España es el país con mayor tasa de repetición de curso en la Unión Europea y la OCDE: a los 15 años el 29% del alumnado ha repetido curso alguna vez. A pesar de que la normativa que regula la repetición es similar en toda la UE, se observan variaciones en las tasas de repetición escolar entre sus países, siendo dicha tasa ocho veces mayor en nuestro país que en Finlandia. De acuerdo con la Comisión Europea, aquellos países en los que se elevan estas tasas, está presente la cultura de la repetición, primando la idea socialmente compartida sobre las bondades de esta medida. Con estos datos, la organización Save The Children introduce su nuevo informe titulado Repetir no es aprender, un documento a través del cual cuestiona, a través de datos basados en la investigación, las afirmaciones más comunes que suelen argumentar la creencia de los supuestos beneficios de la repetición, entre ellas, el considerar que la repetición es una práctica frecuente y normal en los sistemas educativos para gestionar la diversidad de niveles y ritmos del alumnado, que su tasa es elevada ante el bajo nivel educativo en España y las altas ratios en las aulas, y que su implementación mejora el rendimiento y el progreso académico del/de la alumno/a, así como su esfuerzo y motivación. |
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Tal y como señala el informe, investigaciones realizadas en las últimas dos décadas concluyen que la repetición de curso reduce significativamente la autoestima y el esfuerzo (especialmente cuanto más tarde se produzca durante la escolarización), tiene un efecto nulo sobre el aprendizaje y perjudica al alumnado de bajo nivel educativo y socioeconómico. Si bien al principio puede tener efectos positivos en el mismo año de repetir, estos se disipan e, incluso, se vuelven negativos al avanzar la escolarización, contribuyendo a largo plazo al abandono escolar. En España esta medida es especialmente negativa debido al modo en que se aplica: repitiendo los mismos contenidos de la misma forma y sin pautas de acompañamiento. Para Save The Children, la ineficiencia de esta práctica viene evidenciada no solo por su nulo efecto positivo sino también por su elevado coste: tomando datos del curso 2019-2020, donde 234.500 estudiantes repiten, los costes directos de la repetición se elevan a 1.441 millones de euros, lo que supone un 6,2% del gasto público en educación primaria y secundaria obligatoria (el equivalente al presupuesto de educación de todas las islas Canarias). A su juicio, este gasto podría dedicarse a otro tipo de medidas más eficaces, tales como refuerzo extraescolar en grupos pequeños, o aumento de profesionales en el ámbito educativo para llevar a cabo labores de co-docencia, y para poder detectar y realizar seguimiento a alumnado en riesgo, entre otras. El informe concluye poniendo de relieve la importancia de emprender un cambio de cultural global en España, poniendo en marcha alternativas orientadas a reducir las tasas de repetición, mejorar el aprendizaje, el éxito escolar y la equidad. Para tal fin, expone una serie de recomendaciones y propuestas, entre ellas, las siguientes: la formación colaborativa a equipos docentes dirigida a reflexionar, experimentar y cambiar las creencias y prácticas pedagógicas sobre repetición, el desarrollo de planes de mejora de centros educativos con metas concretas vinculadas a autonomía para innovar, acompañamiento y más recursos, la formación del profesorado en estrategias eficaces de gestión de clases multinivel sin homogeneizar, la extensión del apoyo educativo (tutorías) en grupos pequeños y escuelas de verano, la Identificación temprana y preventiva del alumnado socioeconómicamente vulnerable y el acceso del alumnado vulnerable a educación infantil de 0 a 3 años de calidad. Se puede acceder al informe desde la página Web de Save the Children o bien directamente a través del siguiente enlace: |
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