La institucionalización de un familiar con demencia es un proceso complicado. Tomar la decisión conlleva tiempo, consultas y reflexiones acerca de los beneficios e inconvenientes de la elección. Así lo afirma el Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias (Imserso) en una guía sobre aspectos básicos a tener en cuenta previos a la institucionalización de una persona con demencia, un documento dirigido a familiares y cuidadores de personas con enfermedad de Alzheimer o cualquier otra demencia, que han decidido ingresar a la persona en una residencia. El documento pretende informar sobre los aspectos que hay que tener en cuenta durante el proceso de institucionalización, ofreciendo pautas orientativas para favorecer la búsqueda correcta de un centro residencial, adaptado a las necesidades de la persona con demencia y de la propia familia. |
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Tal y como señala el CRE Alzheimer en su documento, una vez se ha llegado al acuerdo de ingresar a un familiar en una residencia, “los momentos previos están mediatizados por sentimientos de impotencia, indecisión, estrés y preocupación por el bienestar del familiar en un entorno que la familia desconoce”. Surgen sentimientos de abandono y desasosiego fruto del vínculo estrecho entre cuidador y enfermo, así como de culpa al pensar que la decisión tomada es “totalmente irresponsable”. Es en esos momentos de confusión y desconcierto, donde “la profesionalidad, orientación y el apoyo de los expertos de la institución” desempeñan un rol fundamental a la hora de ofrecer tranquilidad y a atenuar el importante cambio que ello genera en la vida de la persona enferma y de la familia. Se puede acceder al documento completo a través del siguiente enlace: FUENTE: INFOCOP |