Anteriores trabajos ya habían encontrado una clara correlación entre escaso nivel educativo, bajos ingresos, deudas o desempleo con una mayor tasa de enfermedad mental. Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad Libre de Ámsterdam, apunta en la misma dirección pero añade un nuevo indicador subjetivo: estrés económico percibido. Este nueva vara de medir no es exclusivo de individuos de un bajo nivel socioeconómico, sino que también pueden sufrirlo los ricos. El estudio, publicado en la revista Journal of Epidemiology & Community Health, ha encontrado relación entre percibir preocupaciones económicas y padecer trastornos depresivos, de ansiedad, o ambos.
Los participantes en el inédito estudio que admiten padecer estrés de origen económico tenían un nivel de ingresos inferior a aquellos participantes sin preocupaciones financieras. Aquellos con preocupaciones monetarias medias o severas tenían más posibilidades de sufrir trastornos mentales independientemente de su nivel de ingresos. Otra conclusión del estudio es que cuánto mayor era la preocupación económica personal de los estudiados, más dados eran a sufrir depresión y ansiedad.
El psiquiatra José Valdecasas se muestra crítico con las conclusiones que se pueden extraer de este estudio. Opina que centrarse en que “los problemas económicos provocan depresión, es un tipo más de medicalización de los malestares vitales. En este caso, desviando la atención desde un problema social de crisis económica a una cuestión de trastorno mental individual”.
La crisis en España
Otra investigación, publicada en el 2012 en “European Journal of Public Health” encuentra efectos perniciosos en la salud mental de los españoles. Entre 2006 y 2010, años de bonanza económica y de recesión económica respectivamente, la depresión mayor ha aumentado más de 19 puntos porcentuales. En 2006, el 28,9% de las personas que acudían a un centro de salud demandando atención mental sufrían depresión. Cuatro años después, en plena recesión, ese porcentaje había subido hasta el 47,5%. Otros trastornos que han aumentado con la crisis son la distimia (10 puntos), y la ansiedad y los trastornos de pánico (8,4 y 6,4 puntos porcentuales respectivamente). Los problemas con el alcohol también se han incrementando desde el inicio de la recesión económica, aunque en menor medida. El estudio estima que los culpables de un tercio de los casos de depresión mayor son los riesgos combinados de desempleo y dificultades para pagar la hipoteca.
A menor desigualdad, menos problemas de salud mental
“Entre los países desarrollados con los niveles más altos de desigualdad se encuentran Reino Unido y EE.UU., y entre aquellos con niveles más bajos y, por ende, menos problemas de salud mental, Suecia, Finlandia y los Países Bajos”, afirma el doctor en Psiquiatría Fernando Pérez del Río. España ha experimentado el mayor incremento en desigualdad económica de la Unión Europea, casi cinco veces mayor que la media de la UE-15, según el Informe de Exclusión y Desarrollo Social de Cáritas y la Fundación Foess. La correlación entre la prevalencia de la enfermedad mental y la desigualdad de ingresos sitúa a España ante una posible “epidemia” que afecte a la psique. Un dato sorprendente: hay cinco veces más trastornos mentales en Estados Unidos que en Shangái. Otro: ser pobre y vivir en una zona rica puede resultar más dañino para la salud que ser aún más pobre pero vivir en una zona de extrema miseria. Pérez del Río apostilla: “Una baja condición social conlleva una baja autoestima y una autoevaluación negativa. La desigualdad económica favorece el aumento de los trastornos mentales y contribuye a crear una sociedad ansiógena, estresada y frágil. No olvidemos que el trastorno mental también es una construcción social”.
“Una plantilla saturada”
¿Cómo han afectado los recortes en Sanidad a salud mental? “En mi entorno se ha dejado de contratar a nuevos profesionales, con lo que una plantilla ya infradotada queda totalmente saturada ante el aumento de la demanda”, afirma el psiquiatra Valdecasas desde Tenerife. La Asociación Madrileña de Salud Mental (AMSM), en su último informe sobre la salud mental en Madrid, calcula que “se han perdido entre un 5 y un 10 % de profesionales en los servicios de salud mental”. Una de la consecuencias del Plan de Salud Mental 2010-2014 es que “está aumentando la desigualdad de recursos y de prestaciones entre las distintas áreas sanitarias. Reciben más atención aquellos pacientes que menos la necesitan y se empeora la atención de los pacientes más graves, que requieren intervenciones complejas, prolongadas y multidisciplinares”.
Problemática relación entre suicidios y crisis
Aunque no hay consenso científico respecto al aumento de los suicidios en España a consecuencia de la crisis económica, un nuevo estudio publicado en la revista British Medical Journal resalta que “los sucesos económicos relacionados con la austeridad en Grecia se corresponden con cambios estadísticamente significativos en los suicidios”. El máximo histórico de los treinta años estudiados se alcanzó en 2012, concluyendo que los recortes han causado un incremento de los suicidios en Grecia.
Un trabajo realizado en 2013 analizó la base de datos de la OMS y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos sobre suicidios y las cotejó con las cifras de desempleo y PIB del Fondo Monetario Internacional. Encontraron una correlación entre el incremento en la tasa de suicidios y los altos niveles de desempleo, en especial en aquellos países que partían de una situación previa de poco paro. El número de suicidas creció un 3,3% al año siguiente del crack bancario de 2008, según este estudio en 54 países. Una investigación realizada en España en 2013, publicada también en la British Medical Journal, vincula los recortes en Sanidad y la crisis con el aumento de suicidios en España. El trabajo resalta también que la crisis ha aumentado los casos atendidos de depresión en el país y apuntan que en Cataluña ya ha habido un repunte de suicidios e intentos de suicidios.
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