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viernes, 4 de abril de 2025

La exclusión de las mujeres de los ensayos clínicos de fármacos supone un importante daño a su salud

Uno de los más graves atentados contra la salud pública ha permanecido invisibilizado durante décadas: muchos estudios clínicos sobre fármacos y psicofármacos se realizan con población masculina. De ahí que se puedan estar administrando medicamentos que no consideran cuáles son los efectos perniciosos para la salud de las mujeres.

La anatomía femenina, su composición hormonal, etc., es diferente a la de los hombres, por lo que hay efectos adversos que solo afectan a mujeres y que se están pasando por alto. Sobre esto habla un artículo publicado recientemente en el periódico El Mundo.



Fuente: Pexels. Foto Thirdman. Fecha: 07-03-25

En el caso de los psicofármacos, ya hay evidencia de que existen importantes diferencias entre sexos

En el artículo se afirma que «las mujeres premenopáusicas suelen responder mejor a los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), mientras que los hombres tienden a tener una mejor respuesta a los antidepresivos tricíclicos». Es decir, ya se sabe que la efectividad o los efectos adversos son diferentes para hombres y mujeres, y esto se extiende a un gran número de fármacos y psicofármacos.
A mediados del siglo XX se comienza a apartar a las mujeres de las investigaciones farmacológicas y psicofarmacológicas

Apartar a las mujeres de los ensayos clínicos ha provocado que sufran más efectos adversos, que la eficacia de los medicamentos sea menor en ellas y posean menos información que los hombres sobre qué les están administrando.

Tal y como señala el periódico, la psiquiatra Gemma Parramon, portavoz de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, el deseo de proteger la descendencia de las mujeres embarazadas, el miedo a que los ciclos hormonales femeninos pudieran interferir con los resultados y la visión reduccionista de que las únicas diferencias entre sexos eran sus aparatos reproductores llevaron a que, a mediados del siglo pasado, se comenzará a excluir a las mujeres de los ensayos clínicos.

Aunque se han empezado a tomar medidas, todavía persiste este problema

Si bien en las últimas décadas agencias estatales de diversos países han promovido la inclusión de mujeres en los ensayos clínicos, y la situación ha mejorado un poco, todavía hay problemas; por ejemplo, la falta de conocimiento en cómo afectan ciertos medicamentos en situaciones como el embarazo y la lactancia. Como afirma la psiquiatra citada en el artículo de El Mundo, la falta de seguridad «obliga a muchas mujeres a tomar decisiones médicas sin suficiente respaldo científico».

El mayor vacío actual se refiere a cómo responden las hormonas a los medicamentos

El artículo afirma que las variaciones hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo, la menopausia y el uso de anticonceptivos pueden afectar la absorción, distribución y eliminación de los fármacos, alterando su eficacia y seguridad. «Sin embargo, los ensayos clínicos rara vez analizan estos efectos». Y los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo podrían modificar el metabolismo de los medicamentos.

Para el futuro se necesita ahondar más en las diferencias según sexo

Aparte de no solo promover, sino obligar, desde las instituciones públicas la inclusión equiparable de las mujeres en los ensayos clínicos, es importante educar socialmente en resaltar la importancia de que las mujeres participen de este tipo de investigaciones, para contrarrestar el sesgo histórico de exclusión que las empujaba a no involucrarse.

Asimismo, es muy importante realizar estudios donde se muestren las diferencias en los efectos de los medicamentos según el sexo. En el caso de los psicofármacos, la psiquiatra Gemma Parramon considera que «se necesita más investigación sobre cómo factores como la menopausia influyen en la farmacocinética y farmacodinámica de los medicamentos».

Puedes consultar el artículo completo en la página de El Mundo.

miércoles, 5 de abril de 2017

“Producir el fármaco para la hepatitis C cuesta 100 euros y Europa paga 50.000”


Varias organizaciones internacionales han presentado esta semana una oposición a la patente europea del sofosbuvir, un fármaco clave en el tratamiento de la hepatitis C que se vende a unos precios desorbitados en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay entre 130 y 150 millones de personas con infección crónica por el virus que genera la enfermedad y aproximadamente 700.000 personas mueren cada año por problemas hepáticos relacionados con esta patología. La directora de la fundación Salud por Derecho, Vanessa López, explica los detalles sobre este medicamento y lo que supone para estos pacientes. Es la única organización española, junto con Médicos del Mundo, que ha denunciado la patente.

¿Qué es exactamente el sofosbuvir?

Es el principio activo del fármaco Sovaldi que comercializa Gilead para la hepatitis C. Es muy importante para esta enfermedad porque tiene unas capacidades de curación muy muy elevadas y es, por tanto, uno de los medicamentos clave en su tratamiento.

¿Cuánto cuesta?

El precio varía según los países. En EEUU cuesta 84.000 dólares; en Europa, una media de 50.000 euros. En España no conocemos el precio real porque cada hospital paga un precio, pero algunos datos del Gobierno vasco hablan de que se podría estar pagando unos 13.000 euros y luego hay que combinarlo con otros fármacos.

¿Cuál es el coste real?

Eso es lo llamativo. Hay un estudio de la Universidad de Liverpool que dice que el coste de este fármaco es de unos 100 euros por tratamiento.

¿Por qué se oponen a la patente?

Porque consideramos que no hay una actividad inventiva. Somos 30 organizaciones las que nos hemos opuesto, de 17 países europeos. El proceso sigue la estela del que inició Médicos del Mundo en 2015 contra otra patente del sofosbuvir. La Oficina Europea de Patentes le obligó a introducir enmiendas en la solicitud.

En otros países sí fue revocada

Sí, en Ucrania y en China y se ha presentado también recursos de oposición que esperan ser resueltos en India, Brasil, Rusia, Tailandia y Argentina.

¿Por qué los gobiernos no denuncian a estas empresas cuando son los que tienen que defender la salud pública de sus ciudadanos?


Los gobiernos tienen bastantes herramientas para poder asegurar el acceso a medicamentos asequibles, pero lamentablemente no siempre las usan fundamentalmente porque el lobby de la industria farmacéutica es muy poderoso y la mayoría de las políticas públicas relacionadas con la investigación y la política farmacéutica les beneficia por entero a ellos. Los gobiernos tienen que utilizar las medidas para hacer valer el acceso a los medicamentos, que es un derecho humano, y legislar de acuerdo al interés público.

¿Qué supondría que la Oficina Europea de Patentes les diera la razón?

Si se resuelve con éxito, la oposición podría acelerar la entrada de medicamentos genéricos en Europa, además de generar argumentos legales para ayudar a los Estados a empoderarse en las negociaciones con Gilead.

¿Con alguna regulación específica?

Los elevados precios de los medicamentos necesarios para la vida, como es el caso de los fármacos para la hepatitis C, el cáncer o el VIH, se deben al monopolio que tienen las empresas para comercializarlos en exclusiva. El monopolio mediante la protección de la propiedad intelectual con patentes es la base del sistema actual de innovación de medicamentos. Habría que promover iniciativas de investigación y desarrollo de medicamentos que no se basaran en las patentes y que aseguraran que los recursos públicos en investigación se invierten en las áreas de conocimientos y problemas de salud necesarios. Ahora es el mercado y los beneficios económicos los que marcan la pauta.

FUENTE: LA MAREA / Olivia Carballar

martes, 27 de septiembre de 2016

La Demencia Inducida por fármacos no es Alzheimer

“Más de 50 factores pueden causar o imitar los síntomas de la demencia” y “la enfermedad de Alzheimer sólo puede distinguirse de otros tipos de demencias en la autopsia.” – Fragmento de publicación sobre Salud de la Universidad de Harvard titulado ‘Que está causando la pérdida de tu memoria?. No es necesariamente la enfermedad de Alzheimer’.

“Los medicamentos ahora han resurgido como una de las causas principales de daño mitocondrial, lo que puede explicar muchos efectos adversos. Todas las clases de fármacos psicotrópicos se han documentado que dañan las mitocondrias, al igual que las estatinas, analgésicos como el paracetamol, y muchos otros … Ahora se entiende cómo el daño a las mitocondrias desempeña su papel en la patogénesis de una amplia gama de trastornos aparentemente no relacionados, tales como la esquizofrenia, enfermedad bipolar, demencia, enfermedad de Alzheimer, epilepsia, migraña, accidentes cerebrovasculares, dolor neuropático, enfermedad de Parkinson, ataxia, ataque isquémico transitorio, cardiomiopatía, enfermedad de la arteria coronaria, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, retinitis pigmentosa, diabetes, hepatitis C y cirrosis biliar primaria. Los medicamentos se han convertido en una causa importante de daño mitocondrial, lo que puede explicar muchos efectos adversos “- Neustadt y Pieczenik autores de “El Daño mitocondrial y laenfermedad inducida por medicamentos”.

“El establecer la toxicidad mitocondrial no es un requisito de la FDA para la aprobación de medicamentos, por lo que no hay forma de saber qué agentes son realmente tóxicos.” – Dr. Katherine Sims, Mass General Hospital – http://www.mitoaction.org

“Ningún fabricante de la vacunas debería ser responsable … de los daños derivados de una lesión o muerte relacionada con la vacunas.” – Declaración del Presidente Ronald Reagan en la firma la Ley Nacional de Lesiones por Vacunas Infantiles NCVIA de 1986, absolviendo a las compañías farmacéuticas de toda responsabilidad médico-legal cuando los niños mueren o son discapacitados por lesiones de vacunas.



Durante las últimas décadas han habido una serie de campañas bien financiadas, promovidas por “predicadores” bien intencionados, para sensibilizar al público sobre la difícil situación de los pacientes con Demencia. Sospechosamente, la mayoría de estas campañas provienen de grupos de apoyo a paciente que inducen al público a creer que cada paciente con Demencia tiene Demencia tipo Alzheimer (DA).

No tan curioso, resulta que muchas – quizás todas – estas campañas han sido financiadas – por lo general en secreto – por las compañías farmacéuticas [Farmafias] que se benefician económicamente por la promoción indirecta de la venta de las llamadas Medicinas para el Alzheimer.

Tales “campañas” de relaciones públicas generadas por las corporaciones son un procedimiento operativo publicitario estándar para todos los medicamentos de las Multinacionales farmacéuticas, especialmente para las drogas psico-farmacéuticas. Los Gran Farma han encontrado que la promoción y la desestigmatización de las llamadas “enfermedades mentales de etiología desconocida” es una gran herramienta para la comercialización de sus drogas.

(Health Advocacy Groups Take Drug Company Cash—Often Without Full Disclosures, Report Says-Http://www.propublica.org/blog/item/health-advocacy-groups-take-drug-company-cashoften-without-full-disclosures 13.1.2011) 

Recientemente grupos de apoyo de enfermos de Alzheimer de toda América han estado comercializando un documental sobre el cantante de country Glen Campbell, que recientemente ha sido diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer (de causa desconocida) a pesar del hecho evidente de que Campbell fue famoso por el uso excesivo y crónico de drogas neurotóxicas, que dañan el cerebro, inducen demencia y son muy adictivas, como la cocaína y el alcohol. Al igual que tantas otras celebridades de vidas taciturnas, como la víctima de Demencia (ahora curado) Kris Kristofferson [que en realidad padecía la Enfermedad de Lyme, no Alzeimer u otra Demencia] y el suicida víctima con principios tempranos de demencia Robin Williams. Se sabía que estas tres celebridades tenían prescritas recetas de medicamentos neurotóxicos legales alterantes del cerebro, añadiendo agravantes que sus debilitados cerebros, hígados y mentes tuvieron que soportar. Es bastante probable que los tres también tomaran estatinas y estuvieran al día con sus vacunas basadas en mercurio y aluminio.


Es un hecho establecido que la enfermedad de Alzheimer sólo se puede diagnosticar definitivamente en un examen post-mortem de la corteza cerebral, algo a lo que los pacientes con demencia casi nunca son sometidos. Debido a lo raro con lo que los forenses realizan autopsias a pacientes con demencia, tenemos que cuestionar la exactitud de los diagnósticos de, por ejemplo, personas que aún viven como Glen Campbell, Kris Kristofferson y de nuestros propios cónyuges de memoria deteriorada, tías, tíos, abuelos y abuelas, sobre todo porque muchos de ellxs han sido tratados con sustancias neurotóxicas tales como las mencionadas en este artículo.

Y también tenemos que cuestionar las motivaciones de las grandes corporaciones farmacéuticas que financian a los grupos de apoyo de pacientes como la Asociación de Alzheimer [alz.org]. E igualmente importante, dada la total falta de reconocimiento de la realidad de la demencia inducida por drogas,tenemos que cuestionar el tópico citado a menudo a menudo de que 2/3 de todos los casos de demencia se deben a la enfermedad de Alzheimer (de causa desconocida).¿Son Las epidemias de enfermedades de Alzheimer, Autismo y Autoinmunes en realidad Yatrogénicas, provocada por epidemias de medicamentos?

Sincrónicamente con los recientes grandes aumentos en:

1) las vacunas de adyuvante de aluminio neurotóxicos para niños y adultos,
2) el uso de drogas psicotrópicas neurotóxicas,
3) el uso de estatinas (fármacos para reducir el colesterol) de sabida causa de deterioro de memoria, y
4) la ingestión de una gran variedad de aditivos alimentarios neurotóxicos,

Ha habido un gran aumento paralelo en:

A) la incidencia de enfermedades autoinmunes crónicas, especialmente en la infancia,
B) la incidencia de los trastornos del espectro del autismo,
C) “enfermedades mentales de origen desconocido” y
D) la demencia.

Para saber más vaya a: http://www.huffingtonpost.com/david-kirby/new-study-mitochondrial_b_147030.html. NEW STUDY – “Mitochondrial Autism” is Real; Vaccine Triggers Cannot Be Ruled Out. 29.12.2008

Cada uno de estas 4 causas primarias y los 4 trastornos neurológicos subsecuentes que están estrechamente correlacionados con ellas son realidades ciertamente multifactoriales. Pero la lección importante es que también se pueden prevenir. Sin embargo, debido a un marketing astuto de las grandes farmacéuticas y la premeditada ignorancia de la Gran Medicina, y la negativa de los grandes medios a permitir que los estudiosos hablan de tales conexiones, se hace hincapié en campañas publicitarias como “Camino a la Cura” [1] y el tratamiento farmacológico en vez de en prevención.

Así que lo que tenemos que pedir – y entonces la demanda – es una respuesta honesta a la pregunta “¿Podría haber una conexión entre la prescripción excesiva cada vez más frecuente en los Estados Unidos de medicamentos sintéticos neurotóxicos, inmunotóxicos, las vacunas inmunotóxicas y neurotóxicas igualmente sobre-prescritas ( que a menudo contienen cualquiera de los metales aluminio pesados y mercurio) y algunos de los trastornos neurodegenerativos que supuestamente “no tienen una causa conocida”? ¿Puede la epidemia incapacitante de trastornos autoinmunes, trastornos psiquiátricos, trastornos tipo autismo, etc (todos ellos de origen supuestamente desconocido) tener causas fundamentalmente iatrogénicas reconocibles y por lo tanto se puede prevenir? La psiquiatra y académica Grace E. Jackson tiene las respuestas en su personal (y censurado) libro [“Drug-Induced Dementia: A Perfect Crime” 2].

Estos son temas extremadamente importantes, sobre todo en el caso de la epidemia de demencia, ya que los grupos de apoyo a pacientes con Alzheimer parecen no ser conscientes del hecho de que muchos medicamentos psiquiátricos son conocidos por dañar irreversiblemente las células del cerebro (en parte por el envenenamiento de sus mitocondrias, los corazones y pulmones microscópicos de cada célula) y por lo tanto por causar una variedad de otros trastornos mentales y neurológicos. (Ver más información sobre las drogas y las mitocondrias de abajo).

Uno de los grandes problemas en Estados Unidos, el cultivo controlado por corporaciones, el gobierno controlado por corporaciones, la industrias médica controlada por corporaciones y los medios de comunicación controlados por las corporaciones, es que las Gigantes corporaciones multinacionales (sobre todo las Big Pharma) están en el negocio del desarrollo y comercialización de conocidas toxinas mitocondriales sin la supervisión de las agencias reguladoras. Estas empresas ocultan el hecho de que HAY causas conocidas de trastornos y que se pueden prevenir. Las afirmaciones no comprobadas expresadas en los anuncios de televisión y las revistas médicas que anuncian el nuevo fármaco del mes a menudo son simple propaganda de crecepelo como se expone más adelante.

Debe ser una preocupación para todos que algunos grupos de apoyo a enfermos Alzheimer sean en realidad grupos fachada de la industria farmacéutica que se benefícian ampliamente de los pocos medicamentos virtualmente inútiles [y potencialmente dañinos] como Aricept® [donepezil], Exelon® [Rivastigmina], Namenda® [memantina], Hexalon® [Altretamina], o Razadyne®[Galantimina], [Renacenz®-Cerebrosylina].La prescripción en la Demencia Farmacológica Inducida y la Inducida por vacunas y los trastornos mitocondriales

Los Trastornos Mitocondriales Adquiridos (a diferencia de los raros trastornos mitocondriales primarios como la distrofia muscular) pueden ser causados por medicamentos comúnmente prescritos. Son difíciles de diagnosticar y generalmente no son muy bien entendidos por la mayoría de los facultativos de la salud. Cuando fui a la escuela de medicina, ninguno de mis profesores sabía nada acerca de los efectos letales que muchas drogas sintéticas y vacunas producían en las mitocondrias de las células del cerebro o del cuerpo promedio. La ciencia de la mitocondria estaba en su infancia.

Se ha hecho Mucha investigación mitocondrial desde entonces, sobre todo a partir de la década de 1990, y tales investigaciones han demostrado la conexión entre una gran variedad de medicamentos comúnmente recetados y trastornos mitocondriales. Esas evidencias parecen haber sido hábilmente encubiertas por los grupos farmacéuticas con ánimo de lucro cuyas drogas son las culpables de los trastornos. Los Gran Farma tienen un enorme control sobre la educación médica de la mayoría de los trabajadores de la salud, y hacen engullir a paladas la propaganda a favor de las vacuna a periodistas “de la salud” sin discernimiento, que es de donde muchos médicos y pacientes obtienen su información sobre salud.

Recientemente me sorprendió gratamente encontrar una guía razonablemente honesta para pacientes con demencia en un sitio web la Universidad de Harvard. Se puede acceder a la guía en: http://www.helpguide.org/harvard/whats-causing-your-memory-loss.htm#top.

La información en ese sitio indica que hay más de 50 factores que podrían causar o imitar los síntomas de Demencia Precoz. ¿Qué facultiativo médico de nuestro entorno clínico de “doble lista de consulta diaria” cuenta con el tiempo suficiente para dominar a fondo las causas últimas de los 50 síntomas de la demencia cuando se enfrentan a un paciente con pérdida de la memoria? [Antes de la visita al neurólogo, se supone] ¡Es más sencillo acabar diagnosticando cada caso de Demencia como otro caso más de Alzheimer! ¿Quién va a discutir tan autoritariamente sonante diagnóstico? Desde luego, no aquellos que no quieren que la demencia sea reconocida como un trastorno potencialmente iatrogénico (transtorno causado por el doctor o por el tratamiento).

A menudo digo a mis pacientes y los participantes en de seminarios: “Se tardan sólo 2 minutos en prescribir una receta, pero 20 en no prescribirla”. En la actual cultura clínica con fines de lucro el tiempo es dinero, y a muy pocos médicos se les da el “lujo” de gastar el tiempo suficiente en escuchar con atención a sus pacientes. (En defensa de los médicos, que yo sepa, que no están contentos con esta realidad y se sienten impotentes de hacer nada al respecto.)

Es muy tentador para nosotros médicos el uso de una etiqueta popularizada, pero más bien a la ligera, de Demencia tipo Alzheimer en vez de educarnos a nosotros mismos sobre la posibilidad de Demencia inducida por fármacos, Demencia inducida por malnutrición o inducida por vacunas. Pero lo que tiene tanta importancia en estos más de 50 factores es que muchos de ellos son evitables o reversibles, y que serán tratables terapéuticamente sólo si se identifican las causas raices reales antes de que ocurra un daño cerebral permanente. Sólo un ejemplo fue la publicación del libro “Lipitor: Ladrón de Memoria” , escrito por el ex astronauta y cirujano de vuelo Duane Graveline, M. D., M.P.H, [quien escribió el libro a raíz de un ataque de Amnesia Global Transitoria GTA inducido por estatinas].

(Para más información, ver- https://www.spacedoc.com/articles/lipitor-thief-of-memory. “Liptor-Thief of Memmory”)

La guía de Harvard de hecho dice que “los medicamentos son los culpables más comunes del deterioro mental. Con el envejecimiento, el hígado se vuelve menos eficiente en metabolizar fármacos, y los riñones los eliminan del cuerpo más lentamente. Como resultado, los fármacos tienden a acumularse en el cuerpo. Las personas mayores con problemas de salud y aquellos que toman varios medicamentos diferentes son especialmente vulnerables”.

La guía continúa con una lista de las posibles clases de medicamentos recetables [desencadenantes o con efectos secundarios similares a la demencia] que se cuentan por cientos:

“La lista de medicamentos que pueden causar síntomas similares a Demencia es larga. Incluye antidepresivos, antihistamínicos, fármacos antiparkinsonianos, medicamentos contra la ansiedad, medicamentos cardiovasculares, anticonvulsivos, corticosteroides, narcóticos, sedantes “.

La guía de Harvard continuó enfatizando en que el Alzheimer sólo se puede diagnosticar con precisión en un examen post-mortem. La guía establece que “la enfermedad de Alzheimer se distingue de otros tipos de demencia en la autopsia por la presencia de placas de beta-amiloide pegajosas fuera de las células del cerebro (neuronas) y ovillos fibrilares dentro de las neuronas (todos indicativos de la muerte celular). Aunque estas lesiones pueden estar presentes en cualquier envejecimiento del cerebro, en las personas con Alzheimer estas lesiones tienden a ser más numerosas y se acumulan en las áreas del cerebro implicadas en el aprendizaje y la memoria “.

“La teoría más aceptada es que el daño al cerebro resulta de la inflamación y otros cambios biológicos que causan la pérdida o mal funcionamiento de la sinápsis, lo que altera la comunicación entre las células del cerebro. Con el tiempo las células cerebrales mueren, causando la pérdida de tejido y cadáveres célulares o cicatrices. En estudios por imágenes, el encogimiento del cerebro es generalmente primero perceptible en el hipocampo, que juega un papel central en la función de la memoria [y las emociones]”.

Pero incluso la guía de Harvard inexplicablemente falla al no mencionar reconocidas toxinas mitocondriales como las estatinas, metformina, Depakote, anestésicos generales, los antibióticos fluoroquinolonas (como Cipro), fármacos psicotrópicos fluorados (como muchos de los ISRS [Inhibidor Selectivo de la Recaptación de la Serotonina], y los llamados antipsicóticos).

Por ejemplo, cuando la ubicua comida sintética, refrescos y chicles con el edulcorante Nutrasweet®(aspartamo) alcanzan los 86 grados (o en nuestros cuerpos los 38.6 grados como fue el caso en algunos desiertos del Medio Oriente en que muchos soldados estadounidenses desarrollaron Síndrome de la Guerra del Golfo) cada molécula libera una moléculas excitotóxicsa de aminoácidos de fenilalanina y ácido aspártico, y una molécula de la toxina celular de metanol (alcohol de madera). El metanol entonces rápidamente se metaboliza en formaldehído, reconocido veneno mitocondrial (y líquido de embalsamar) que es una potente toxina celular y mitocondrial.

El edulcorante artificial clorado Splenda® [sucralosa, usado por Pepsi], fue desarrollado inicialmente como pesticida neurotóxico, se encuentra también en una variedad incontable de alimentos.

La FDA no requiere a las grandes farmacéuticas que tengan que comprobar la toxicidad mitocondrial de sus nuevos medicamentos o vacunas

Estos ejemplos son sólo algunos de los productos químicos sintéticos encontrados en medicamentos, vacunas y alimentos altamente procesados que son capaces de causar daño mitocondrial en las células del cerebro y del cuerpo – con pérdida de memoria, confusión y disfunción cognitiva, todos síntomas iniciales de demencia.

Es una tragedia que las Demencias reversibles y evitables inducidas por drogas o vacunas(o para cualquier otros de los muchos trastornos neurodegenerativos) sean mal diagnosticadas como enfermedad de Alzheimer (o trastorno neurológico) “de causa desconocida”, porque si no se reconocen las causas fundamentales no se ofrecerá un cuidado preventivo. Y entonces, lo que puede ser peor, a estos pacientes se les podría colocar costosos medicamentos, potencialmente tóxicos y a menudo inútiles, que no han probado sus propias toxicidades mitocondriales potenciales. (Por desgracia, la industria farmacéutica estadounidense la FDA no requiere probar la toxicidad mitocondrial de los medicamentos, dejando así a los médicos y pacientes que consuman fármacos a la ciega, en lo que se refiere a la seguridad de estos medicamentos.)

Hay mucho más en la literatura neurocientífica básica que prueba las conexiones entre los fármacos y vacunas y los trastornos del neurodesarrollo. Estxs investigadorxs de neurociencia básica que no tienen conflictos de intereses con las grandes empresas farmacéuticas o la Gran Medicina deben ser escuchadxs. Lxs autorxs con implicaciones monetarias o conflictos de interés deben ser consideradxs con cautela [que por otra parte son los más famosos ya que cuentan con todo el apoyo mediático de la industria].

No esperís que las grandes farmacéuticas respondan a tales revelaciones indeseadas como se mencionó anteriormente. No hay que esperar que la Gran Medicina a reconozca la existencia de enfermedades iatrogénicas o que ofrezca disculpas.

No obstante, es de esperar desmentidos, despidos, distracciones, retrasos y ataques ad hominem contra los denunciantes en lugar de un honesto mea culpa.

Debe depender de los consumidores de sustancias potencialmente tóxicas el hacer la investigación ellos mismos, sobre aquellas sustancias que pueden no mostrar síntomas hasta que se alcanza un punto de inflexión cuando el hígado ya no es capaz de detoxificar el cóctel de venenos que se le presenta.

El Profesor de Medicina Oliver Wendell Holmes dijo una vez: “Si todo el medicamento en el mundo fueron arrojados al mar, sería malo para los peces, pero bueno para la humanidad.”


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El Dr. Kohls ha pasado muchos años investigando la poderosa, obscenamente rentable y, por tanto, fácilmente corruptible industria farmacéutica y las muchas afirmaciones falsas que sus grupos de presión lobbistas, grupos de “expertos” y “líderes de opinión” cooptados en los medios de comunicación han estado haciendo a lo largo de los años. Conoce muchas familias cuyas vidas han sido devastadas por las lesiones de medicamentos psiquiátricos y daños por vacunas, incluyendo el autismo post-vacunación regresivo que de forma inequívoca comenzó a seguidamente de la rutina del niño sano o del niño sano vacunas. Se toma en serio los preceptos del juramento hipocrático que tomó cuando recibió su título de médico. Ese juramento dice que los médicos deben, sobre todo, no hacer daño a sus pacientes y por lo tanto, cuando hay evidencia de daño potencial de un medicamento con receta, vacuna o procedimiento, los médicos deben dudar en prescribir tratamientos perjudiciales hasta realizar una investigación completa e imparcial.

Trágicamente, se ha producido una proliferación de las grandes corporaciones médicas (compañías de seguros de salud con fines de lucro, clínicas con fines de lucro, hospitales con fines de lucro etc…) y el secretismo, a menudo corporaciones farmacéuticas por encima de las leyes multinacionales que utilizan regularmente la ciencia corrupta para “probar” la seguridad y eficacia de medicamentos obscenamente rentables [aunque años más tarde tengan que enfrentarse a juicios masivos y multas millonarias, como el caso del Risperdal, Pioglitazona, Xarelto, Wellbutrin, Epipen, Actos, y cientos más…]. Emplean a miles de trabajadores, pero funcionan principalmente para el beneficio económico de sus accionistas y los pacientes no vulnerables.

El Dr. Kohls practica la atención holistica en la salud mental en la última década de su carrera de medicina familiar. Escribe una columna semanal para el Weekly Reader, semanario alternativo publicado en Duluth, Minnesota, EE.UU. Muchas de sus comumnas “Deber de advertir” se pueden encontrar archivadas en: http://duluthreader.com/articles/categories/200_Duty_to_Warn

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Notas

[1] “Walks for the cure” https://act.alz.org/site/SPageServer/?pagename=walk_homepage es una campaña publicitaria de la asociación de enfermos de alzehimer ALZ más importante de USA, financiada por las corporaciones mediáticas y farmacéuticas.

[2] https://isepp.wordpress.com/2013/07/28/drug-induced-dementia-a-perfect-crime-by-isepp-member-dr-grace-jackson/ – “Drug-Induced Dementia: A Perfect Crime”. Presentación y vídeo.

jueves, 9 de junio de 2016

Los laboratorios farmacéuticos se inventan las enfermedades

Joan-Ramon Laporte es jefe del servicio de farmacología del Hospital Vall d'Hebron. Es catedrático de farmacología en la UAB y dirige la Fundación Instituto Catalán de Farmacología.

«Los medicamentos son la tercera causa de muerte tras el infarto y el cáncer, según estudios hechos en EEUU. Cada año mueren 100.000 personas por errores de medicación, y 100.000 por efectos adversos».

«La implicación de los medicamentos en patologías comunes es muy importante. Los medicamentos producen enfermedades que no se distinguen de las otras. Te pueden producir un infarto de miocardio, o que te caigas y te rompas el fémur, o un ataque psicótico».

«Sólo en Cataluña hay entre 6.000 y 9.000 fracturas de cuello de fémur al año: entre el 13 y el 14% de ellas tiene que ver con el omeoprazol y medicamentos análogos. Dificulta la absorción del calcio y las personas que lo toman habitualmente desarrollan osteoporosis. Un 8,4% de las fracturas las producen medicamentos para dormir. Más de 300 tienen que ver con antidepresivos».

«La industria farmacéutica está medicalizándolo todo. Los laboratorios se inventan enfermedades, convierten la tristeza en depresión, la timidez en fobia social o el colesterol en una enfermedad. Los lobbys farmacéuticos promueven más mentiras que medicamentos. Dicen que son más eficaces de lo que realmente son».

«Aunque los permisos de comercialización los otorga la Agencia Europa del Medicamento, cada país puede decidir si financia un determinado medicamento. En España se financian todas las novedades. Por ejemplo, hay seis medicamentos anti-neoplásicos que Gran Bretaña ha rechazado financiar y que aquí se financian».

«Cuando un medicamento sale al mercado, es tan poco conocido, porque se ha estudiado tan poco, que no estamos seguros de que no pueda tener efectos indeseados graves».

«En España nos polimedicamos. Hace 15 años se daban entre 12 y 13 recetas por persona y año. Ahora, casi 20. Por lo menos la mitad de los medicamentos que tomamos son innecesarios. Hay gente que durante toda su vida toma medicación para dormir, sin embargo al cabo de tres o cuatro semanas el cuerpo ya lo ha asimilado y es tan eficaz como el placebo».

«Los laboratorios no dan acceso público a los ensayos clínicos. Tampoco se lo dan al sistema de salud. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios aprueba medicamentos sin ver los datos de cada uno de los pacientes que han participado en los ensayos».

«El tiempo que se tarda en retirar un medicamento porque produce efectos indeseados graves ha pasado de seis o siete años en 2004, a 12 o 14 años hoy en día. Cuesta mucho más retirarlos, y esto es por la creciente influencia de la industria sobre los sistemas de salud, tal como ha denunciado el Consejo de Europa».

miércoles, 4 de mayo de 2016

Reputados médicos británicos empiezan a denunciar a la mafia farmacéutica

Varios médicos británicos, entre ellos el que fuera doctor personal de la Reina Isabel II, han iniciado un debate sobre la eficacia de los medicamentos y cuestionan la influencia de las compañías farmacéuticas en el consumo de productos cuya eficacia no está comprobada.

Richard Thompson, expresidente del Real Colegio de Médicos británico y doctor personal de la reina Isabel II durante 21 años, ha reclamado que se realice una consulta pública urgente sobre “la eficacia de los fármacos” y que se revelen los manejos “turbios”de las compañías del sector y ha advertido sobre la influencia excesiva que poseen a la hora de prescribir medicamentos. 

Sir Richard Thompson
Sir Richard Thompson

Las personas que arremeten contra las farmacéuticas aseguran que muchos medicamentos provocan más perjuicios que beneficios, mientras que las supuestas bondades de algunos medicamentos no están debidamente constatadas.

Y es que el negocio farmacéutico mueve millones de dólares en todo el mundo. Al mismo tiempo, los excesos de medicación y el consumo de múltiples medicamentos cuya eficacia está en duda son algunos de los factores que provocan la muerte de miles de personas.

Al respecto cabe destacar lo que nos dice un médico argentino en el artículo EL COMENTARIO REVELADOR DE UN MÉDICO SOBRE LA PERVERSIÓN DE LA MEDICINA ACTUAL.

Entre los médicos que están impulsando el debate sobre el excesivo poder que ejercen las farmacéuticas sobre la actividad médica, se encuentra el cardiólogo Aseem Malhotra, que ha acusado a las empresas farmacéuticas de “jugar con el sistema”, invirtiendo dos veces más en marketing que en investigación.

Aseem Malhotra

Aseem Malhotra

El Dr. Malhotra sostiene que los medicamentos recetados a menudo hacen más daño que bien, y que los ancianos son el grupo que mayor riesgo corre por culpa de estas prácticas tan extendidas.
“Uno de cada tres ingresos hospitalarios entre los mayores de 75 años en el Reino Unido, son a consecuencia de una reacción adversa a un medicamento”.

El Dr. Malhotra, que está poniendo en marcha la campaña de denuncia a título personal, es administrador del Think Tank del campo de la salud King’s Fund, miembro de la Academia de Reales Colegios Médicos y asesor del Foro Nacional de Obesidad del Reino Unido.

Malhotra está recibiendo el respaldo de Sir Richard Thompson, y del profesor John Ashton, presidente de la Facultad de Salud Pública; el psiquiatra Dr. JS Bamrah, presidente de la Asociación Británica de Médicos de Origen Indio; la cardióloga Rita Redberg, editora de la revista médica Archives of Internal Medicine; y el profesor James McCormack, un científico farmacéutico.

Malhotra señala directamente a la sanidad pública británica porque considera que sobremedica a sus pacientes y que los efectos colaterales derivados que provoca esa manera de actuar conducen a“innumerables muertes”.

Además, este cardiólogo indica que existe la sospecha de que ese “exceso de medicina” derive de los“incentivos financieros” vinculados con la prescripción y el aumento de los procedimientos, con lo cual acusa a las farmacéuticas de “jugar con el sistema” y de invertir el doble en propaganda que en investigación.

Malhotra es particularmente crítico con el reciente aumento dramático de la prescripción de estatinas y afirma que los datos completos sobre el poder de las estatinas y sus efectos secundarios no han sido publicados.

En farmacología, se conoce como estatinas a un grupo de fármacos usados para disminuir el colesterol en sus distintas formas, en pacientes que lo tienen elevado (hipercolesterolemia) y que presentan, por tanto, un mayor riesgo de desarrollar ateroesclerosis y de sufrir episodios de patología cardiovascular.

De hecho, cada vez más pruebas sugieren que los beneficios de las estatinas han sido muy exagerados y que sus efectos secundarios han sido ampliamente subestimados.

En las últimas semanas, dos grupos de investigación independientes en Japón y Francia, independientemente uno del otro, han puesto en duda la fiabilidad de muchos de los estudios anteriores patrocinados por la industria farmacéutica, que mostraban los supuestos beneficios de las estatinas.

De hecho, la investigación japonesa fue tan lejos como para sugerir que las estatinas pueden ser una de las causas del creciente número de afectados entre la población, de insuficiencia cardíaca.
Mientras tanto, el reputado cardiólogo francés Dr. Michel De Lorgeril, afirma que todos los estudios publicados después de 2006 no revelan ‘ningún beneficio’ de las estatinas para la prevención de enfermedades cardiovasculares en todos los grupos de pacientes.

Dr. Michel De Lorgeril

Dr. Michel De Lorgeril

Entre otras diversas investigaciones sobre el daño provocado por determinados medicamentos, Malhotra cita una investigación realizada por la revista médica British Medical Journal, que a principios de este mes sugiere que el principal medicamento anticoagulante Rivaroxaban no es tan seguro como sugieren los datos de los ensayos, aunque el regulador sigue apoyando la comercialización del medicamento.

Asimismo denuncia que se produce “una financiación sesgada de la investigación, destinada a favorecer aquellos productos que sean más rentables, y no los que sean más beneficiosos para los pacientes, mediante informaciones sesgadas en revistas médicas”.

“De hecho, tal y como dijo John Ioannidis, profesor de medicina y política de salud en la Universidad de Stanford: ‘como mayores sean los intereses financieros en un campo determinado, menos probable es que los resultados de la investigación sean verdad’”.

“Todo ello lleva a conflictos de interés de carácter comercial y a una clara incapacidad de los médicos y los pacientes a la hora de entender las estadísticas de salud y el riesgo de los productos farmacéuticos”.

“Todo lo anterior están contribuyendo a una epidemia de médicos y pacientes mal informados en el Reino Unido y en todas partes”.

“Pero lo más preocupante de todo, es que esta situación desesperada está costando decenas de miles de vidas en todo el mundo”.

“Además, el problema con la polifarmacia (tomar más de un medicamento a la vez), es que como más medicamentos se toman, más probable es que el paciente experimente efectos secundarios que luego son mal interpretados por un médico o enfermera como un síntoma de enfermedad que necesita tratamiento con medicamentos adicionales”.

Hace unos meses, el director médico del NHS (Servicio Nacional de Salud de Inglaterra), Sir Bruce Keogh, admitió que uno de cada siete tratamientos del NHS, incluyendo operaciones, eran innecesarias y que no deberían haberse llevado a cabo en los pacientes.Y en los EE.UU., se estima que un tercio de todas las actividades de cuidado de la salud no aportan ningún beneficio a los pacientes. Esto está respaldado además por una observación hecha por la ex editora de la revista New England Journal of Medicine, la Dra. Marcia Angell.En una conferencia pronunciada en la Universidad de Montana, en 2009, reveló que de los 667 nuevos medicamentos aprobados por la FDA entre 2000 y 2007, sólo el 11% eran considerados innovadores o eran una mejora de algún medicamentos ya existente. Sin embargo, tres cuartas partes eran esencialmente sólo copias de los antiguos medicamentos, que eran recomercializados para ganar aún más dinero con ellos.
“Teniendo en cuenta el hecho de que la responsabilidad primaria de las compañías farmacéuticas es proporcionar beneficios a los accionistas, en lugar de preocuparse por la salud del paciente, eso no debería sorprender a nadie”, afirma el Dr. Malhotra. Pero aparte del despilfarro financiero colosal que resulta de que las empresas lancen al mercado un mismo medicamento dos veces, y por lo tanto gasten el doble en marketing que lo que invierten en investigación y desarrollo, lo peor es el daño considerable sobre los pacientes y el público. La Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) informa que los efectos adversos de los medicamentos prescritos se han más que triplicado en la última década en los Estados Unidos, lo que ha dado lugar a más de 123.000 muertes en 2014 y 800.000 resultados de pacientes sufriendo efectos graves, incluyendo hospitalizaciones y discapacidades que amenazan su vida…aunque muchos expertos afirman que estos datos subestiman la verdad, que es mucho peor. Uno de los expertos que lleva denunciando desde hace tiempo los peligros de la medicación moderna es Peter Gotzsche, profesor de diseño y análisis de la investigación en la Universidad de Copenhague.

Peter Gotzsche
Gotzsche estima que los medicamentos recetados son la tercera causa más común de muerte después de las enfermedades cardíacas y el cáncer.
En particular, está profundamente preocupado por el impacto de las drogas psiquiátricas como los antidepresivos y los fármacos contra la demencia. Escribiendo en la revista British Medical Journal, ha calculado que son responsables de más de medio millón de muertes en las personas mayores de 65 años en la Unión Europea y en los Estados Unidos. De hecho, debido a estas actitudes y manejos poco claros, entre 2007 y 2012 casi todas las farmacéuticas que se encuentran entre las 10 más importantes del mundo pagaron multas considerables por delitos como la tergiversación de resultados de investigación, el ocultamiento de información sobre los daños de sus productos y la comercialización ilegal de fármacos. Y así lo empiezan a denunciar médicos reputados en países como el Reino Unido, donde empiezan a revelar que el sistema médico actual está controlado completamente por los intereses de la industria farmacéutica. Sin embargo, aún hay gran cantidad de gente que se niega a ver esta evidencia y en muchos países, como por ejemplo España, los médicos apenas se atreven a denunciar las prácticas criminales de la industria farmacéutica, que han secuestrado por completo la práctica de la medicina, corrompiéndola y pervirtiéndola hasta convertirla en un mero negocio, infinitamente más preocupado de ganar ingentes cantidades de dinero, que de preocuparse de la salud de los pacientes.
Fuente: http://www.dailymail.co.uk/health/article-3460321/How-Big-Pharma-greed-killing-tens-thousands-world-Patients-medicated-given-profitable-drugs-little-proven-benefits-leading-doctors-warn.html
https://actualidad.rt.com/actualidad/200446-negocio-farmaceutico-muerte-miles-pacientes
KAOS EN LA RED





lunes, 23 de febrero de 2015

La panacea de los psicofármacos


¿Qué tienen los psicofármacos para que sean percibidos como los salvadores de todos nuestros malestares? Los psicofármacos a los que me estoy refiriendo se denominan también psicotrópicos. Actúan sobre el sistema nervioso central para producir efectos que alteran los estados mentales –especialmente los emocionales-, y por ello producen cambios en la conducta. Son buscados por sus dos efectos principales: sedante y estimulante. Los más utilizados por las mujeres son los que actúan como tranquilizantes.
En los estudios sobre prescripción de psicofármacos, se concluye que la relación entre hombres y mujeres recetados con tranquilizantes ha sido siempre de dos a uno, es decir,el doble de mujeres que de hombres toman psicofármacos. Las cifras muestran que entre las mujeres de 18 a 29 años, el 12% utiliza tranquilizantes; entre las de 30 y 44 años, el 21%; entre las de 45 a 59 años, el 22%, y la cifra se eleva al 25% entre las de más de 60 años. El problema de la medicalización se agudiza a medida que las mujeres avanzan en edad.
¿Por qué se receta de esa forma tan abusiva? Una de las raíces a este problema tiene que ver con el modo de asistencia médica que tiende a no escuchar adecuadamente al paciente y así poder comprender el verdadero origen del problema por el cual consulta, recurriendo de forma estandarizada a la prescripción como tratamiento. Y cuando son mujeres, la prescripción pasa por tranquilizar el malestar con los psicofármacos.
Hace unos días, una mujer me explicaba: “Llevaba unos días cansada. Me sentía desanimada, abatida, sin ganas de hacer nada... Levantarme cada mañana era cada ver peor, un suplicio; me costaba concentrarme y estaba destemplada. Decidí ir al médico. Salí peor; apenas se dignó a mirarme, me hizo unas preguntas a las que casi sólo podía contestar con monosílabos, me regañó por lo que ella consideró un abuso de analgésicos, murmuró algo sobre depresión, me hizo una receta para tratarla. Tras reflexionar, pensé que yo deprimida no estaba, lo que estaba era muy cansada. Pedí un cambio de médico. El que me asignaron fue algo más considerado. Me comentó que lo mejor era descartar cualquier trastorno orgánico y me pidió unos análisis generales. A las dos semanas tuve la respuesta correcta a mi cansancio. ¡Solo tenia anemia!”.
Las mujeres somos el grupo principal de consumidoras de psicofármacos, grupo al cual dirigen su publicidad los laboratorios que los producen.Somos las dos terceras partes de la población que usa tranquilizantes. Dentro de los psicofármacos, el grupo de los benzodiazepinas (ansiolítico, sedante) es el más recetado. Gran cantidad de mujeres confiesan seguir utilizando esta droga diariamente durante uno o más años. Estas usuarias crónicas se encuentran con el riesgo potencial más alto de experimentar los efectos adversos de la droga.
Los medicamentos que se agrupan bajo la denominación de benzodiazepinas se describen como no adictivos, pero los estudios realizados indican que cualquier persona que los tome, incluso en dosis muy bajas, durante más de tres o cuatro meses, corre el riesgo de volverse fisiológicamente adicta.
Las benzodiazepinas actúan en el sistema nervioso central y tienen efectos colaterales, no deseados, de los cuales los más habituales son: somnolencia, visión borrosa, incoordinación y torpeza motrices, dificultad en la concentración y la memoria, humor depresivo, irritabilidad, cambio en los hábitos del sueño. A menudo se observa también amortiguación de los efectos, disminución del deseo de iniciar o mantener contactos sociales y pérdida de la motivación.
En situaciones peligrosas en donde se requiere la acción de reflejos rápidos, la pasividad asociada con estos efectos puede ser contraproducente. Esto lo he observado particularmente en las mujeres maltratadas que tomaban tranquilizantes, y que manifestaban su dificultad para alejarse de la relación abusiva de maltrato, además de la falta de reflejos para evitar los golpes, la dificultad para pensar con claridad y poder encontrar respuestas más favorables para ellas.
Es un hecho confirmado que el estado de salud mejora cuando la persona afectada tiene la posibilidad de comunicar su experiencia dolorosa a alguien con cuyo interés y comprensión pueda contar. A pesar de ello, rara vez se contempla esta posibilidad en el tratamiento médico, principalmente porque los profesionales apenas tienen tiempo para escuchar a sus pacientes y, en caso de tomárselo, les faltaría el conocimiento necesario para comprender el lenguaje de los sentimientos. Es de suponer que el motivo principal de ello sea el miedo al resurgimiento de sus propias emociones. Por desgracia, este miedo se combate con frecuencia atiborrando a las pacientes.
Otra mujer me comentaba indignada lo que le había pasado con su médica. Padece reumatismo y artrosis y fue a buscar la medicación para su tratamiento. Llevaba unos días muy preocupada por la salud de su hija, que había sufrido un infarto cerebral. La doctora le preguntó qué le pasaba y ella se lo explicó. Al describirlo, se emocionó y se puso a llorar. Mientras tanto la doctora le había extendido una nueva receta. Era un tranquilizante. Ella no quería calmantes, quería estar lo suficientemente lúcida para cuidar de su hija y claro que estaba triste, preocupada, angustiada, enfadada por lo que le había pasado, pero no necesitaba que la atontaran.
Además de los efectos colaterales, está el grave problema de la dependencia, en la que se ha establecido una relación de confianza con los tranquilizantes para desarrollar su vida habitual. Sin ellos, se puede tener la sensación de no saber funcionar ante imprevistos.
El otro grave problema son los efectos por la supresión de la droga –síndrome de abstinencia. Superar este tramo del síndrome constituye uno de los trabajos más difíciles y dolorosos, y raramente se logra salir sin ayuda profesional. Los síntomas que componen el síndrome de abstinencia pueden incluir: ansiedad, hiperactividad psicomotriz, sentimientos de pánico, síntomas físicos como temblores, sudoración exagerada, náuseas, distorsiones de la percepción, ideas persecutorias, sensación de extrañamiento corporal...
Plantear que las mujeres somos las principales consumidoras de psicofármacos y constatar que el uso de los psicotrópicos por parte de las mujeres es abusivo, injustificado e inapropiado, tanto en lo que respecta a ellas mismas como al sistema médico que los prescribe, no es suficiente. Esto sería el enunciado del problema, y a partir de aquí tendríamos que plantearnos las preguntas sobre el mismo.
¿Son las tasas de trastornos mentales mayores en mujeres que en hombres? ¿Las tasas más altas de ansiedad y depresión en mujeres son resultado de un estereotipo sexual, o de su posición social desventajosa, o debido a una mayor vulnerabilidad biológica? ¿Cómo juega el rol de género de las mujeres como agentes de salud del resto de su familia y, en consecuencia, su contacto más frecuente con los médicos, en la mayor prescripción de drogas psicotrópicas? Tendremos que ir haciéndonos algunas de estas preguntas y muchas más, para poder explicar por qué las mujeres integran el grupo humano que toma más tranquilizantes. Pero no son necesariamente justificaciones.Muchas cosas no deben andar bien en nuestra sociedad para que una de cada diez mujeres adultas necesite drogarse para hacer frente a su vida diaria.
Al acceder a la consulta médica, las mujeres son percibidas como “el problema” y la droga que se prescribe como la “solución”. Más que la búsqueda de las causas que originan los síntomas, se apunta a ofrecer una droga que rápidamente los acalle. Una escucha atenta y una detallada investigación de la vida diaria de las mujeres nos puede permitir aproximarnos a otros diagnósticos y otras prácticas.
El artículo completo ha sido publicado dentro de la revista Mujeres y Salud MyS, editada por la Red de Mujeres Profesionales de la Salud CAPS (Centro de Análisis y Programas Sanitarios).

miércoles, 4 de febrero de 2015

La utilización de medicamentos antidepresivos en España se triplica en 10 años


La utilización de medicamentos antidepresivos en España se ha triplicado en 10 años, según los datos publicados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), puesto que hay una mayor incidencia de trastornos del estado de ánimo, y un aumento de la extensión de las indicaciones terapéuticas autorizada para estos medicamentos.

"Han aumentado las indicaciones, no sólo con respecto a las depresiones y a los trastornos de ansiedad que se tratan con antidepresivos, sino también en otras dolencias como el dolor y los trastornos de personalidad", ha señalado el vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), el doctor José Antonio López.

En este sentido, el experto ha asegurado que el uso de antidepresivos se ha disparado debido al autoconsumo, siendo la causa principalmente de tres factores: existe una cierta facilidad de comprar fármacos sin recetas en la farmacia; la idiosincrasia española, ya que en otros países no se practica la automedicación sin consultar a un profesional y, por último, la facilidad del acceso a los medicamentos.

Un ejemplo de esto es Internet porque es una herramienta que facilita que cualquier persona pueda conseguir un fármaco en cuestión de minutos. esta forma de conseguir fármacos resulta peligrosa por dos factores, "tanto por el hecho de autoconsumir fármacos como los antidepresivos (múltiples efectos secundarios y necesidad de monitorización por un especialista) como también por las consecuencias de abandonar el tratamiento antes de tiempo si éste no tiene el seguimiento médico necesario por un profesional", ha asegurado el experto.

En cuanto a la incidencia, en invierno se da un incremento de los trastornos depresivos debido a factores como el frío y la escasez de luz. "Las bajas temperaturas, así como la falta de luz pueden provocar que las personas con algún tipo de trastorno mental como depresión o ansiedad puedan sufrir de una recaída o que se acentúen sus episodios de crisis", ha asegurado el doctor López.

Por último, el doctor, ha explicado que hay que prestar especial atención a otras estaciones como primavera y en verano donde hay un exceso de luz, lo que puede aumentar los trastornos de ansiedad. Y es que, debido a que la luz es una gran estimulante cerebral, al recibir más luz, se está más alterado y, por tanto, más despierto y revolucionado.

FUENTE: INFOLIBRE

lunes, 21 de abril de 2014

El NICE rechaza el uso de fármacos para el manejo de los síntomas centrales del autismo

Los fármacos no deben usarse para el abordaje de los síntomas centrales del trastorno del espectro autista, ni tampoco para los problemas de conducta asociados. Por el contrario, las intervenciones psicosociales deben ofrecerse a todos los pacientes con autismo como primera línea de acción para dichos síntomas. Estos son algunos de los estándares de calidad establecidos por el Instituto Nacional de Excelencia para la Salud y los Cuidados del Reino Unido (National Institute for Health and Care Excellence, NICE), para la atención a niños, jóvenes y adultos con autismo.
Mediante estos estándares de calidad, el NICE –una institución de referencia mundial en la práctica clínica, debido a la rigurosidad de sus recomendaciones, establecidas a partir del análisis de la mejor evidencia científica-, pretende establecer una serie de indicadores cuantificables que permitan valorar la atención que se ofrece a estos pacientes en cada centro, con el fin de reducir la variabilidad asistencial en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con trastornos del espectro autista.
Los estándares de calidad del NICE comprenden ocho indicadores, que, en conjunto y de acuerdo a la evidencia científica, suponen una importante mejora de la calidad y los resultados en el tratamiento a estos pacientes. Estos indicadores de calidad hacen referencia a los siguientes aspectos en la evaluación y tratamiento de niños y adultos con autismo:
  • Se recomienda que todas aquellas personas con sospecha de autismo, que serán derivadas a un equipo especializado encargado de la confirmación del diagnóstico, deberán recibir esta evaluación en un plazo máximo de tres meses desde su derivación. El NICE subraya la importancia del diagnóstico temprano de estos problemas para que las personas afectadas y sus familiares reciban lo antes posible asesoramiento, tratamiento y apoyo social.
  • Las personas con autismo a menudo presentan otros trastornos asociados, que, si no se identifican ni son tratados, pueden tener un grave impacto en la vida de los pacientes, sus familiares y sus cuidadores, tales como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, los trastornos de ansiedad y depresión y otros problemas de coordinación motora. En consecuencia, la segunda norma de calidad del NICE establece que todos los pacientes con autismo deben ser evaluados también sobre la coexistencia de estos otros problemas de salud física y mental.
  • Cada paciente con autismo debe tener un plan personalizado de intervención, asociado a su nivel de dependencia y consensuado con los familiares y cuidadores principales.
  • Las personas con autismo deben tener asignado un profesional de referencia encargado de coordinar la atención y el apoyo que se haya acordado en el plan personalizado del paciente.
  • Las personas con autismo deben haber recibido información documentada, por parte de un miembro especializado del equipo de atención, sobre los beneficios de participar en los programas de intervención psicosocial para mejorar los síntomas centrales asociados al espectro autista.
  • No se deben administrar fármacos para tratar los síntomas centrales del trastorno del espectro autista, dado que, tal y como establece el NICE tras la revisión de la literatura científica, los fármacos han demostrado ser ineficaces para tratar estos síntomas y además suponen un riesgo significativo para la salud de los afectados.
  • Las personas con autismo que presenten problemas de conducta deberán ser evaluadas para identificar los posibles desencadenantes de dicho comportamiento, incluidos los problemas de salud física, los problemas de salud mental y los factores ambientales.
  • Las personas con autismo y con problemas de conducta no deben recibir medicación antipsicótica, a menos que se establezca que las intervenciones psicosociales y otros tratamientos son insuficientes y no se pueden administrar debido a la gravedad de la conducta. De esta manera, la primera línea de intervención para los problemas de conducta en personas con autismo, deben ser siempre las intervenciones psicosociales u otros tratamientos dirigidos a controlar los desencadenantes del comportamiento a mejorar.
Se pueden consultar las recomendaciones elaboradas por el NICE, así como su justificación y otras herramientas de interés en el siguiente enlace:

martes, 17 de diciembre de 2013

¿Un lexatin?No, mejora váyase a sudar al parque

Imagen de la XXXV Maratón de Madrid, celebrada en 2011. / C. MANUEL

En los periódicos salen muchas veces noticias que despiertan admiración, pero no extrañeza. Noticias de este cariz: un hombre de 102 años se prepara para batir su propio récord de la hora en bicicleta para centenarios. Hace dos años, un francés, llamado Robert Marchand, que ha combatido en dos guerras, ha sido bombero en París, ha trabajado de leñador en Canadá y después de jardinero hasta los 76 años, fue capaz de recorrer en un velódromo 24,251 kilómetros durante 60 minutos en bicicleta. Desde entonces, Marchand, que lleva una vida autónoma en soledad y hasta sigue conduciendo su coche, se ha sometido a un seguimiento científico por parte de fisiólogos franceses y a un riguroso plan de entrenamiento que le ha permitido, sorprendentemente, mejorar su forma física y su capacidad de rendimiento, pese a su envejecimiento. “Tiene un consumo de oxígeno de 35 mililitros por kilo y por minuto, que es el normal en una persona de 45 años”, explica, admirada, la fisióloga Véronique Billat. “Y hace tres meses tenía el consumo de oxígeno de un hombre de 55 años… En nada ha ganado 10 años”.

Para Billat no hay mejor ejemplo para mostrar los magníficos efectos que para la salud genera el ejercicio físico, y seguramente no la contradirán el tercio de personas centenarias que reconocen en cualquier estudio dedicado al asunto que en el ejercicio físico está el secreto de su longevidad. O tampoco le llevará la contraria Carmen, que se niega a decir su edad —“Vale, puede decir que más de 80”, admite— y que todas las mañanas, de ocho a nueve, recorre el Retiro, el parque central de Madrid, en bicicleta. “Ando en bici una hora al día, por lo menos”, dice. “Y los días que no lo hago me siento mal”.

Carmen, como diría algún especialista, genera química buena con el ejercicio que contrarresta todos los elementos negativos —sedentarismo, contaminación, estrés...— que la vida en las grandes ciudades en el siglo XXI lleva consigo. Pero más allá de esta obviedad, no inferior a la obviedad primera —enfermamos cuando dejamos de hacer ejercicio, por eso el ejercicio físico nos ayuda a sanar— que da origen al movimiento, en los últimos años se ha desarrollado entre médicos de todo el mundo y de todo tipo de especialidades un consenso para considerar la práctica de ejercicio físico no como un consejo que se da a un enfermo, como se le aconseja no fumar o no beber en exceso, sino como una prescripción con el mismo valor terapéutico que el del medicamento que a veces le receta también. Todo parte de una nueva obviedad: somos química, producto de reacciones químicas en nuestras células, de un juego de proteínas, y el deporte, el sudor, produce también reacciones químicas, como cualquier medicamento. El ejercicio previene y cura.

Esto se cristaliza en algunos estudios con conclusiones que podrían llamarse de sentido común, como uno publicado en el International Journal of Sports Medicine y realizado con 11 personas, mujeres y hombres, entre 18 y 56 años, que hicieron el Camino de Santiago: 758 kilómetros en 30 días, a una media de 25 kilómetros al día y a un 56% de su frecuencia cardiaca máxima. A todos se les midió, antes y después, diferentes factores de riesgo de una enfermedad cardiovascular: proteína c-reactiva, colesterol, triglicéridos, presión arterial... Todos ellos perdieron peso (unos tres kilos de media), grasa, bajaron su presión arterial y mejoraron su capacidad cardiorrespiratoria. Y hay, en el otro extremo, estudios más sorprendentes, como uno anunciado recientemente en el congreso de Neuroscience en San Diego, que afirma que tres sesiones de ejercicio físico moderado durante el embarazo acelera el desarrollo neuronal y cerebral del recién nacido.

Pero más allá de los estudios, manda la experiencia diaria de decenas de médicos que prescriben ejercicio para afecciones que, en teoría, no tienen nada que ver con el sudor o el cansancio.

A Cristóbal Belda, oncólogo de Hospitales de Madrid, le llegan pocos pacientes cuyos síntomas no correspondan realmente a un cáncer. “Hay muchos filtros previos, pero aun así, de vez en cuando llega a mi consulta un paciente cuyos síntomas son más la somatización de una crisis de ansiedad o de angustia, sensaciones totalmente subjetivas, que manifestaciones de un tumor”, dice Belda. “Y a todos ellos les receto de entrada, antes de recetarles un lexatin, unas buenas dosis de ejercicio”.

A muchos de los pacientes que no necesitan consulta ni tratamiento oncológico, las urgencias de los hospitales los derivan casi directamente a un psiquiatra, unos especialistas que, cada vez más, como Belda, prescriben química en forma de sudor y no en cápsulas. “Cuando prescribo ejercicio, los pacientes se quedan a veces un poco parados, pues muchos piensan que siempre que se va a un médico hay que salir con varias recetas en la mano, como si al no recetarles nada no se diera importancia a sus males. Sin embargo, cada vez lo aceptan mejor, lo admiten perfectamente, sobre todo como terapia complementaria. De día sudor, de noche pastillas”, dice el psiquiatra Carlos Mur, director de hospital Psiquiátrico de Leganés. “Y lo hago convencido de su eficacia química, no solo, como se decía antes, para generarles a los pacientes una sensación subjetiva de bienestar. El ejercicio aeróbico, el running o el andar deprisa libera por un lado mioquinas, sustancias que influyen en los neurotransmisores y en las reacciones químicas que se desencadenan, por ejemplo, en casos de somatización por ansiedad, y por otro libera endorfinas, opiáceos endógenos con efectos relajantes y euforizantes. Generan la sensación de bienestar que todo el mundo siente al sudar. Activan los mismos receptores gabaérgicos que las benzodiacepinas, los ansiolíticos más comunes. El ejercicio ayuda a eliminar tensiones y somatizaciones en tejidos óseos y musculares, como la fibromialgia. Y libera adrenalina y testosterona, los principales ayudantes para generar situaciones de ansiedad, angustia y pánico. Hay que liberarse de la adrenalina”.

Mikel Izquierdo, catedrático y director del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, ha centrado su trabajo y sus investigaciones en la prescripción de ejercicio en la tercera edad. “Nuestro objetivo”, dice, “es mejorar la capacidad funcional de enfermos de diabetes, obesidad, prevenir caídas y roturas de cadera. Con la implantación de la prescripción obligatoria de ejercicio en lugar de medicamentos en muchos casos se ahorraría miles de millones de euros al sistema de salud. El músculo es un órgano endocrino que ponen en marcha reacciones moleculares y libera sustancias vasodilatadoras, relajantes, estimulantes… El ejercicio provoca relajación muscular posterior, aumento de la temperatura corporal, aumento de la liberación de catecolaminas como la adrenalina, dopamina y serotoninas, cambio en las ondas cerebrales e incremento del flujo sanguíneo y oxigenación del sistema nervioso central”.

Más que de los mecanismos por los que el ejercicio actúa como un medicamento, Izquierdo prefiere hablar de ejemplos prácticos, cuenta, por ejemplo, cómo el ejercicio físico ayuda a frenar el desarrollo delalzhéimer, pues el entrenamiento de fuerza sirve para mejorar la función cognitiva y cuenta cómo en ciertos hospitales de Estados Unidos los pacientes renales se someten a hemodiálisis mientras pedalean en bicicletas estáticas. “Es una forma de romper el bucle: los enfermos se fatigan mucho porque no se mueven y, como se fatigan, no se mueven. No les mata el riñón, sino la fatiga y la falta de movimiento”, dice Izquierdo, que ha coordinado el libro Ejercicio físico es salud, en el que se detalla la prescripción de ejercicio para tratar y prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva, osteoporosis, cáncer de colon, cáncer infantil, artritis reumatoide, fibrosis quística y depresión.

Izquierdo pone otro ejemplo clarificador: “Un nonagenario que hasta entonces llevaba una vida autónoma e independiente funcionalmente ingresa en un hospital con neumonía. Del centro sanitario sale, por ejemplo, 10 o 15 días más tarde con la neumonía curada, pero tantos días de cama le han dejado tan débil (si no te mueves el músculo desaparece) que no puede ni andar y sale en silla de ruedas. Su capacidad funcional ha desaparecido. Esa persona morirá pronto, y no por la neumonía, que ya está curada, sino por vivir débil en silla de ruedas. Mucha gente no lo sabe, pero el mejor predictor de esperanza de vida es la capacidad de andar. Midiendo la velocidad de marcha de los ancianos se puede predecir, casi con precisión de una semana, cuánto van a vivir”