Se trata del primer estudio que muestra una clara distinción entre ambos trastornos al examinar la actividad cerebral asociada con la memoria de trabajo y la atención en estos grupos de pacientes.
El síndrome de Gilles de la Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por la presencia de tics vocales (repetición de sonidos y ruidos, palabras o frases) y tics motores (movimientos involuntarios, repentinos, estereotipados y arrítmicos), que aparece típicamente en la infancia entre los 2 y los 15 años de edad. Se estima que entre el 0,05% y el 3% de la población infantil presenta este síndrome, así como el 1% de la población adulta.
La asociación del síndrome de Gilles de la Tourette con otras enfermedades mentales es algo habitual, lo que dificulta su adecuado diagnóstico. En lo que respecta al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), éste suele presentarse asociado a estos pacientes entre el 30% y el 50% de los casos, un porcentaje significativamente superior al de la población general. El TOC consiste en la presencia de obsesiones (pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que son vividos como intrusivos causando un malestar significativo), y compulsiones o comportamientos repetitivos que la persona se ve obligada a realizar para neutralizar dichas obsesiones. El tratamiento del TOC es fundamental ya que puede llegar a interferir notablemente con el funcionamiento diario de la persona.
En el estudio anteriormente mencionado, la muestra estaba formada por 4 grupos:
- Personas afectadas de síndrome de Gilles de la Tourette y TOC.
- Individuos con síndrome de Gilles de la Tourette, pero sin síntomas de TOC.
- Pacientes diagnósticos de TOC.
- Grupo control formado por personas sin problemas neurológicos o psiquiátricos.
Los resultados mostraron diferencias significativas en la actividad cerebral asociada a la memoria de trabajo. En concreto, las personas afectadas por Gilles de la Tourette presentaron un aumento de la actividad cerebral asociada a la memoria de trabajo mientras que los participantes con ambos trastornos (síndrome de Gilles de la Tourette y TOC) mostraron una actividad cerebral más baja, en comparación con el grupo control. En otras palabras, parece que la presencia de TOC combinado con Gilles de la Tourette provoca una reducción significativa de la actividad cerebral asociada a la memoria de trabajo.
La alta comorbilidad del Síndrome de Gilles de la Tourette con otros trastornos (con una prevalencia de patología coexistente de un 90%) hace que sea un trastorno complejo de difícil identificación, por lo que este hallazgo puede tener importantes repercusiones en la confirmación del diagnóstico para las personas afectadas, así como en la determinación del tratamiento a seguir en este grupo de pacientes que presentan comorbilidad asociada.
El artículo completo puede consultarse en la revista Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry: Thibault G., Felezeu M., O'Connor K.P., Todorov C., Stip E., Lavoie M.E. (2008). Influence of comorbid obsessive-compulsive symptoms on brain event-related potentials in Gilles de la Tourette syndrome. Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry, 32 (3), 803-815.
El artículo completo puede consultarse en la revista Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry: Thibault G., Felezeu M., O'Connor K.P., Todorov C., Stip E., Lavoie M.E. (2008). Influence of comorbid obsessive-compulsive symptoms on brain event-related potentials in Gilles de la Tourette syndrome. Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry, 32 (3), 803-815.
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