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miércoles, 20 de diciembre de 2023

Repetir curso reduce significativamente la autoestima y el esfuerzo del alumno, según advierte Save The Children

 

España es el país con mayor tasa de repetición de curso en la Unión Europea y la OCDE: a los 15 años el 29% del alumnado ha repetido curso alguna vez. A pesar de que la normativa que regula la repetición es similar en toda la UE, se observan variaciones en las tasas de repetición escolar entre sus países, siendo dicha tasa ocho veces mayor en nuestro país que en Finlandia. De acuerdo con la Comisión Europea, aquellos países en los que se elevan estas tasas, está presente la “cultura de la repetición”, primando la idea socialmente compartida sobre las bondades de esta medida.

Con estos datos, la organización Save The Children introduce su nuevo informe titulado “Repetir no es aprender”, un documento a través del cual cuestiona, a través de datos basados en la investigación, las afirmaciones más comunes que suelen argumentar la creencia de los “supuestos beneficios” de la repetición, entre ellas, el considerar que la repetición es una práctica frecuente y normal en los sistemas educativos para gestionar la diversidad de niveles y ritmos del alumnado, que su tasa es elevada ante el bajo nivel educativo en España y las altas ratios en las aulas, y que su implementación mejora el rendimiento y el progreso académico del/de la alumno/a, así como su esfuerzo y motivación.

Foto: Yan Krukov Fuente: pexels Fecha descarga: 15/09/2021

Tal y como señala el informe, investigaciones realizadas en las últimas dos décadas concluyen que la repetición de curso reduce significativamente la autoestima y el esfuerzo (especialmente cuanto más tarde se produzca durante la escolarización), tiene un efecto nulo sobre el aprendizaje y perjudica al alumnado de bajo nivel educativo y socioeconómico. Si bien al principio puede tener efectos positivos en el mismo año de repetir, estos se disipan e, incluso, se vuelven negativos al avanzar la escolarización, contribuyendo a largo plazo al abandono escolar. En España esta medida es especialmente negativa debido al modo en que se aplica: repitiendo los mismos contenidos de la misma forma y sin pautas de acompañamiento.

Para Save The Children, la ineficiencia de esta práctica viene evidenciada no solo por su “nulo efecto positivo” sino también por su elevado coste“tomando datos del curso 2019-2020, donde 234.500 estudiantes repiten, los costes directos de la repetición se elevan a 1.441 millones de euros, lo que supone un 6,2% del gasto público en educación primaria y secundaria obligatoria (el equivalente al presupuesto de educación de todas las islas Canarias)”. A su juicio, este gasto podría dedicarse a otro tipo de medidas más eficaces, tales como refuerzo extraescolar en grupos pequeños, o aumento de profesionales en el ámbito educativo para llevar a cabo labores de co-docencia, y para poder detectar y realizar seguimiento a alumnado en riesgo, entre otras.

El informe concluye poniendo de relieve la importancia de emprender un cambio de cultural global en España, poniendo en marcha alternativas orientadas a reducir las tasas de repeticiónmejorar el aprendizaje, el éxito escolar y la equidad. Para tal fin, expone una serie de recomendaciones y propuestas, entre ellas, las siguientes: la formación colaborativa a equipos docentes dirigida a reflexionar, experimentar y cambiar las creencias y prácticas pedagógicas sobre repetición, el desarrollo de planes de mejora de centros educativos con metas concretas vinculadas a autonomía para innovar, acompañamiento y más recursos, la formación del profesorado en estrategias eficaces de gestión de clases multinivel sin homogeneizar, la extensión del apoyo educativo (tutorías) en grupos pequeños y escuelas de verano, la Identificación temprana y preventiva del alumnado socioeconómicamente vulnerable y el acceso del alumnado vulnerable a educación infantil de 0 a 3 años de calidad.

Se puede acceder al informe desde la página Web de Save the Children o bien directamente a través del siguiente enlace:

Repetir no es aprender. Mitos desmentidos y alternativas posibles a una práctica ineficiente e inequitativa

jueves, 9 de noviembre de 2023

Cuaderno para trabajar la autoestima

 

La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos; todos desarrollamos una autoestima suficiente o deficiente, positiva o negativa, alta o baja…, aunque no nos demos cuenta. Lo que importa es desarrollarla de la manera más REALISTA y POSITIVA posible y que nos permita descubrir nuestros recursos personales, para apreciarlos y utilizarlos debidamente, así como nuestras deficiencias, para aceptarlas y superarlas en la medida de nuestras posibilidades.

Con esta introducción, INFOSAL (Infancia, Formación y Salud) presenta un cuaderno para trabajar la autoestima en niños, niñas y adolescentes, a través de actividades y juegos, dirigidos a explorar la propia autoestima, descubrir pensamientos erróneos y cambiarlos por pensamientos más realistas, etc.

El documento incluye una serie de recomendaciones y un modelo de diploma de “Licenciado en autoestima” para descargar. 

Fuente: rodnae productions Fecha descarga: 05/04/2022

Se puede acceder al cuaderno desde la página de INFOSAL o bien directamente aquí:

Trabajamos autoestima

martes, 24 de octubre de 2023

Guía para jóvenes para cultivar la autoestima y el autoreconocimiento

 

La adolescencia es un periodo de riesgo para el desarrollo de problemas de salud mental y el inicio de relaciones de pareja conflictivas. Sentar las bases para el establecimiento de relaciones sanas y fomentar el amor propio de los adolescentes constituye un factor de protección frente a estos problemas. Este es el objetivo de la guía Despatriarcando el amor, editada por el Gobierno de Canarias.

En la publicación se ofrecen preguntas y dinámicas para fomentar la reflexión de los jóvenes, incidiendo en la idea del amor romántico, la importancia de quererse y valorarse a uno mismo, las rupturas amorosas y los valores que deben primar en las relaciones con los demás para sentirse amados y valorados. “El amor es rebeldía. En una sociedad donde el individualismo triunfa, junto a los miedos, la soledad, el odio,… amarse es una forma de rebeldía y la cura ante las “enfermedades de transmisión social””, señala la guía.

La publicación pretende, de esta manera, luchar contra los estereotipos sexistas y la violencia de género.

Se puede acceder al recurso en el siguiente enlace:

Despatriarcando el amor

miércoles, 9 de agosto de 2023

Guía práctica de la autoestima

 

La Asociación Convives con Espasticidad -entidad sin ánimo de lucro que ofrece información sanitaria y sociolaboral de utilidad a todas las personas que conviven con la espasticidad-, ha publicado una nueva guía con el objetivo de ofrecer pautas a los adolescentes y adultos con espasticidad, así como a sus cuidadores principales para que identifiquen las posibles amenazas que ponen a prueba la autoestima de la persona, conozcan los procesos mediante los que se va formando, y aprendan a desarrollar las fortalezas y capacidades que les permitirán enfrentarse a las adversidades de la vida con la autoestima por bandera.

Tal y como señalan sus autores, el propósito principal de esta guía es brindar recomendaciones de utilidad, basadas en los principios de la psicología cognitiva para aumentar la autoestima de las personas que conviven con espasticidad (esto es, la propia persona con espasticidad y su entorno más cercano), dentro del que cobran especial relevancia los cuidadores y cuidadoras principales.

Foto: judita tamošiūnaitė Fuente: pexels Fecha descarga: 28/02/2021

A este respecto, afirman, “la autoestima puede crecer con ayuda de una terapia cognitiva conductual adecuada.

Se puede acceder al documento desde la página Web de CONVIVES ESPASTICIDAD, o bien a través del siguiente enlace:

Guía práctica de la autoestima

lunes, 14 de enero de 2019

Las redes sociales son un factor de riesgo para la autoestima de los más jóvenes

Un trabajo de la Universidad de Córdoba ha estudiado cómo afecta el uso de las redes sociales en la autopercepción de la imagen corporal entre los jóvenes y su relación con los trastornos alimentarios.

En concreto, se ha estudiado la influencia de la publicidad de las redes sociales en la autoimagen de los jóvenes. Para ello, se exploró la frecuencia de videos publicitarios publicados en redes sociales como Twitter, Instagram, Youtube o Facebook; visibilizando la repercusión de estos productos audiovisuales en la vida diaria de sus usuarios. En cuestiones cualitativas, destaca el marcado estereotipo de belleza que se promueve, especialmente en el caso de las mujeres.

El estudio también implementó encuestas sobre autopercepción de la imagen corporal dirigidas a una muestra del alumnado de la Universidad de Córdoba con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, que evaluaron la influencia de las redes sociales.

Además, asumiendo la conexión entre la baja autoestima con los desórdenes alimentarios que se derivan de querer cambiar la imagen mediante purgas y hábitos poco saludables, se consultó a un grupo de profesionales de la salud y de la enfermería sobre la actualidad de esos desórdenes. Este grupo advirtió sobre el aumento de estos trastornos de la alimentación y la gran influencia de las redes sociales en estos trastornos. Evaluaron la publicidad como un factor de riesgo con un valor de 4.60 puntos sobre una escala de 5.

Con todos estos datos, la investigación concluye que para la población joven, la influencia de la publicidad de las redes sociales sobre la autoimagen y la disminución de la autoestima, es mayor a medida que aumenta la frecuencia de conexión y el tiempo de exposición a redes sociales. En concreto, se ha visto que esta correlación se produce principalmente en las mujeres.

Según este trabajo, las mujeres encuestadas consideraban que la imagen femenina mostrada por la publicidad es extremadamente estereotipada e inclinada hacia una delgadez extrema. Sin embargo, a la hora de señalar cuál era su imagen deseada, su respuesta se acercaba bastante a esa imagen prototípica. Respecto a los hombres, se observó que también buscaban asemejarse más al cuerpo musculoso que se visualiza en la publicidad, sin embargo, su preocupación por llegar parecerse a ese estereotipo no era tan significativa. Una peor autoestima previa de las mujeres, parece ser la causa de estas diferencias entre géneros.

A la vista de los resultados, parece imprescindible la creación de programas educativos que fomenten una relación más saludable con la alimentación y que refuercen la autoestima (especialmente las mujeres), así como el control de los estereotipos de belleza que se muestran en la publicidad; todo ello con el objetivo de que las personas más jóvenes puedan disfrutar de las ventajas de las redes sociales sin que estas se conviertan en un factor de riesgo.

Fuente:


ARTÍCULO PUBLICADO EN INFOCOP

lunes, 19 de septiembre de 2016

Las gafas de Martín, cuento para fomentar la autoestima

La autoestima es un término complejo y dinámico, definido como la percepción evaluativa que tenemos de nosotros mismos. Este concepto se conforma desde la infancia y a lo largo del desarrollo, siendo modulado por nuestro entorno (padres, profesores, vecinos, amigos…), a través de mensajes –explícitos (“eres malo”“eres muy inteligente”) o implícitos (el comportamiento de los demás hacia nosotros). Esta autoestima que se va estableciendo determinará el modo de enfrentarnos con el entorno, de comportarnos y abordar las relaciones. Una buena autoestima es clave para el desarrollo del niño, por contra, cuando esta es baja, puede provocar una amplia gama de sentimientos negativos: angustia, vergüenza, indecisión, temor, tristeza, etc. Por ello es importante fomentar la autoestima desde la infancia.
Con este propósito, el Observatorio de Salud de la Infancia y de la Adolescencia de la Fundación FAROS del Hospital Sant Joan de Déu, ha publicado el cuento titulado “Las gafas de Martín”, una lectura a través de la cual se aborda el tema de la autoestima, concienciando a los niños a que “no siempre gustarán a los demás, que lo más importante es querernos a nosotros mismos y que no debemos hacer caso de algunos comentarios ofensivos que nos puedan hacer algunos compañeros de clase”.
Este relato se enmarca dentro de la recopilación de cuentos que Faros ofrece en su plataforma digital Faros Familia, con el fin de fomentar la lectura y difundir valores y hábitos saludables en la población infantil.

Puedes acceder a él desde la Web FAROS: http://faros.hsjdbcn.org/es/recomendacion/gafas-martin, o bien directamente a través del siguiente enlace: http://faros.hsjdbcn.org/sites/default/files/las-gafas-de-martin.pdf

FUENTE: INFOCOP

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Rendimiento académico y autoconcepto en estudiantes de educación secundaria obligatoria según el género

La competencia académica es una de las demandas cognitivas y motivacionales más desafiantes a la que los adolescentes deben enfrentarse a lo largo sus vidas. La importancia de lograr un buen rendimiento académico en este periodo del desarrollo reside en su papel para determinar la carrera universitaria o el módulo profesional al que los adolescentes podrán optar y, consecuentemente, su nivel de empleabilidad y futuro laboral.

Por otra parte, los datos indican que hay un elevado número de alumnos que abandonan sus estudios en este periodo (en 2011, un 28% abandonó los estudios antes de finalizar la enseñanza secundaria obligatoria). Es por ello que la investigación está interesada en determinar las variables sociodemográficas (p.ej., sexo) y psicosociales (p.ej., personalidad) que explican y predicen la motivación en el aula (p.ej., un mayor esfuerzo y perseverancia ante el reto de nuevos aprendizajes) y el consiguiente rendimiento académico.

Además, basándonos en la Teoría Social Cognitiva, sabemos que hay una interacción entre estas variables; por lo tanto, aquellos estudiantes con un mayor rendimiento académico también experimentarán un incremento en su motivación, su estado emocional positivo, su autoeficacia, sus metas de aprendizaje y su autoconcepto.

El autoconcepto es una de las variables más estudiadas en relación al rendimiento académico. En los primeros meta-análisis realizados en los años 80 se encontró una relación positiva entre ambos conceptos, siendo dicha relación más estrecha cuando se analizaba específicamente el autoconcepto académico. El autoconcepto se ha definido como una valoración global que el individuo hace de sí mismo a partir de las experiencias personales e interacciones sociales. Dicha valoración global incluye varios aspectos de nuestra vida, por ejemplo, cómo percibimos nuestro cuerpo o nuestras capacidades intelectuales para las matemáticas en relación a nuestros iguales. Aunque inicialmente se conceptualizó como un constructo unidimensional, más adelante se diferenció entre los componentes académicos y no académicos del autoconcepto y, posteriormente, se consideraron factores específicos del autoconcepto académico (p.ej., autoconcepto en matemáticas, ciencias, lengua, etc.), mientras que para el autoconcepto no académico se consideró un componente social, un componente emocional y un componente físico. Por tanto, la investigación ha demostrado el carácter claramente multidimensional del autoconcepto y la necesidad de utilizar autoinformes que engloben dicha multidimensionalidad.

En el contexto español, una de las herramientas más utilizadas es la propuesta por García y Musitu (2009), el AF5 que contempla las dimensiones académica, social, emocional, familiar y física para evaluar el autoconcepto del individuo. El AF5 es un cuestionario validado en población iberoamericana y ampliamente utilizado en la investigación desarrollada en España y América Latina.

Las diferencias de rendimiento académico en función del sexo han sido repetidamente analizadas desde los años 70 y en muy diferentes contextos mostrando resultados contradictorios. Si bien en un meta-análisis se afirmaba que las chicas mostraban una cierta superioridad en el rendimiento académico en los niveles iniciales de la educación, dichas diferencias de sexo desaparecían a medida que se avanzaba en edad y volvían a constatarse, pero en sentido opuesto, en el periodo próximo al comienzo de los estudios universitarios.

Siguiendo con el análisis de las diferencias en el rendimiento y las estructuras psicológicas en función del sexo, desde la Psicología Cultural se afirma que el autoconcepto cumple un papel central en la explicación de dichas diferencias: cómo hombres y mujeres se perciben a sí mismos, perciben su mundo y le dan significado. Así, el autoconcepto gobierna la percepción de la realidad y es un importante mediador en la regulación de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Para comprender la interacción entre el self y el contexto, dentro de la estructura cognitivo/afectiva creada para dar sentido y coherencia a nuestra propia experiencia, es más probable que las mujeres sean más colectivistas, sociocéntricas y conectadas del contexto mientras los hombres son más individualistas, egocéntricos e independientes del contexto. Esta sería una de las posibles explicaciones al por qué las mujeres presentan un autoconcepto social más elevado que los hombres y cómo este autoconcepto social es reforzado a través de la socialización.

En cuanto a las diferencias de autoconcepto en función del sexo, investigaciones más recientes afirman que las mujeres suelen presentar un autoconcepto académico más elevado que los hombres, mientras que éstos presentan un autoconcepto físico mayor que ellas. No obstante, hay estudios que sugieren que dichas diferencias de género no existen.

Algo semejante ocurre con las investigaciones que encuentran diferencias en el rendimiento académico en función del sexo: algunas investigaciones afirman que los varones son capaces de aprender más que las mujeres en determinadas asignaturas, como por ejemplo matemáticas, mientras que las mujeres son más aptas para otras, como lengua materna e idiomas extranjeros. Sin embargo, estos resultados también son polémicos y controvertidos, puesto que existen otras investigaciones que no corroboran dichas diferencias o explican que las diferencias en el rendimiento de mujeres y hombres en determinadas asignaturas son producto de la socialización experimentada. Los adultos suelen ofrecer a los niños juguetes de construcción, mientras que los juguetes para las niñas están relacionados con el cuidado de los demás y la maternidad. De esta forma, desde la Teoría del Aprendizaje Social, se fomenta implícitamente que los niños desarrollen mejores competencias para el cálculo y la abstracción mientras las niñas desarrollan competencias para la socialización.

De modo que nos sumamos a este polémico tema: realizamos un primer estudio en el cual investigamos las relacionesexistentes entre el autoconcepto en estudiantes de E.S.O. con su rendimiento académico. Asimismo, nos propusimos estudiar si aparecían diferencias tanto en el autoconcepto como en el rendimiento académico según el sexo de los alumnos.

Este primer estudio fue realizado en Córdoba y contamos con una muestra de 324 estudiantes de la E.S.O., siendo 215 (53,10%) varones y 190 mujeres (46,60%).

Para medir el autoconcepto utilizamos el AF5. Para medir el rendimiento académico, calculamos la media de las notas de las asignaturas: Matemáticas, Lengua Castellana y Literatura, Idioma Extranjero, Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales, Geografía e Historia y Educación Física.

Los resultados muestran que los estudiantes presentaron un autoconcepto elevado en todas las dimensiones, siendo las dimensiones con mejores puntuaciones la social y familiar, frente a la académica y emocional. Igualmente, los chicos presentaron mejores puntuaciones que las chicas en cuatro de las cinco dimensiones (académica, social, emocional y familiar), mientras que ellas sólo los superaron en la dimensión física. Dichas diferencias no fueron significativas.

En relación al rendimiento académico, nuestros resultados corroboraron la existencia de diferencias de género: las chicas puntuaron significativamente más alto que los chicos en Lengua Castellana y Literatura e Idioma Extranjero. Por otro lado, no encontramos diferencias significativas en función del sexo en el rendimiento académico en las materias de ciencias o matemáticas. Recordamos que algunos estudios previos afirmaban que los chicos obtenían mejores resultados en dichas disciplinas.

Finalmente, las dimensiones académica y familiar del autoconcepto actuaban como predictores del rendimiento académico, mientras que la edad y la dimensión física influían negativamente en dicho rendimiento. En este sentido, los resultados matizan que los estudiantes que tienen mayor autoconcepto sobre sus capacidades y habilidades académicas obtienen mejores resultados académicos. Asimismo, si el estudiante se percibe con un elevado autoconcepto familiar asociado al apoyo que encuentra en su entorno familiar tendrá mayores probabilidades de lograr un mejor rendimiento escolar. Por tanto, un ambiente familiar positivo y constructivo implica mayor éxito académico.

También consideramos interesante estudiar la influencia de la variable clase social sobre el rendimiento académico. Así, los resultados encontrados en un segundo estudio, apuntan que el rendimiento de un alumno procedente de un contexto socioeconómicamente desfavorecido y escolarizado en dicho contexto disminuye a medida que incrementa su edad, mientras que dicha influencia desaparece en contextos socioeconómicamente más favorecidos. Además, en este segundo estudio analizamos la influencia de las metas de aprendizaje que los estudiantes desarrollan a lo largo del curso como predictoras del rendimiento académico. Los resultados muestran una influencia positiva de dichas metas; sin embargo, la influencia de las metas desaparece en contextos socioeconómicamente desfavorecidos.

Concluimos que para que una educación de calidad produzca un rendimiento académico satisfactorio, urge trabajar aspectos que traspasan el componente meramente cognitivo de los estudiantes. Las competencias curriculares deben considerar también los elementos emocionales del individuo, entre los que destacamos el autoconcepto del alumno en todas sus dimensiones académica, social, emocional, familiar y física. Asimismo, los centros educativos reciben alumnado multicultural, con diversidad de creencias y valores.

Por tanto, principalmente desde las instituciones educativas se deben combatir aquellos valores que dificultan la convivencia, tales como las diferencias de género y los estereotipos asociados a dichas diferencias. Y, al mismo tiempo, debemos fomentar la educación en valores para que sea posible una sociedad más justa, igualitaria y respetuosa.

El artículo completo se puede encontrar en la revista Iberoamericana de Psicología y Salud:
Costa S. y Tabernero C. (2012). "Rendimiento académico y autoconcepto en estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria según el género". Revista Iberoamericana de Psicología y Salud, 3 (2), 175-193.

Referencias:
García, F. y Musitu, G. (2009). AF5: Autoconcepto Forma 5 (3nd ed.). Madrid, Tea.

FUENTE: Infocop

lunes, 9 de diciembre de 2013

Cómo modificar el autoconcepto físico cambiando nuestro entorno

Uno de los males psicológicos que más aqueja a los hombres y mujeres de nuestro tiempo es la insatisfacción con el propio cuerpo, la cual juega un papel importante en la aparición de diferentes trastornos entre los que se encuentran los alimentarios (Jáuregui-Lobera, 2012), como la anorexia o la bulimia. Aunque hay diversos elementos causantes, la presión sociocultural ejercida sobre el modelo estético de delgadez quizá sea el más sobresaliente. A dicha presión se atribuye, en buena parte, la responsabilidad de los crecientes índices de incidencia y prevalencia que experimentan en nuestra sociedad patologías asociadas con las distorsiones y alteraciones de la imagen corporal (Esnaola, Rodríguez y Goñi, 2010). Por esta razón, hasta la fecha se ha venido investigando la naturaleza de estos influjos socioculturales y la fuerza que ejercen sobre las distorsiones de la imagen corporal, una de las dimensiones de autoconcepto físico.

En la presión sociocultural sobre la imagen corporal suelen diferenciarse tres grandes tipos de factores (Cash y Pruzinsky, 2004): el contexto familiar, el círculo de amistades y los medios de comunicación. La familia enseña a sus nuevos miembros, desde muy pequeños, modelos estéticos a través del modelado ejerciendo una función decisiva en la explicación de la autoaceptación global del adolescente (Pons y Pinazo, 2000).

Por otro lado, los pares, las amistades o, en general, las personas del entorno social más cercano proporcionan feedback así como comparación social y modelos a los que imitar (Neumark-Sztainer, Bauer, Friend, Hannan, Story, & Berge, 2010) que condiciona las autopercepciones físicas (Tantleff-Dunn y Gokke, 2004). Ha de destacarse, por último, la intensa presión social proveniente de los medios de comunicación, más precoz en las mujeres que en los hombres, que incide sobre la autoestima (Ricciardelli y McCabe, 2003): la publicidad icónica ejerce mucho poder sobre los modelos estéticos dominantes de forma que, la presentación de imágenes de mujeres delgadas es el factor más influyente en la insatisfacción corporal y en los trastornos de conducta alimentaria.

Nuevos avances en la investigación

Pero los medios de comunicación, además de información icónica, también proporcionan información y consejos sobre cómo alcanzar el ideal corporal a través de artículos sobre dietas, hábitos de vida o el ejercicio físico. Tiggemann (2003) comprobó que la lectura de este tipo de información influye sobre la insatisfacción corporal de forma diferente a como lo hace la televisión, por lo que propone considerar la información escrita como un factor de presión sociocultural sobre la imagen corporal distinto de la información icónica.

Partiendo de estas premisas, este estudio va un poco más allá y amplia el análisis de forma que no sólo se realiza sobre la imagen corporal, sino sobre el autoconcepto físico en su globalidad. Y para ello se comprueba que tanto la familia como las amistades, la información escrita y los formatos icónicos de publicidad, son factores socioculturales que además de afectar a la imagen corporal, inciden también en la construcción propia de las autopercepciones físicas.

Conclusiones

Los datos de este estudio indican que las personas se sienten vulnerables ante los cuatro tipos de influjos sociales y culturales que inciden no sólo sobre la imagen corporal, sino sobre el autoconcepto físico en su globalidad. Estos influjos socioculturales son el entorno social (dentro del cual se consideran distintos los influjos familiares y los de las amistades) y los medios de comunicación (con diferente impacto de la información icónica y de la información escrita).

Esto equivale a decir que a unas personas puede afectarles más o menos uno u otro de estos cuatro influjos y que, a partir de ahora, se dispone del Cuestionario de Influencia sobre el Autoconcepto Físico (CIAF) para una primera identificación de la mayor o menor influenciabilidad de cada persona por cada factor, cuestionario válido tanto para hombres como para mujeres desde los 12 hasta los 23 años.

En la aplicación de este cuestionario se encuentra que las personas establecen diferenciación entre los cuatro tipos de influjos, si bien no dan a cada uno de ellos la misma importancia en distintos momentos de la adolescencia. Y esta constatación lleva a sopesar lo que este estudio ha resuelto y lo que queda por clarificar.

La conclusión fundamental respecto a la influencia ejercida tanto por la familia como por las amistades es que cuanto más se dejan influir las personas por estos factores socioculturales, el riesgo de padecer insatisfacción corporal y trastornos psicosomáticos va a ser mayor. En cambio, respecto a la influencia ejercida tanto por la información escrita como por las imágenes publicitarias, cabe suponer que una alta sensibilidad a la publicidad sobre modelos estéticos dominantes no ayude precisamente a una buena percepción y aceptación del yo-físico, pero pudiera suceder que la búsqueda intencionada de información escrita no se asocie negativamente con el autoconcepto físico y tiene sentido proponer que dependerá de su calidad, el que el contexto familiar y el contexto de amigos/conocidos tenga incidencia positiva o negativa sobre las autopercepciones físicas. Para clarificar cuestiones de esta índole, el CIAF que se presenta en este estudio resulta una herramienta necesaria y adecuada.

FUENTE: Infocop

El artículo completo puede encontrarse en la Revista Psicothema:

Rodríguez, A.; González, O; Goñi, A. (2013). Sources of perceived sociocultural pressure on physical self-concept.Psicothema 2013, vol. 25 (2), 192-198.


martes, 15 de enero de 2013

¿Cómo enfrentarnos a la indefensión aprendida?

Hace poco, comentábamos las técnicas de manipulación que usan los gobiernos y mass media para privatizar la educación pública y todos los bienes comunes.

En estos primeros meses de legislatura, la mayor parte de esta manipulación está encaminada a postrarnos en un estado de shock, para que, temerosos y paralizados, no reaccionemos ante las brutales pérdidas de derechos que se nos imponen. Las medidas, anuncios y declaraciones de los gobiernos autonómicos y el central nos son administrados, día tras día, gradualmente, como un veneno que nos somete a una ansiedad constante. Y sin posibilidad de tregua, ya que los medios de comunicación –a los que ya casi habría que llamar de propaganda− vocean incansablemente, como un eco descorazonador, esas malas noticias que nos vienen desde arriba (desde los consejos de ministros o las agencias de calificación).

Naomi Klein ha explicado en su libro La doctrina del shock cómo el neoliberalismo, incapaz de convencer a los pueblos mediante argumentos (pues las medidas neoliberales están esencialmente en contra de los pueblos), sólo ha logrado imponerse gracias a golpes de estado, declaraciones de guerra o situaciones donde catástrofes naturales u otros fenómenos traumáticos tenían a las poblaciones atenazadas por la ansiedad y el miedo.

¿Y qué sino el miedo es lo que nos están tratando de inocular en este país? Miedo a perder el empleo, a no poder encontrarlo nunca o a que el que nos ofrezcan sea lisa y llanamente explotación; miedo a perder el derecho a la asistencia sanitaria y a no poder proporcionar una educación adecuada a los hijos; miedo a acabar durmiendo en la calle víctima de un desahucio; miedo, en fin, a ser detenido injustamente por protestar de forma pacífica en una manifestación.

En este artículo veremos cómo la estrategia del shock surte efecto en nosotros mediante la llamada indefensión aprendida. Pero también cómo podemos escapar de este estado de postración si aprendemos a atribuir correctamente las causas de nuestro malestar. Artículo completo

martes, 28 de agosto de 2012

Empecemos a trabajar en nuestro bienestar psicológico


El bienestar psicológico es como una escalera con muchos escalones que hay que subir poco a poco. Cada persona puede y debe construir su propia escalera, con sus escalones particulares, cada uno de ellos con su nivel de agrado o satisfacción. No tenemos por qué recorrerlos todos e incluso podemos prescindir de algunos de ellos, eso depende de nuestro criterio personal y de nuestra experiencia.

A continuación exponemos algunos de esos escalones que a una gran variedad de personas les ha hecho sentirse bien.

Las interacciones sociales —la amistad— facilitan el apoyo mutuo y nos permiten realizar intercambios positivos, sean estos solidarios, íntimos o de ocio. Nos sirven también para contrastar nuestra forma de interpretar la vida al ponerla en común con otras personas. A partir de ahí podemos reafirmarnos en nuestros postulados o hacer cambios en ellos. El individuo se disuelve en lo colectivo sin perder de vista sus intereses. Lo colectivo nos hace fuertes y refuerza nuestra riqueza interior. Si las interacciones presentes no satisfacen nuestras necesidades, siempre podemos buscar otras nuevas que sean afines con nuestra filosofía de vida.

Aprender de aquellas decisiones que no ofrecen los resultados esperados, es decir, de los llamados «errores». Cuando algo no nos sale bien sentimos frustración. Ante esta reaccionamos de diversas maneras: auto agrediéndonos, agrediendo a otros o evadiéndonos del problema. Cualquiera de las tres opciones nos produce inestabilidad emocional y nos impide avanzar. Es interesante sobreponernos lo antes posible a la frustración y limitarnos a analizar el resultado de nuestra decisión y después, o bien cuestionarla o bien reformarla, y, por supuesto, tomar una nueva decisión. Tenemos que cultivar la paciencia y la constancia en la persecución de nuestros objetivos. Asumiendo que en ocasiones no se puede lograr todo lo que nos proponemos.

Aceptar los hechos tal y cómo vienen y centrar la vida en los aspectos agradables. Por supuesto no podemos taparnos los ojos ante la injusticia, la pobreza y el dolor, pero a pesar de ellos debemos seguir adelante con los recursos que poseemos.

Practicar la solidaridad nos hace sentirnos mejor aparte de que mejora nuestras interacciones personales y nos aproxima colectivamente a ese «bien común» que debería ser la felicidad. Alguien dijo que no podría ser nunca plenamente feliz mientras existiera una sola persona en el mundo que padeciera la injusticia y la opresión.

En esta sociedad de consumo es muy común centrar los logros en el consumo o en la persecución de ascensos sociales que no siempre dependen de nosotros y que con el tiempo se demuestran superfluos. Una buena forma de trabajar en nuestra felicidad es potenciar nuestra creatividad, potenciando actividades que dependen solo de nosotros mismos y que muy bien podemos compartir con otros. Así nuestra autoestima saldrá reforzada.

lunes, 13 de agosto de 2012

¿Cómo trabajar en contra de la felicidad?

Lo primero que hacemos es ser pasivos, apáticos; permanecemos inactivos y nuestra vida es monótona y carente de alicientes. Precisamente este tipo de comportamiento significa todo lo opuesto al ser humano constructivo y creativo, capaz de transformar lo que le rodea y a sí mismo. La felicidad depende de nosotros, de nuestro esfuerzo personal; este esfuerzo exige dinamismo, ser activos, comprometidos y con ilusión.

Otra característica de aquellas personas que se alejan de la felicidad es asumir de manera permanente el papel de víctimas. Este rol nos convierte en dependientes y por supuesto hunde nuestra autoestima. Si los demás son los culpables o responsables de lo que nos sucede, nosotros no podemos hacer nada por evitarlo, por lo tanto carecemos de posibilidades de modificar nuestro presente.

A esto se le suma el miedo, del que ya hemos hablado en otro momento en el blog. El miedo nos paraliza. Escapamos continuamente. Evitamos cualquier situación de riesgo que implique la posibilidad de fracaso. De ese modo nos mantenemos al margen de todo, de riesgos y de éxitos. Vivimos como observadores de una realidad que nos atemoriza.

Por último, un indivualismo insolidario, contribuye a que nos aislemos también. Tener una buerna red de apoyo hace que la vida sea más fácil, más gratificante, y nos aproxima a ese bienestar especial al que literariamente denominamos "felicidad".


miércoles, 8 de agosto de 2012

Cultivar la autoestima en la niñez



Parece una obviedad y lo es, la autoestima se empieza a construir en la infancia mediante los mensajes que transmiten los padres y educadores a los niños. Estos, lo mismo que los adultos, interpretan la realidad pero con menos recursos críticos. Para ellos el refuerzo positivo es fundamental a la hora de modelar sus conductas. Un excesivo nivel de exigencia genera niños inseguros o perfeccionistas que en resumidas cuentas puede ser lo mismo y sus consecuencias nefastas.

Lo mismo que decíamos para el perfeccionismo sirve para la potenciación de la autoestima. Si somos muy críticos, poco reforzantes o nos centramos exclusivamente en los errores podemos dar la impresión al niño de que todo lo hace mal o es torpe. Frases del tipo: «Puedes superarte», «Un aprobado no es suficiente, tienes que esforzarte más», son dañinas porque el niño entiende que no lo está haciendo bien.

Otra cuestión a tener presente es cuidar el exceso de proteccionismo. Por supuesto que hay que proteger a los niños de los riesgos propios de su edad para los que no están preparados y que ni tan siquiera saben identificar; ahora bien el objetivo de la educación es hacer individuos libres y autónomos, que sean capaces de valerse por sí mismos y afrontar las exigencias de la vida. Experimentar los errores, hablarlos con ellos sin dramatismos y aceptarlos como parte del hecho de existir, son un aspecto básico en nuestra formación.

En conclusión, debemos potencial la autoaceptación. Es decir, enseñar a los niños que la vida es una moneda con dos caras, que hay aciertos y errores, que las cosas no siempre salen como las hemos planificado pero que a pesar de ello seguimos siendo valiosos. No es una catástrofe equivocarse, sino una posibilidad a asumir como quemarse con las cerillas al encender un fuego. También debemos reforzar en el niño sus conductas positivas, sin exageraciones, y enseñar a corregir los errores sin descalificar. Borremos de nuestro repertorio de conductas la culpabilización.

viernes, 3 de agosto de 2012

El perfeccionismo: un gran error lógico

El perfeccionismo es una creencia muy arraigada en algunas personas que hace que su nivel de autoexigencia y autocrítica sea extremadamente elevado. La sensación de que nunca consiguen los objetivos que se proponen es permanente y por tanto su insatisfacción muy grande. Quienes utilizan este forma de afrontamiento de los retos diarios como modode estructurar su vida, tienden a tener una autoestima baja.

Veamos algunas características de personales asociadas al perfeccionismo.

Por un lado, suelen ser personas inseguras, que no tienen confianza en sí mismas ni en sus posibilidades. Les cuesta mucho tomar decisiones, por sencillas o con poco riesgo que estas puedan tener. El miedo a equivocarse y por tanto al fracaso son una constante en ellas.

Esa sensación de insatisfacción de que hablábamos antes se acrecenta en la medida en que su bienestar depende de la aprobación de los demás, un error lógico básico. No solo necesitan la aprobación de los que les rodean sino que además tienen que caerles bien a "todo el mundo" para sentirse bien.

Su relación con los demás es de permanente prevención. Esto se produce porque temen ser rechazados y toman sus precauciones para que no les hagan daño. Necesitan imperiosamente a los demás pero a la vez se reservan sus sentimientos. Si algo sale mal ellos o ellas son lo culpables.

Por último y para concluir, se podría decir que el perfeccionismo trata de compensar una autoimagen de sí mismas deficitaria. Evidentemente estamos hablando de una distorsión cognitiva pero las personas afectadas no son conscientes de ella y mantienen un nivel de autoexigencia tan grande que pueden desarrollar trastornos ansioso depresivos.

domingo, 15 de julio de 2012

Errores que socavan nuestra autoestima


A la hora de pensar, interpretamos los acontecimientos sin, necesariamente, basarnos en los datos objetivos. En ese proceso podemos cometer errores que dificultan nuestra adaptación y nos hacen infelices. A continuación exponemos algunos muy frecuentes.

Uno de ellos es buscar constantemente la aprobación de los demás. Para ello nos esforzamos sin límite por conseguirlo, hasta tal punto que la ansiedad sube y vivimos en una continua percepción de amenaza. Es interesante encontrar medidas fiables de nuestro trabajo, aceptar que no somos perfectos y reconocer que los demás no tienen que aprobarnos para que nuestras tareas estén correctamente hechas.

Otro error clave es generalizar demasiado, es decir, a partir de un solo hecho elucubrar que siempre las cosas nos van a salir así. Por ejemplo, si suspendo un examen, puedo pensar que nunca aprobaré ninguno. Debemos centrarnos en el dato concreto en sí a la hora de extraer conclusiones.

En ocasiones tenemos la idea de que necesitamos ser exitosos en todos los objetivos que nos marquemos. Evidentemente esto es imposible. Las cosas salen bien o mal en función de nuestro trabajo, pero también intervienen otras variables, entre ellas el azar, que interfieren el resultado. Tenemos limitaciones.

Hacer análisis arbitrarios de la realidad, es decir, sin datos, es otra de las constantes de la mente humana. Si la chica con la que salgo llega tarde puedo pensar: «No tiene interés por mí», «Está con otro». Es un hecho que no podemos adivinar por qué los demás hacen lo que hacen. Sí podemos establecer hipótesis y luego comprobarlas. Pero puestos a elegir, si estoy esperando a alguien, lo primero que me tengo que decir es que «no sé por qué llega tarde, cuando llegue se lo preguntaré», por ejemplo.

miércoles, 11 de julio de 2012

Quererse facilita la vida


Nuestro "yo" (nuestra identidad consciente) viaja durante toda su vida en un cuerpo con unas capacidades físicas y mentales. Parece lógico pensar que deberíamos cuidar ambas entidades. En la medida que lo hagamos estaremos mejor.

Podemos empezar por mantener unos buenos hábitos cognitivos, es decir, de pensamiento, por ejemplo los siguientes.

Refuérzate todos los días por los objetivos que consigas, aunque estos sean pequeños. La vida se compone de diminutos logros que sumados forman el bienestar. ("¿Qué buen@ soy!", "¡Lo he hecho bien!", "¡Prueba superada!").

Permítete equivocarte y acéptalo como parte del hecho de vivir. Separa ese suceso de las experiencias y decisiones acertadas que tomas. Valora los acontecimientos de un modo científico. No minimices los éxitos y maximices los actos fallidos. Aparte del hecho de que no siempre el éxito de una decisión depende exclusivamente de nosotr@s. Somos muchas cosas, entre otras, una suma de errores y aciertos.

Asume tus responsabilidades, son un reto. Toma decisiones sin temor a equivocarte, lo importante es poseer la libertad de poder volver a elegir. Ten miedo a no hacer nada, a quedarte lastrado en una realidad indiferente. Y, sobre todo, no mires atrás. Lo verdaderamente valioso y tu potencial de acción se encuentran en el presente.

Acéptate incondicionalmente, te aprueben los demás o no, y al margen de los logros que consigas. Somos personas valiosas por el hecho de existir.

Asume la incertidumbre. Es bueno aceptar la idea de que vivimos en un universo de probabilidad y azar, donde no existen las certezas absolutas.

lunes, 9 de julio de 2012

¿Qué es la autoestima?

La vida es tal y como la pensamos. Está gobernada por el azar y por nuestra voluntad. De nosotros depende que el afrontamiento de los acontecimientos sea más o menos duro, más o menos tolerable, qué suframos menos en el proceso. No podemos impedir que las cosas salgan de un modo diferente a cómo las habíamos planeado, pero sí podemos tener una actitud útil hacia su superación.

Para conseguir esto es muy importante fortificar nuestra autoestima.

Esto significa:
  • Querernos a nosotros mismos lo suficiente como para perdonarnos nuestros errores.
  • Aceptar el hecho de que todo lo que nos proponemos es imposible conseguirlo, que existen factores dominados por el azar que se encuentran por encima de nosotros.
  • Ser asertivos, es decir, defender nuestros derechos.
  • Ser capaces de expresar nuestros sentimientos y las ideas o valores que nos son propias.
  • Independencia en nuestras decisiones. No necesitar la aprobación de los demás para emprender proyectos o tareas. Es imposible también caerle bien a todo el mundo.
  • Y, por supuesto, confiar en nuestras posibilidades para conseguir lo que nos proponemos y ser felices.