lunes, 27 de febrero de 2023

El riesgo de mala salud mental entre los trabajadores españoles en aumento un año después del inicio de la pandemia

 

Las malas condiciones laborales, tales como los bajos salarios o la inseguridad laboral, tienen un impacto negativo en la salud de los trabajadores españoles, constituyendo un grave problema de salud pública en España. Así lo concluye la encuesta Condiciones de Trabajo y Salud (COTS), realizada por el grupo de investigación POWAH de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) en colaboración con el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de Comisiones Obreras (CC OO), con el objetivo de evaluar las condiciones laborales y la salud entre los trabajadores de nuestro país.

La encuesta, que evalúa entre otras cuestiones, la presencia de riesgos psicosociales, problemas de sueño y consumo de psicofármacos entre los trabajadores españoles, fue aplicada por primera vez a finales de abril de 2020, con la situación excepcional generada por la pandemia de COVID-19 y ha vuelto a aplicarse nuevamente un año después del inicio de la pandemia a una muestra de 25.100 participantes, lo que permite observar la evolución de estos indicadores en la población española.

 

Autor: energepic.com Fuente: pexels Fecha descarga: 30/08/2021

De acuerdo con los últimos resultados obtenidos en 2021, el 60,6% de los encuestados presenta riesgo de problemas de salud mental derivado de sus condiciones laborales, siendo este porcentaje superior en el caso de las mujeres frente a los hombres (con un 66,9% frente a un 54,8%). Respecto al rango de edad en el que este riesgo es más prevalente es el de los jóvenes hasta los 34 años (con un 68,2%).  A su vez, 4 de cada 10 participantes señala presentar problemas de sueño “muchas veces o siempre durante las últimas cuatro semanas”, siendo este problema más prevalente, de nuevo, en el grupo de mujeres y en el de jóvenes.

La falta de un salario que cubra las necesidades básicas se sitúa como el principal factor que contribuye a este riesgo de mala salud mental y a los problemas de sueño, de forma que entre los encuestados que señalaron que su salario no era suficiente, el porcentaje de personas con riesgo de mala salud mental ascendió a un 73,8%, y el de problemas de sueño a un 51%.

El análisis según el tipo de empleo revela que los/as auxiliares de geriatría y gerocultoras/es se encuentran entre las profesiones con mayor riesgo de mala salud mental (71,4%) y de problemas de sueño (55,7%). Otros empleos en los que el riesgo de mala salud mental está muy presente son los ayudantes de cocina y comida rápida y trabajadores/as de tiendas de alimentación y supermercados.

Alternativamente, el consumo de psicofármacos en el último año para tratar los problemas de sueño, del tipo de tranquilizantes/sedantes y somníferos está presente en el 23,9% de la muestra, mientras que el de analgésicos opioides en el 16,9%. Como era de esperar, las mujeres y las personas con salarios más bajos son las que mayor consumo hacen de este tipo de fármacos. Así, según los resultados del estudio, el 29,6% de las mujeres consumieron tranquilizantes en el último mes y un 21,2% opioides, mientras que el 31,5% de las personas con salarios insuficientes consumieron tranquilizantes y el 24,5% opioides. Las auxiliares técnicas sociosanitarias que trabajan en el domicilio y gerocultoras son las ocupaciones en las que este consumo está más presente, de forma que el uso de tranquilizantes en el último mes es del 40,2% y del 37%, respectivamente, y el de opioides cerca del 40% también en ambos casos.

Al comparar los resultados de 2021 con los de finales de abril de 2020, se observa que, a pesar del avance en el control de la pandemia y de las medidas laborales adoptadas para mitigar su impacto, el riesgo de mala salud mental ha seguido en aumento, sobre todo en las mujeres y en las personas con salarios insuficientes, que han sufrido un incremento del 6,6%, mientras que el consumo de psicofármacos se ha mantenido estable.

Los resultados obtenidos un año después del inicio de la pandemia ponen de manifiesto que las medidas adoptadas son insuficientes y que los problemas de salud mental se mantienen a largo plazo, por lo que resulta imprescindible invertir mayores esfuerzos y mejorar la concienciación social sobre la importancia del cuidado de la salud mental entre los trabajadores.

Se puede acceder al informe en el siguiente enlace:

Condiciones de trabajo y salud tras un año de pandemia

FUENTE: INFOCOP