La terapia cognitivo-conductual (TCC) para el tratamiento de la depresión ha mostrado una eficacia significativamente mayor que los antidepresivos en los resultados a largo plazo (de 6 a 12 meses). Es una de las conclusiones del metaanálisis realizado por el equipo de P. Cuijpers y colaboradores, publicado recientemente en la revista World Psychiatry. Se trata de la revisión sistemática más amplia realizada hasta la fecha sobre estudios de evaluación de la eficacia de la terapia cognitivo-conductual en el abordaje de pacientes con depresión. Para dicha revisión, se seleccionaron un total de 409 ensayos controlados aleatorizados (incluyendo a más de 52.000 participantes), sobre la eficacia de la terapia cognitivo-conductual para la depresión frente al placebo, la lista de espera, el tratamiento habitual, los fármacos antidepresivos, otras psicoterapias y el tratamiento combinado de psicoterapia más psicofármacos. |
| |||
Entre los resultados señalados por los investigadores, caben mencionar los siguientes:
Los resultados del metaanálisis aplicado al conjunto de investigaciones muestran que la terapia cognitivo-conductual presenta un tamaño del efecto cercano a grande (d=0,79) frente a las condiciones de control, como el placebo o lista de espera. No obstante, debido a que se ha descubierto que existe un sesgo de publicación que infla los resultados sobre la eficacia de los tratamientos para la depresión, los autores realizaron un segundo análisis controlando el posible efecto de este sesgo de publicación y ponderando los estudios con menor o mayor riesgo de sesgos. Incluso en este segundo análisis, se observó que el tamaño del efecto de la eficacia de la terapia cognitivo-conductual es moderado (d=0,47). La terapia cognitivo-conductual mostró su eficacia en el seguimiento a largo plazo (de 10 a 12 meses) con un tamaño del efecto moderado (d=0,49). En el seguimiento a dos años, el tamaño del efecto fue bajo (d=0,22), si bien los investigadores señalan que la escasez de estudios que incluyen estas medidas temporales (tan sólo 8 de los 409) no permite establecer conclusiones definitivas. En relación con las tasas de respuesta, alrededor del 42% de los pacientes respondieron con éxito a la terapia cognitivo-conductual, en comparación con el 19% de los grupos control. El porcentaje de pacientes recuperados tras la aplicación de la terapia cognitivo-conductual, es decir, que se mostraron en un nivel subclínico al finalizar la terapia, fue del 36% frente al 15% de cualquiera de los grupos control. De acuerdo con estos cálculos, el número de pacientes que será necesario tratar (NNT) para que la terapia cognitivo-conductual sea beneficiosa es de 3,6, es decir, para que una persona se recupere de la depresión es necesario tratar a 3,6 pacientes. Si bien todavía existe un amplio rango de mejora de la eficacia de la terapia cognitivo-conductual – puesto que, según los datos aportados en el metaanálisis, el 58% de los pacientes no responde adecuadamente a la intervención y el 64% sigue presentando niveles clínicos de depresión tras el tratamiento-, estos resultados son comparables a los encontrados con los antidepresivos y el tratamiento combinado, según informan los autores. En lo que respecta a la comparación de la eficacia de la terapia cognitivo-conductual con antidepresivos, y como se ha mencionado, los autores de la revisión sistemática no encontraron diferencias entre estas dos alternativas al evaluar sus efectos a corto plazo, mientras que después de 6 a 12 meses finalizada la intervención, la TCC mostró resultados significativamente superiores a los fármacos antidepresivos. Los efectos de la TCC son comparables a los de las farmacoterapias a corto plazo, pero la TCC es significativamente más efectiva entre los 6 y los 12 meses, señalan los autores en el artículo. Finalmente, los autores investigaron la eficacia de la terapia cognitivo-conductual frente a otras terapias psicológicas, en concreto: la terapia interpersonal, la activación conductual y otras alternativas psicológicas que clasificaron como otros y que englobaban 46 estudios. Asimismo, se comparó la eficacia de la terapia cognitivo-conductual en sus diferentes modalidades: individual, grupal y autoayuda guiada. Los resultados de estas comparaciones revelaron que todas las terapias psicológicas, así como cualquier modalidad de aplicación de la terapia cognitivo-conductual, mostraron una eficacia similar a la terapia cognitivo-conductual en formato individual. Tan sólo la TCC en formato de autoayuda, si bien fue eficaz, mostró un tamaño del efecto ligeramente menor (0,45). En definitiva, si bien los resultados de este metaanálisis muestran que la psicoterapia y los medicamentos antidepresivos tienen aproximadamente el mismo nivel de eficacia (al menos a corto plazo), los resultados a largo plazo y la ausencia de efectos adversos son argumentos de peso para considerar las terapias psicológicas como tratamiento de primera elección para la depresión (más información aquí). Fuente: Cuijpers, P., Miguel, C., Harrer, M., Plessen, C. Y., Ciharova, M., Ebert, D., & Karyotaki, E. (2023). Cognitive behavior therapy vs. control conditions, other psychotherapies, pharmacotherapies and combined treatment for depression: A comprehensive meta-analysis including 409 trials with 52,702 patients. World Psychiatry, 22, 105-115. DOI:10.1002/wps.21069 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario