“El 20,7 % de la población española, es decir, unos 9,7 millones de personas, están en riesgo de pobreza. La cifra supone una mejora de ocho décimas con respecto a los datos del año pasado, con una reducción de 350.000. Además, aún se mantiene por encima de los registros anteriores a la crisis: actualmente hay unas 653.000 personas más en riesgo de pobreza”. Esta es una de las preocupantes conclusiones del último informe sobre “El estado de la pobreza en España”, llevado a cabo por la EAPN-ES (European Anti Poverty Network-Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España), una red de ONG comprometidas por la inclusión social de personas que sufren pobreza y exclusión social en nuestro país. El propósito de este documento es el de ofrecer una radiografía actualizada del impacto de estas graves problemáticas en España y sus Comunidades Autónomas, analizando el número de personas en riesgo, la pobreza en la infancia, la pobreza en relación con el género y con las personas con discapacidad, estas últimas, según el informe, con un riesgo de pobreza y/o exclusión “mucho más elevado que las que no tienen discapacidad”. | | Fuente: EAPN-ES Fecha descarga: 23/10/2020 |
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| La importancia de este informe radica, no sólo en la grave realidad que refleja sino en el impacto y las consecuencias que puede tener, especialmente, en relación con el bienestar y la salud mental de las personas. Entre las principales conclusiones recogidas en el documento destacan las siguientes: En el año 2019, un total de 11.870.000 personas, que suponen el 25,3% de la población española está en Riesgo de Pobreza y/o Exclusión Social. Tras evaluar rigurosa y minuciosamente el cumplimiento del objetivo de inclusión social especificado en la Estrategia Europa 2020, y terminado ya el periodo de vigencia de la misma, los datos revelan que España no ha cumplido con el objetivo de reducción de la pobreza y exclusión social al que se había comprometido con Europa. En este sentido, los indicadores propuestos para su evaluación -AROPE y sus tres componentes que miden pobreza, privación material severa y baja intensidad de empleo-, no solo no se han reducido, sino que, al contrario de lo sucedido en la mayoría de los países europeos, se han incrementado de forma notable. En esta línea, el informe destaca el insuficiente desempeño de España con respecto a Europa: la tasa AROPE es 4,3 puntos porcentuales superior a la media de la UE y la séptima más alta de todos los países miembros. Asimismo, España es el cuarto país con peor evolución de la tasa desde el año 2008. Posiciones similares se obtienen en la comparación de las tasas de riesgo de pobreza y de baja intensidad de empleo. Únicamente la privación material severa se mantiene levemente por debajo de la media europea. Se constata la desigualdad en el reparto de las consecuencias de la crisis económica, tanto en términos de personas como de territorios. Durante la época de crisis -primera mitad del periodo-, las personas más pobres sufrieron un desgaste acelerado de sus condiciones de vida que el período posterior de recuperación macroeconómica solo pudo compensar parcialmente y de forma mucho más lenta que para el resto de la población. En relación con el género, se observa en muchos indicadores una tendencia al deterioro de la situación de las mujeres con respecto a la de los hombres. En este sentido, se evidencian enormes diferencias de género en el mercado laboral mostrándose también, con diferente intensidad, en la medición de las condiciones de vida. Con respecto a los territorios, las diferencias en AROPE entre las regiones del norte de España y las del sur son muy elevadas y, entre los casos extremos, se triplican. Se observa que las estrategias tradicionales de protección y lucha contra la pobreza se muestran insuficientes. Así, el incremento del PIB, del empleo y del nivel educativo, no generan, cada una de ellas por sí sola, una reducción de la pobreza y deben ir acompañadas de políticas redistributivas. Entre las personas pobres se registra un incremento del porcentaje de niños, niñas y adolescentes, el de las personas con educación superior, el de las que viven en zonas urbanas, el de las jubiladas y otras inactivas, y el de las que tienen empleo. Se obtiene un nuevo perfil en el que el desempleo no define a la pobreza. Al contrario: dentro de ella, el grupo más numeroso es el de las personas ocupadas. Para los autores, todas estas cuestiones son esenciales de cara a diseñar herramientas más eficaces en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Actualmente, sufren privación material severa una de cada 10 personas que viven en familias monoparentales, una de cada seis personas extranjeras provenientes de países no UE y uno de cada 27 españoles o españolas. Los hogares con menores soportan una tasa un 25% más elevada que la de los hogares sin menores (6% y 4,8%, respectivamente). Las cifras señalan que el 49,3% de la población española tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes. Si bien la cifra se ha reducido seis puntos porcentuales con respecto al año pasado y es la más baja de todo el período, el informe señala que no debe olvidarse que ello significa que, aproximadamente, la mitad de la población española vive en el límite de sus posibilidades, y que algo más de una quinta parte del total (22%) llega a fin de mes con dificultad o con mucha dificultad. En el año 2019, el 10,8% de las personas menores de 60 años viven en hogares con baja intensidad de trabajo. Esta cifra supone el mantenimiento casi exacto con respecto a la registrada el año anterior. En términos absolutos: hay 3,8 millones de personas menores de 60 años que viven en hogares con baja intensidad de empleo. El documento destaca un claro empeoramiento de las condiciones de vida de las personas más pobres en el conjunto del período, expresado principalmente en el aumento de la brecha de pobreza y de la tasa de pobreza severa. La brecha de pobreza, definida como la cantidad de dinero que necesita una persona pobre para dejar de serlo (diferencia entre sus ingresos y el umbral de pobreza) se ha incrementado este último año al 29,1 %, (cifra que se eleva 3,5 puntos porcentuales por encima de la del año 2008). A modo de ejemplo, si de media, a una persona pobre le faltaban 2.148 € para dejar de serlo, en 2019 le faltan 2.622 €. Tal y como afirman los autores “no sólo hay más, sino que son más pobres aún”. Se detecta que están en pobreza severa todas aquellas personas que viven en hogares cuyo total de ingresos por unidad de consumo es inferior a 6.006 € al año (500 € al mes). En el caso de una familia de dos adultos con dos niños, niñas o adolescentes, por ejemplo, un ingreso de 500 € al mes por unidad de consumo supone que los ingresos totales de ese hogar alcanzan los 1.050 € mensuales, lo que significa que cada persona debe sobrevivir con 262 euros al mes. Concretamente, la población infantil registra tasas muy elevadas en la gran mayoría de indicadores de pobreza y/o exclusión social. Los datos correspondientes a 2019 revelan que el 30,3% está en situación AROPE, el 27,4% vive en riesgo de pobreza, el 6% soporta privación material severa, el 13,1 % lo hace en pobreza severa medida con un umbral del 40% de la mediana, y el 8,4% vive en hogares con baja intensidad de empleo. Para todas las variables de pobreza y/o exclusión, las personas con discapacidad registran valores mucho más elevados que aquellas que no tienen ninguna, y esto no es una cuestión coyuntural, sino que se cumple para todos los años.
Los autores del informe concluyen afirmando que no es posible saber con exactitud en cuánto ha aumentado la pobreza y vulnerabilidad por efecto de la crisis generada por la covid-19, cuya inmediatez, velocidad y dureza es, todavía, extrema. No obstante, dada la experiencia de atención directa a personas usuarias de las entidades que forman la EAPN, unida a la exploración de las consecuencias sobre la pobreza y exclusión que tuvo la crisis económica registrada entre los años 2009 y 2013, sería lógico considerar los últimos datos de este informe -ya graves de por sí-, como un mínimo muy por debajo de la realidad. Se puede acceder al documento desde la página Web de la EAPN-ES, o bien directamente a través del siguiente enlace: El estado de la pobreza: seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2020 |
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