El Observatorio Español de las Drogas y las Toxicomanías ha publicado en su página Web el Informe titulado Alcohol, tabaco y drogas ilegales, correspondiente al año 2016.
Este documento ofrece una visión global de la evolución y características del consumo de sustancias psicoactivas (incluyendo alcohol, tabaco, hipnosedantes, drogas ilegales y nuevas sustancias), y los problemas asociados en España. Para tal fin, emplea información procedente de diversas fuentes, tales como los datos de la última Encuesta sobre Uso de Drogas en las Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), junto con otros indicadores clave incluidos en el Plan Estadístico Nacional, entre ellos, las admisiones a tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas, las urgencias hospitalarias en consumidores de sustancias psicoactivas, o los casos de mortalidad por reacción aguda a sustancias psicoactivas.
Además de los datos de salud, este Informe incluye información procedente del Ministerio del Interior y del Ministerio de Hacienda y Función Pública sobre ventas de tabaco, decomisos, precio y pureza de drogas ilegales, detenidos por tráfico de drogas y denuncias por consumo y/o tenencia ilícita de drogas.
El documento se estructura en cuatro capítulos, a lo largo de los cuales se presenta información relativa al consumo, percepciones y opiniones de la población ante las drogas, los problemas relacionados con las mismas, el consumo problemático y los objetivos, estructura y actividades realizadas por el Sistema Español de Alerta Temprana (SEAT).
A continuación presentamos algunas de las principales conclusiones del Informe:
- En general, se observan diferencias de género en el consumo de sustancias: mientras que el consumo de drogas ilegales está más extendido entre los hombres, entre las mujeres es mayor el consumo de drogas legales, principalmente hipnosedantes, cuyo porcentaje de consumo se duplica con respecto a ellos.
- A razón de los datos disponibles, las sustancias con mayor prevalencia de consumo son el alcohol (78%), el tabaco (41%) y los hipnosedantes (12%), seguidos del cannabis (9%) y la cocaína (2%).
- El inicio de consumo más precoz es para las bebidas alcohólicas (17 años), seguidas del cannabis (19 años). El más tardío sigue siendo el de los hipnosedantes (35 años). Las prevalencias de consumo de sustancias son mayores en el grupo de 15 a 34 años, salvo en el caso de los hipnosedantes, pues su uso se incrementa a partir de los 35 años.
- El alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida y también la que se percibe como menos peligrosa. Su prevalencia de consumo mantiene una tendencia estable y en niveles altos desde la década de los noventa. Si bien el consumo intensivo, las borracheras y el binge drinking presentan una tendencia global descendente, sus prevalencias siguen siendo elevadas, asociándose a un mayor uso de drogas ilegales (policonsumo).
- Con respecto al uso del tabaco, desde 2007 se detecta un descenso y cierta estabilización en el porcentaje de fumadores diarios, en parte relacionado, en opinión de los autores de este Informe, con el debate social y la posterior implementación de la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco. La percepción de riesgo ante el consumo diario de tabaco se estabiliza y casi la totalidad (89,7%) de los jóvenes opina que “puede producir muchos problemas de salud”. Se observa cómo el aumento de la percepción de riesgo coincide con un descenso de las prevalencias de consumo.
- Desde 2005, ha descendido ligeramente el consumo de cannabis entre la población general, mostrando su uso diario cierta estabilización. Sin embargo, el cannabis se erige como la droga ilegal más consumida por los jóvenes, siendo, tras el alcohol y el tabaco, la sustancia psicoactiva más disponible. Pese a la información existente y la evidencia actual en torno a sus efectos perniciosos, los jóvenes tienen una baja percepción del riesgo asociado a esta droga. De hecho, aún persiste la consideración de que el tabaco es más peligroso que el cannabis.
- En relación con las nuevas sustancias psicoactivas, en términos generales, sus prevalencias de consumo son más bajas que las de las drogas “clásicas”. No obstante, aunque se trata de un fenómeno minoritario en España (vigilado activamente a través del Sistema Español de Alerta Temprana), su popularidad y accesibilidad ha aumentado en los últimos años -sobre todo a través de Internet-, tanto en España como en Europa y en el resto del mundo, por ello, el informe pone de relieve la trascendencia de disponer de información actualizada sobre la situación de las nuevas sustancias psicoactivas en jóvenes.
- En cuanto al modo de prevención, los ciudadanos consideran que las medidas de mayor eficacia para prevenir el consumo de sustancias son las formativas (90%), las de tratamiento (83%), el control policial (81%) y la restricción legal (77%). Entre las medidas menos populares se encuentran la legalización de las drogas (el 20% considera que es una medida eficaz) y la legalización del cannabis (33%).
- Por otro lado, si atendemos las admisiones a tratamiento por abuso o dependencia de sustancias psicoactivas, se constata un patrón de policonsumo de drogas firmemente establecido. El peso del cannabis es cada vez mayor, tanto en las urgencias hospitalarias como en el conjunto de las admisiones (es la segunda droga en el total de admisiones a tratamiento) y en las primeras admisiones (desde 2012 el cannabis se sitúa como la droga que ocasiona más admisiones a tratamiento por primera vez). Tal y como muestran los datos procedentes del resto de indicadores y de las encuestas nacionales, el cannabis ocupa una parcela importante en el ámbito de los consumos de drogas en España y su presencia se ha consolidado en los últimos años. Las admisiones a tratamiento por hipnosedantes (tranquilizantes, sedantes o somníferos) muestran una tendencia claramente ascendente. En este caso, el porcentaje de mujeres en las admisiones a tratamiento es mucho más elevado que en el resto de sustancias, superando el 38,2% del total de admisiones.
- La cocaína se mantiene como la droga asociada con el mayor número de episodios de urgencias, seguida del alcohol. Debe tenerse en cuenta que el alcohol se registra, únicamente, cuando se presenta junto con otra droga, por lo que las cifras registradas para los episodios vinculados con el consumo de alcohol representan datos parciales del impacto de su consumo en los servicios de urgencias.
- Según señalan los autores del Informe, la mortalidad relacionada con el consumo de sustancias psicoactivas es un dato relevante, dado que es “un reflejo del impacto social y sanitario” del uso de dichas sustancias. Sin embargo, advierten, “la recogida de información no es una tarea fácil pues las defunciones son, en ocasiones, difíciles de clasificar”. A este respecto, pese a que en la mayor parte de las defunciones registradas no se mostraron evidencias de suicidio, en 2014 se observa un incremento de casos en los que sí se detectan este tipo de evidencias. En ellos, las sustancias detectadas son principalmente hipnosedantes (presente en el 83,3% de las defunciones), seguidas de los opioides (46.3%) y el alcohol (38,9%).
El informe se encuentra accesible desde la página Web del Ministerio: http://www.pnsd.msssi.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/informesEstadisticas/pdf/2016_INFORME_OEDT.pdf , o bien a través del siguiente enlace: www.infocoponline.es/pdf/ALCOHOLTABACOYDROGAS2016.pdf
FUENTE: INFOCOP
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