-salud tiene el potencial de ampliar el acceso a una atención de calidad, beneficiando a innumerables niños. Además de la escasez de profesionales, existen muchas barreras que impiden que millones de niños accedan a los servicios de salud mental que necesitan, entre ellas las siguientes:
Ubicación: los niños que viven en áreas rurales tienen más dificultades para acceder a los servicios de salud mental. Esto puede atribuirse en parte al aislamiento geográfico, la escasez de profesionales y un menor nivel socioeconómico. El transporte a menudo se cita como uno de los factores que más limitan el acceso a la atención dentro de esta población.
Tiempo: junto con el desafío de llegar físicamente a las citas, la cantidad de tiempo que lleva trasladarse y el compromiso de tiempo de las sesiones, puede presentar un desafío para los padres que trabajan.
Estigma: Buscar y recibir tratamiento de salud mental todavía conlleva un gran estigma para algunos grupos raciales y étnicos, lo que puede disuadir a las familias de buscar atención para sus hijos e hijas.
En opinión de los padres, los y las menores necesitan tratamiento, ahora más que nunca. Los resultados de la encuesta evidencian:
Una preocupación creciente por la salud mental de sus hijos e hijas: aproximadamente la mitad (48%) de las madres y padres encuestados consideran que la situación de pandemia ha aumentado su necesidad de buscar atención de salud mental para su hijo.
Una reducción del bienestar: más de dos tercios de los padres que buscaron ayuda desde el inicio de la pandemia afirman que han detectado una disminución en el bienestar emocional (72%), problemas de conducta (68%) y en la salud física de sus hijos debido a la reducción de actividades/ejercicio (68%).
La ansiedad y la depresión son los problemas más comunes: la ansiedad (40%) y la depresión (37%) son los desafíos de salud mental más comunes que han llevado a los padres a buscar servicios de e-salud para sus hijos. También se ha buscado ayuda para problemas de conducta (30%), TDAH (30%) o dificultades de aprendizaje (23%).
Una variedad de tratamientos: la terapia conversacional (49%) es el servicio más común al que los padres han accedido o buscado a través de telesalud para sus hijos e hijas desde el comienzo de la pandemia, mientras que un tercio de los padres revela haber accedido a consulta a distancia por medicación psiquiátrica (32%) y/o terapia cognitivo-conductual (31%).
Satisfacción de los padres: los y las participantes en la encuesta que han hecho uso de los servicios de telesalud para niños/as, exhiben respuestas muy positivas. El 86% afirma que su hijo/a se había beneficiado, el 84% considera que ha sido una experiencia positiva para su hijo o hija, el 78% ha observado una mejora significativa en su hijo/a y el 87% opina que lo recomendaría a otros padres.
Se puede acceder al informe desde la página Web del Child Mind Institute, o bien directamente a través del siguiente enlace:
2020 Children’s Mental Health Report: Telehealth in an Increasingly Virtual World