El hecho de que un alto porcentaje de pacientes con alucinaciones auditivas persecutorias no responda a la medicación antipiscótica, animó a este equipo de investigadores a desarrollar una nueva terapia que permite al paciente crear un avatar, humano o no, que representa a la entidad o personaje que creen que les está persiguiendo.
El tratamiento, que han llevado a cabo con una muestra de 26 pacientes, consta de 6 sesiones de 30 minutos. Mediante un programa informático, el paciente elige el rostro y la voz del avatar. El programa permite distorsionar la voz del terapeuta para que hable con el paciente en tiempo real utilizando la voz seleccionada por el propio paciente.
A lo largo de la sesión, el terapeuta se encuentra en una habitación contigua. De este modo, puede alternar sus intervenciones como avatar con la voz distorsionada o como el propio terapeuta. Durante el tratamiento se le pide al paciente que hable con el avatar y se enfrente a él poco a poco, de forma que van aprendiendo a tomar el control de sus alucinaciones, y van ganando confianza en sí mismos. A pesar de que los pacientes interactúan con el avatar como si fuera una persona real, saben que no puede hacerles daño, a diferencia de las voces, que a menudo les amenazan con matarles o atacar a su familia. De esta forma, el avatar va estando poco a poco bajo el control del paciente, y va pasando de ser persecutorio a amable.
Este tratamiento fue evaluado en un ensayo controlado aleatorio. Un grupo, pasó directamente al tratamiento con avatar, y otro grupo continuó con una terapia estándar (ingesta del medicamento antipsicótico habitual y las citas regulares con su médico) durante 7 semanas, y luego pasó a la terapia con avatar.
Se hicieron 3 evaluaciones: al inicio, 1 semana después de iniciar la terapia y 3 meses más tarde. Los resultados mostraron que, de los 26 pacientes que participaron en el ensayo, 16 recibieron el tratamiento y se beneficiaron de una reducción significativa de la intensidad y frecuencia de las voces, así como de la interferencia en su vida. También hubo una mejoría significativa en la maldad y la omnipotencia de las voces. A los 3 meses de seguimiento hubo una mayor reducción en la frecuencia e intensidad de las voces. Además se detectó una reducción significativa en los síntomas depresivos cuando se compararon las puntuaciones al final de la terapia con las del seguimiento a los 3 meses.
Los efectos más asombrosos del tratamiento de dieron en 3 pacientes que llevaban oyendo voces desde hace 16 (A), 13 (B) y 3,5 (C) años, respectivamente. El paciente A había dejado la medicación hace 3 años, y B y C tomaban medicación regularmente. Los pacientes A y C dejaron de escuchar las alucinaciones después de la segunda sesión y el paciente B después de la quinta. A los 3 meses los tres pacientes seguían sin oír las voces.
La brevedad de la terapia y su importante éxito en la disminución de los síntomas, requiere ahora que se exploren a fondo los mecanismos que hacen que se estén dando estos resultados en pacientes que no han respondido adecuadamente a la medicación antipsicótica.
Tras este ensayo, es necesario ver si un equipo independiente de investigadores son capaces de replicar estos hallazgos, con una muestra mayor, y averiguar porqué funciona la terapia con avatar, con el objetivo de determinar para qué pacientes es un tratamiento adecuado y eficaz.
Referencia del artículo completo:
Leff, J.; Williams, G.; Huckvale, M.; Arbuthnot, M. and Leff A.P. (2013). Avatar therapy for persecutory auditory hallucinations: What is it and how does it work? Psychosis, http://dx.doi.org/10.1080/17522439.2013.773457.
FUENTE: Infocop
No hay comentarios:
Publicar un comentario