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lunes, 26 de octubre de 2020

Nuevo informe de la UNESCO sobre violencia y acoso escolar


“Tanto la salud mental y física como el bienestar de los niños se ven afectados negativamente por el acoso escolar”.


Así lo advierte la UNESCO en un nuevo informe publicado recientemente sobre violencia escolar y bullying, a través del cual se presenta, por primera vez, un resumen de la evidencia más reciente y completa sobre la magnitud, la naturaleza, las causas y las consecuencias de la violencia y el acoso escolar.

El informe, cuya versión extendida se publicará en los próximos meses junto con un análisis de respuestas eficaces para la prevención del acoso escolar, se basa en múltiples fuentes de datos y, en particular, en dos encuestas internacionales a gran escala: la Encuesta mundial de salud de los estudiantes basada en la escuela de la OMS (GSHS- WHO Global School-based Student Health Survey) y el Estudio sobre el comportamiento de la salud en niños en edad escolar (HBSC-Health Behaviour in School-aged Children study), que, en conjunto, proporcionan datos de 144 países y territorios en todas las regiones del mundo, correspondientes a estudiantes de entre 9 y 15 años.

Tal y como señala la UNESCO, la violencia en y alrededor de las escuelas, incluido el acoso, los ataques y las peleas físicas, socava el aprendizaje y tiene consecuencias negativas para la salud física y mental. A este respecto, alerta, “ningún país puede lograr una educación inclusiva y equitativa de calidad si los estudiantes experimentan violencia en la escuela”.

En esta línea, aboga por crear aprendizajes seguros, no violentos, inclusivos y eficaces, un objetivo para el que se requiere de datos precisos y actualizados, como los recogidos en este estudio. A continuación, recogemos los principales resultados de la encuesta:

Estado actual de la violencia escolar y el bullying
  • Aproximadamente uno de cada tres (32%) estudiantes ha sido acosado por sus compañeros en la escuela, durante uno o más días en el último mes. A este respecto, existen diferencias significativas entre regiones.
  • Más de uno de cada tres (36%) estudiantes ha estado involucrado en una pelea física con otro estudiante al menos una vez, y el 32,4% ha sido atacado físicamente al menos una vez en los últimos 12 meses.
  • El acoso físico y sexual son los tipos más frecuentes de bullying. El bullying físico es el tipo más frecuente en todas las regiones, excepto Europa y América del Norte. A nivel mundial, el 16,1% de los niños que han sido acosados afirman haber sido golpeados, pateados, empujados o encerrados en algún lugar.
  • El bullying sexual es el segundo tipo de acoso escolar más frecuente. A nivel mundial, el 11,2% de los niños que son acosados informan que se burlan de ellos con bromas, comentarios o gestos sexuales. Esta forma de acoso escolar es uno de los dos tipos más comunes de acoso escolar en América Central, Medio Oriente y África del Norte.
  • Actualmente están surgiendo nuevas formas de violencia sexual, incluido el envío de mensajes e imágenes sexuales online. Los datos revelan que entre el 12% y el 22% de los niños han recibido mensajes con contenido sexual en el último año.
  • El acoso cibernético es menos frecuente pero afecta a uno de cada diez niños en algunas regiones. Hay menos datos globales disponibles sobre esta modalidad de acoso escolar que sobre otros tipos. En Canadá y Europa, el 10,1% de los niños ha sido acosado cibernéticamente a través de mensajes (mensajes instantáneos, publicaciones, correos electrónicos y mensajes de texto) y el 8,2% por imágenes (tomar y publicar online fotos poco favorables o inapropiadas de alguien).
  • En algunos países, los niños reportan violencia física por parte de sus profesores. Si bien a nivel mundial, la prevalencia de violencia física perpetrada por docentes es muy baja, este no es el caso en todas las regiones del mundo.
  • Aproximadamente uno de cada tres países permite todavía el castigo corporal en las escuelas. Esta es una forma de violencia física perpetrada por maestros legalmente prohibida en las escuelas de 128 países; sin embargo, aún hoy en día, se permite en 69 países del mundo.
  • Las cifras indican que a medida que los niños crecen, experimentan menos violencia perpetrada por sus compañeros y menos castigos corporales por parte de los maestros.
Cambios a lo largo del tiempo en la prevalencia de violencia escolar y bullying
  • La prevalencia de bullying se ha reducido en casi la mitad de los países. De los 71 países y territorios con datos de tendencias sobre la prevalencia del acoso escolar, en 35 de ellos, los datos muestran una disminución de la prevalencia, en 23 no ha habido cambios significativos y en 13 se ha incrementado.
  • La prevalencia de participación de estudiantes en peleas físicas se ha reducido en menos de la mitad de los países. De 29 países y territorios con datos sobre la participación en una pelea física, 13 han detectado una reducción de la misma, en 12 no se ha observado ningún cambio y en cuatro países, se ha incrementado la participación estudiantil en este tipo de acciones.
  • Se observa una disminución de los ataques físicos en la mitad de los países.
  • Aunque la prevalencia de ciberacoso es baja en comparación con otras formas de acoso escolar y violencia, constituye en la actualidad un problema creciente. En general, en siete países europeos, la proporción de niños de entre 11 a 16 años usuarios de Internet que informa haber experimentado acoso cibernético ha aumentado del 7% en 2010 al 12% en 2014.
Género y violencia escolar y bullying
  • A nivel mundial, y en la mayoría de las regiones, la prevalencia de bullying es similar para los niños y las niñas.
  • De forma específica, los niños tienen más probabilidad de experimentar acoso físico que las niñas, siendo mayor en las niñas la probabilidad de experimentar acoso psicológico, particularmente, siendo ignoradas o excluidas o presas de rumores desagradables.
  • Las niñas son más propensas que los niños a sufrir acoso basado en la apariencia física. En este sentido, en todas las regiones del mundo –excepto Asia, el Caribe y el África Subsahariana-, las niñas informan recibir burlas por su rostro o la forma de su cuerpo, más frecuentemente que los niños.
  • Las niñas tienen más probabilidad que los niños a ser acosadas a través de mensajes: en Europa y América del Norte, la prevalencia de ciberacoso por mensajes es mayor entre las niñas en 24 países y entre los niños en tres países; en cambio, la prevalencia del ciberbullying por imágenes es mayor entre los niños en 14 países y entre las niñas en 12 países.
  • La probabilidad de participar en una pelea física o ser atacados físicamente es mayor en niños.
  • Los datos muestran que la violencia sexual perpetrada por el personal docente y/o los compañeros afecta tanto a las niñas como a los niños.
  • Los estudiantes que son percibidos como no conformes con el género, están más expuestos a la violencia escolar que aquellos que se ajustan a las normas binarias de hombres y mujeres, y los estereotipos de masculinidad y feminidad. A este respecto, y atendiendo a la gravedad de estos datos, la UNESCO lamenta la escasez de datos sobre acoso y violencia escolar por orientación sexual e identidad o expresión de género.
Factores que influyen en la violencia escolar y el bullying
  • La apariencia física es la razón informada con más frecuencia por los estudiantes acosados. A nivel mundial, el 15,3% de los estudiantes que han sufrido acoso escolar han recibido burlas en torno a la apariencia de su rostro o cuerpo. Según los datos, la insatisfacción con el propio cuerpo y tener sobrepeso son factores que se asocian con ser una víctima de acoso escolar.
  • La raza y la nacionalidad son las segundas razones más frecuentemente manifestadas por los estudiantes que son acosados.
  • Estar en desventaja socioeconómica también aumenta el riesgo de acoso escolar. En Europa y América del Norte, los estudiantes cuya percepción de su estatus sociofamiliar es baja o muy baja informan con más frecuencia de acoso que aquellos que se perciben a sí mismos como de clases sociales medias o altas, aunque existen diferencias entre los países en relación con estos datos.
  • Las cifras de Europa y América del Norte muestran que, en general, los estudiantes inmigrantes son más propensos a ser acosados que el resto de sus compañeros y también tienen más probabilidades de experimentar ciberacoso, aunque, nuevamente, la UNESCO subraya la existencia de diferencias entre los países.
  • El ambiente escolar influye en la prevalencia del bullying. El acoso escolar ocurre con más frecuencia en centros educativos con poca disciplina y donde los docentes tratan a los estudiantes de forma injusta. La proporción de estudiantes que son víctimas de acoso frecuente es un 7% más alta en los centros escolares con un mal clima disciplinario en el aula, que en aquellas escuelas con un buen clima. Los datos de los países de la OCDE también muestran que el acoso escolar es un 12% mayor en los centros educativos donde los estudiantes manifiestan sufrir un trato injusto por parte de sus profesores.
Consecuencias de la violencia escolar y el bullying

La intimidación socava el sentido de pertenencia de los niños en la escuela y sus aspiraciones de futuro. Los niños que son acosados con frecuencia tienen, aproximadamente, el triple de probabilidades de informar que se sienten “extraños” en la escuela que aquellos que no son acosados, y se duplica la probabilidad de faltar a la escuela con frecuencia. También es común que deseen abandonar la escuela tras finalizar la educación secundaria, en comparación con aquellos estudiantes que no son acosados.

Los resultados académicos son más bajos para los niños que son acosados: obtienen puntuaciones más bajas en los exámenes que aquellos compañeros que no sufren acoso. De hecho, cuanto más frecuente es el acoso, peor es su puntuación. Asimismo, con la frecuencia se incrementa también la probabilidad de sentirse ansiosos antes de un examen, pese a estar bien preparados.

Tanto la salud mental y física como el bienestar de los niños se ven afectados negativamente por el acoso escolar. El acoso escolar tiene un impacto significativo en la salud mental y la calidad de vida de los niños: aquellos que lo sufren tienen el doble de probabilidades de sentirse solos, de reportar problemas para conciliar el sueño por la noche y revelan haber considerado el suicidio. La calidad de salud y satisfacción percibida es menor entre los niños que son víctimas de acoso y violencia escolar.

Se observa una asociación entre el acoso escolar y mayores tasas de consumo de tabaco, alcohol y cannabis. En Europa y América del Norte, las tasas actuales de consumo de alcohol, tabaco y cannabis son más elevadas entre los perpetradores y las víctimas de acoso escolar que entre las víctimas solamente o aquellos que no están involucrados en ningún tipo de acoso escolar. En otras regiones, los niños que son acosados tienen más probabilidades de fumar cigarrillos, haber consumido alcohol y haber consumido cannabis.

Se puede acceder directamente al informe a través del siguiente enlace:

School violence and bullying: Global status and trends, drivers and consequences

FUENTE: INFOCOP

martes, 18 de noviembre de 2014

¿Existe relación entre la atracción sexual y el género?


En este trabajo se pone de manifiesto que las personas –mujeres y varones- pueden ser clasificadas, en función de su atracción sexual, como atraídas por ambos sexos, por varones, por mujeres o, al menos aparentemente, por ninguno de los dos sexos. Para ello se ha utilizado un nuevo instrumento de valoración -el Cuestionario de Atracción Sexual, CAS- diseñado, y sometido al estudio de su validez y fiabilidad, por los autores (su dimensionalidad y propiedades formales aparecen recogidas en la revista Psicothema, 2006, 18 (3), 392-399).

El mundo al que se hace referencia es, como resulta obvio, el de la compleja realidad del sexo, sabiendo que, en modo alguno, esta realidad se puede circunscribir al terreno de lo puramente biológico. Dentro de esta realidad biopsicosocial, la atracción sexual, como tal concepto, ha sido introducido en el Thesaurus de psicología muy recientemente (2003), por lo que no es de extrañar que apenas existan instrumentos capaces de clasificar a los sujetos de forma válida y fiable. El contar con el CAS supone, pues, un paso adelante a la hora de investigar las características comunes y diferentes de estos cuatro grupos de sujetos en un cúmulo de variables, como pueden ser, entre otras, la personalidad, las relaciones sociales, la creatividad o la autoestima.

El CAS incluye ítems que hacen referencia a pensamientos/fantasías (me alegra pensar que los chicos se fijan en mí), sentimientos/emoción/afectos (me gustaría mantener relaciones sexuales con el chico que yo elija), acción/conductas (en las fiestas me gusta enrollarme con las chicas), e imagen social (mis amigos y amigas piensan que a mí me gustan los chicos). Además de obtener una puntuación total para cada una de las dos subescalas (atracción hacia los varones y atracción hacia las mujeres), que posibilita la apreciación global del tipo de atracción sexual que manifiesta cada persona, estos ítems de diverso contenido posibilitan elaborar perfiles diferenciales que rescatan todo un abanico de matizaciones que diferencian a los individuos de cada grupo: no todos los atraídos por ambos sexos, por ejemplo, muestran en igual grado, ni en los mismos aspectos, su atracción hacia los varones y las mujeres. Aquí, igualmente, se constata un avance con respecto a otros procedimientos, pues el aquí desarrollado nos introduce en el rico mundo de los matices de cada grupo de sujetos frente a una concepción estereotipada sobre cada uno de ellos.

A su vez, las mujeres y varones pueden ser considerados como instrumetal-expresivos, instrumentales, expresivos y ainstrumental-expresivos, en cuanto a roles de género se refiere. Para obtener esta clasificación se ha utilizado el instrumento más conocido internacionalmente: el Bem Sex Role Inventory (BSRI). Cuando se habla de sujetos instrumental-expresivos o, en otra terminología muy frecuentemente utilizada, andróginos, hacemos referencia a los individuos que toman decisiones fácilmente, son defensores de sus propias creencias y muestran una fuerte personalidad, a la par que se consideran sensibles a las necesidades de los otros, afectuosos y cálidos. Los individuos instrumentales, o también denominados masculinos, se perciben como muy dominantes, con madera de líderes y que, además, actúan como tales líderes. Los seres humanos que se consideran expresivos, también llamados femeninos, se perciben a sí mismos como gentiles, simpáticos y tiernos. Los aintrumental-expresivos, o indiferenciados, creen que son poco dominantes y no están capacitados para ser líderes y, además, no suelen considerarse demasiado tiernos o simpáticos.

¿Las mujeres son fundamentalmente expresivas y los varones instrumentales? Dicho de otro modo, ¿existe una estrecha relación entre ambos mundos: sentirse atraída sexualmente por los varones y adoptar un rol de género expresivo o, viceversa, sentirse atraído por las mujeres y adoptar un rol instrumental? Nuestra hipótesis es que no, desde el presupuesto de las múltiples posibilidades que ofrecen las 4 categorías de atracción sexual y las 4 de rol de género. Las tres hipótesis alternativas que hemos puesto a prueba son: a/ la relativa independencia entre las dos tipologías (así será posible encontrar personas atraídas por mujeres que a su vez se pueden percibir como expresivas, como instrumentales, instrumental-exspresivas o ainstrumental-expresivas); b/ la todavía estrecha relación entre el dimorfismo sexual –mujeres y varones- y la atracción sexual (esta estrecha relación seguirá dándose en la mayoría de las poblaciones estudiadas, aunque dados los cambios que están acaeciendo en nuestras sociedades el grado en la relación podrá ir variando en el futuro); c/ la independencia o cuasi-independencia entre el dimorfismo sexual y los dominios instrumental y expresivo.

En el estudio empírico realizado participaron 503 universitarios, de los cuales 284 eran mujeres y 219 varones.

Los resultados, sintetizados en las tres tablas adjuntas, ponen de manifiesto lo siguiente:

En primer lugar (véase Tabla 1), se constata la independencia de las dos tipologías [χ2 (9, N = 503) = 16.393, p = .059], lo que implica que, por ejemplo, si una persona se siente atraída por una mujer, puede pertenecer perfectamente a cualquiera de las cuatro categorías derivadas de los dominios instrumental y expresivo: andróginos, masculinos, femeninos o indiferenciados.


Tabla 1: Distribución de frecuencias de las tipologías de atracción sexual y dominios de género
Esta Tabla muestra muy concretamente que, dentro de las personas que se sienten atraídas por mujeres, predominan aquellas que se perciben con un rol de género expresivo o instrumental-expresivo y no sólo instrumentales (como cabría esperar en un modelo rígido de complementariedad instrumental-expresivo). Algo semejante puede decirse de las personas atraídas por varones.

En segundo lugar (véase Tabla 2), la estrecha relación entre dimorfismo sexual y atracción sexual [χ2 (3, N = 503) = 429.753.156, p < .0001]. Con alta probabilidad podemos predecir sin excesivos riesgos de equivocarnos que, todavía en la actualidad, en la mayoría de los casos, los varones van a estar atraídos por mujeres y que las mujeres lo estarán por varones.

Tabla 2: Distribución de frecuencias de las tipologías de atracción sexual y dimorfismo sexual
Es interesante observar también que existen tanto mujeres como varones (y en una proporción relativamente semejante) que, o bien no se sienten atraídos por ninguno de los dos sexos, o se sienten atraídos por ambos.

En tercer lugar (véase Tabla 3), se comprueba la independencia entre el dimorfismo sexual y los dominios de la realidad de género [χ2 (3, N = 503) = 4.90, p = .179], es decir, que el hecho de conocer que una persona es varón o mujer no supone contar con una información útil a la hora de predecir si será andrógina (instrumental-expresiva), masculina (instrumental), femenina (expresiva) o indiferenciada (ainstrumental-expresiva), porque encontramos todas las posibilidades, como cabía esperar que sucediese dentro de una sociedad que lleva tiempo propugnando la igualdad entre los sexos en los ámbitos laboral y familiar. Esto es verdad, al menos, en lo que atañe a la percepción que tienen los jóvenes universitarios de sus roles de género.

Tabla 3: Distribución de frecuencias de las tipologías de los dominios de género y el dimorfismo sexual

Sin duda, sería bueno poder comprobar si de verdad se da en la vida real una manifiesta relación entre la percepción aquí constatada (panorama esperanzador e ilusionante por lo que respecta a la igualdad de género) y la conducta correspondiente. En todo caso, con los resultados actuales, ya es posible considerar algunas implicaciones en tres campos bien diferentes: a) en el investigador, en donde se hace imprescindible distinguir claramente entre la compleja realidad del sexo y la del género; b) en el educativo, respetando y desarrollando la diversidad de opciones en el terreno del sexo y del género; c) en el clínico, distinguiendo, dentro de la psicopatología de la identidad, los trastornos relacionados con la identidad sexual de los relacionados con la identidad de género.

Este artículo es una versión divulgativa del que aparece, en inglés, en el último número de la revista The Spanish Journal of Psychology: Fernández, J., Quiroga, M.A. y del Olmo, I. (2006): Is there any relationship between sexual attraction and gender typology? The Spanish Journal of Psychology, 9, 3-9. También en versión electrónica en http://www.ucm.es/sjp . Aquí el lector podrá ver todas las referencias que justifican este trabajo.

Juan Fernández, es Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación. Coordinador de Nuevas perspectivas en el desarrollo del sexo y el género -1988-, Varones y mujeres -1996-, Género y sociedad -1998- , Intervención en los ámbitos de la sexología y la generología -2000- (Editorial Pirámide). Libros que sirven de marco de comprensión para este trabajo.

Mª Ángeles Quiroga, es Profesora Titular de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Especializada en los análisis de las diferencias intergrupales, interindividuales e intraindividuales. Su línea de investigación fundamental está centrada en las diferencias en la interrelación cognición-emoción (estilos cognitivos).

Isabel Del Olmo, es Profesora Asociada de Psicología Evolutiva y de la Educación, y Jefa de la Unidad Clínica de Aprendizaje y Logopedia del Hospital Niño Jesús de Madrid. Experta en diagnóstico diferencial de trastornos y dificultades del aprendizaje.