El 25% de los trabajadores europeos afirma que experimenta estrés relacionado con el trabajo durante toda o casi toda su jornada laboral. Esta es una de las conclusiones del informe europeo Los riesgos psicosociales en Europa: Prevalencia y estrategias para la prevención (Psychosocial risks in Europe: Prevalence and strategies for prevention), un documento realizado de forma conjunta entre la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) y la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), y que se enmarca dentro de la campaña europea Trabajos saludables: Gestionemos el estrés (https://www.healthy-workplaces.eu/en) iniciada por la EU-OSHA con el propósito de sensibilizar sobre el creciente problema de los riesgos psicosociales, impulsar la gestión de dichos riesgos en las empresas mediante instrumentos prácticos e identificar buenas prácticas en esta tarea.
Este nuevo informe presenta información comparativa sobre la prevalencia de los riesgos psicosociales en los trabajadores y analiza cómo se asocian estos riesgos con la salud y el bienestar. Asimismo, señala el grado en que las empresas adoptan medidas para combatir los riesgos psicosociales y detalla qué tipo de intervenciones pueden realizar para tal fin. Incluye además un resumen de las políticas en seis Estados miembros.
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Según los datos recogidos en el documento, el 25% de los trabajadores reconoce que experimenta estrés laboral durante toda o casi toda su jornada de trabajo, y un porcentaje similar afirma que su empleo incide de forma negativa en su salud.
Los riesgos psicosociales señalados como más frecuentes están relacionados con el tipo e intensidad de tareas que desempeñan los trabajadores. Tal y como indica el informe, una intensidad de trabajo elevada suele conllevar efectos negativos en la salud y el bienestar, y puede desembocar en estrés laboral.
Si bien la incidencia de riesgos psicosociales ha disminuido desde el 2005, en los últimos años se ha detectado un incremento en la inseguridad laboral. De hecho, según el texto, una quinta parte de los empleados sigue trabajando largas jornadas o tiene horarios irregulares.
El informe alerta que, en algunos países, ha habido un aumento en los casos de presión laboral y de violencia y acoso. Un hecho que, según los autores, puede atribuirse a “cambios en el lugar de trabajo provocados por la crisis económica”. A pesar de que la violencia y el acoso se denuncian con menos frecuencia, el texto aconseja no perder de vista sus efectos negativos sobre el bienestar.
Por contra, hay algunas condiciones de trabajo cuya influencia sobre el bienestar resulta positiva, tales como la conciliación entre la vida profesional y personal o el apoyo social, entre otras.
Aunque las condiciones laborales de los trabajadores difieren según el sector, se identifican diferencias de género que no dependen necesariamente del sector laboral, por ejemplo, el aumento de horas de trabajo en los hombres o una mayor dificultad para las mujeres para desarrollar su carrera profesional.
En lo que se refiere a las empresas, la mayoría coincide en señalar los riesgos psicosociales como uno de los principales motivos de preocupación, siendo el estrés laboral el más reportado (por el 80% de los directivos).
Otras preocupaciones reportadas por los directivos, en base al análisis de riesgos individuales, serían la presión de tiempo así como los clientes, pacientes y trabajadores subalternos difíciles.
No obstante, a pesar de los datos anteriores, sólo menos de un tercio de las empresas tienen establecidos procedimientos para la prevención de riesgos.
Este tipo de intervenciones realizadas a nivel de empresa deben basarse, según indica el informe, en un proceso estructurado que exige cambios en el entorno laboral, y cuyo éxito se incrementa con la participación activa de los trabajadores.
El documento es tajante al afirmar que la eficacia de la información que se facilita a las empresas para ayudar a combatir los riesgos psicosociales, es mayor cuando se articula en una estrategia que pueda dirigirse a la predisposición al cambio de las empresas y a los riesgos específicos de cada empresa y sector.
A este respecto, asegura “las empresas cosechan más éxitos en el ámbito de la prevención de riesgos psicosociales cuando ya cuentan con una gestión eficaz de la salud y la seguridad en el trabajo”.
A nivel político, el informe menciona las iniciativas de legisladores e interlocutores sociales para apuntalar la adopción de medidas para la prevención de riesgos psicosociales. En esta línea, se considera el diálogo social como el motor para mejorar las condiciones de trabajo. El informe ofrece diversos ejemplos, haciendo mención expresa en las políticas formuladas para prevenir el riesgo psicosocial en los Estados miembros (a través de la legislación o de la inspección), el uso de herramientas prácticas o la participación de los interlocutores sociales, subrayando la disparidad de políticas en todos los países europeos que puede explicarse, según el texto, por las diferentes tradiciones de diálogo social y los enfoques de los distintos gobiernos, a menudo relacionados “con la importancia que los países otorgan a los riesgos psicosociales”.
Como recomendación, el informe insta a los responsables de la formulación de políticas, y otras partes interesadas en mejorar las condiciones de trabajo y la prevención de riesgos, a considerar los riesgos psicosociales específicos en diferentes grupos de trabajadores. Según el texto, en consonancia con el objetivo de la Estrategia Europa 2020 de aumentar las tasas de empleo, se debe prestar especial atención a la prevención de los riesgos a los que los trabajadores se ven expuestos con mayor frecuencia, como los problemas específicos relacionados con el tipo de tarea o con una intensidad de trabajo elevada, y los que tienen un gran impacto en la sostenibilidad laboral, como la violencia o el acoso.
Asimismo, pide a los responsables políticos que reflexionen sobre la manera de aumentar la participación de las mujeres en el mercado de trabajo, además de mantener y mejorar las condiciones de trabajo en general, y recomienda la formulación de políticas holísticas sobre empleo, desarrollo profesional, apoyo socioeconómico y reestructuración, con el fin de abordar de forma eficaz las causas y las consecuencias de la inseguridad laboral.
Para ver el informe completo y su resumen ejecutivo, pincha los siguientes enlaces:
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lunes, 9 de febrero de 2015
Los riesgos psicosociales en Europa: prevalencia y estrategias para la prevención
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