¿Qué hacer si tu hija es víctima de violencia de género en la pareja?

 

En caso de que una menor esté sufriendo violencia de género en la relación de pareja es fundamental que los padres y madres acudan a asesorarse e informarse en servicios especializados en violencia de género, así como que estén preparados para ofrecer un apoyo y seguridad adecuados que ayuden a la menor a alejarse de la relación de violencia. Esta es una de las recomendaciones de la Guía de sensibilización y prevención sobre violencia de género dirigida a familias, cuya autora es Estela Pavón, publicada por el Gobierno de la Rioja. La guía aborda los conceptos básicos para entender la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones, los tipos de violencia contra la mujer (simbólica, estructural y directa), las fases del proceso de la violencia de género en la pareja (el amor romántico, la escalada de violencia y el ciclo de la violencia), la percepción de la violencia de género en los jóvenes y las nuevas tecnologías y la incidencia de este problema entre la población joven.

Además, proporciona recomendaciones específicas para los padres y madres dirigidas a identificar situación de riesgo de violencia de género en sus hijas y qué hacer en estos casos, planteando los posibles escenarios que se pueden dar en estas situaciones. De acuerdo con el texto, algunas de las señales de riesgo que pueden ser indicativas de que la menor está sufriendo violencia de género por parte de su pareja son las siguientes: Se siente rara, y se queja de dolores de cabeza, musculares, en la espalda… Está siempre muy nerviosa, deprimida, con ansiedad, irritable, muestra bruscos cambios de humor y de estado de ánimo. Presenta cambios bruscos de peso. Ha modificado su apariencia (su manera de vestir, de maquillarse…) Ha dejado actividades de ocio o deportivas que antes realizaba. Muestra una baja autoestima y no confía en sí misma, en sus opiniones o ideas. Se muestra confusa e indecisa respecto a la relación de pareja o sobre lo que es importante para ella. Se muestra muy reservada cuando su pareja está presente, no habla o si lo hace busca siempre su aprobación, tratando de anticiparse a sus reacciones. Miente u oculta conductas abusivas de su pareja. Rompen y se reconcilian con frecuencia. Sus relaciones sociales se han ido restringiendo progresivamente y en ocasiones acaban siendo prácticamente nulas. Se ha alejado de la familia. Según se recoge en la guía, “Muchas chicas se consideran autosuficientes para arreglar sus problemas de pareja sin contar con personas adultas, y cuando piden ayuda, lo normal es que se dirijan primero a su grupo íntimo de iguales. Este grupo, de gran influencia y generalmente del mismo sexo, será donde se compartan las dificultades y experiencias afectivas que van teniendo. Sin embargo, con frecuencia el grupo de iguales está formado por jóvenes con creencias y conocimientos similares. Si bien son un apoyo fundamental para la víctima, es difícil que puedan contener y orientar un proceso tan complejo como la violencia de género”. Por este motivo, el papel de apoyo por parte de los adultos cercanos es fundamental, ofreciendo un espacio de seguridad frente a la situación de violencia. Se puede acceder a la guía en la Web de Gobierno de la Rioja y a través del siguiente enlace: Guía de sensibilización y prevención sobre violencia de género dirigida a familias