Las personas con deterioro cognitivo en sus estados iniciales sufren, por ello necesitan cerca a personas con altas dotes de inteligencia emocional y de empatía. Así lo afirman la Fundación General de la Universidad de Salamanca, el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras demencias (IMSERSO) y la Fundación Reina Sofía, en una guía desarrollada de forma conjunta, bajo el título “Tiene deterioro cognitivo en fases iniciales, ¿cómo ayudarle a vivir mejor?”. El documento actualizado -que ha contado con la colaboración de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras demencias (CEAFA), la Fundación Alzheimer Cataluña y el Centro Virtual sobre el envejecimiento-, forma parte del proyecto “¡Tengo un Plan! Vivir bien con problemas de memoria”, una iniciativa cuya finalidad es la de favorecer un cambio de actitud en la relación hacia la persona mayor con deterioro cognitivo en estadios iniciales, así como mejorar su calidad de vida y el ejercicio de sus derechos. |
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Tal y como señalan los autores de la guía, las denominaciones profesionales utilizadas para hacer referencia a esta población (por ejemplo, demencia, deterioro cognitivo o Alzheimer) produce en muchas personas –tanto en las directamente afectadas y sus allegados, como en muchos profesionales- “una actitud poco favorecedora para el mantenimiento de una ‘relación normal’». A este respecto, ponen de relieve el rol de la estigmatización y los estereotipos asociados al deterioro cognitivo y a la demencia, al fomentar la tendencia a desarrollar una actitud sobreprotectora, o directamente de minusvaloración y/o de desprecio, “que minimiza el valor de la opinión y de los sentimientos de la persona afectada”. Todo ello, junto con el deterioro funcional dificulta, aún más, que la persona pueda llevar una vida “lo más normalizada y feliz posible”. Teniendo en cuenta que, actualmente, no existe un tratamiento para curar la demencia, la guía subraya la importancia de llevar a cabo un abordaje personalizado e integral, centrando la atención en aliviar las consecuencias de la enfermedad, promoviendo su bienestar, su calidad de vida y garantizando sus derechos y dignidad, lo que implica acompañarlas sin estigmatizarlas, contando con ellas, con su experiencia y sus valores, y favorecer que su ámbito más cercano y la sociedad en general también lo hagan. El documento incluye una serie de recomendaciones y propuestas de aplicación en la relación directa con la persona con problemas de memoria, en la relación con los y las profesionales así como en las relaciones con otros agentes de las comunidad. Se puede acceder a la guía directamente a través del siguiente enlace: Tiene deterioro cognitivo en fases iniciales, ¿cómo ayudarle a vivir mejor? | ||||
