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jueves, 9 de noviembre de 2023

Manual de actuación frente al bullying LGTBI

 

En la mayoría de los casos de acoso escolar por orientación sexual, identidad o expresión de género, la víctima guardará silencio sobre lo que le ocurre, porque tiene miedo a sufrir una doble victimización si revela su orientación sexual a familiares y amistades”. Así lo recoge el Manual de actuación frente al bulllying LGTBIeditado por la Junta de Andalucía.

Se trata de un completo y detallado manual que ofrece toda clase de información y recursos prácticos para que los profesionales que trabajan en el ámbito educativo puedan detectar y mitigar el impacto del acoso escolar en los menores LGTBI.

Autor: cottonbro Fuente: 
pexels Fecha descarga: 13/04/2022

Una alta frecuencia de absentismo escolar, la falta de concentración del alumno o alumna en clase, un bajo rendimiento, apatía, pensamientos de suicidio, insomnio…, entre otros signos, pueden ser indicadores de que el menor está siendo víctima de bullying o acoso escolar. Este tipo de acoso, que puede dar lugar a graves problemas de salud mental, es muy frecuente en menores LGTBI, por lo que los centros educativos deben ser conscientes de su prevalencia e implementar medidas adecuadas para prevenir y actuar de manera temprana frente a este tipo de violencia.

El manual contiene una serie de capítulos que abordan los conceptos previos en el ámbito, los tipos de prejuicios hacia las personas LGTBI, la definición de homofobia y transfobia, las características generales del bullying, la detección del bullying por orientación sexual, identidad o expresión de género, el ciberbullying por orientación sexual, identidad o expresión de género, las medidas para prevenir el bullying LGTBI, la actuación ante un caso de bullying LGTBI, los recursos para trabajar la diversidad sexual, de género y familiar, una breve historia de la comunidad LGTBI, referentes, fechas señaladas, las terapias de conversión de la orientación sexual o identidad de género, las acciones legales frente al acoso escolar y las actuaciones de sensibilización, entre otras cuestiones.

Se puede descargar el manual en el siguiente enlace:

Manual de actuación frente al bulllying LGTBI

jueves, 5 de enero de 2023

Nueva campaña contra el acoso escolar homofóbico

 

El 43% del alumnado LGTBI ha sufrido acoso escolar, siendo el silencio el “gran aliado” de este acoso escolar.

Así lo advierte la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA), en una campaña iniciada en colaboración con el Ministerio de Sanidad, orientada a fomentar el respeto a la diversidad sexual, formando para ello contra el grave problema del acoso homofóbico.

Tal y como indica la CEAPA, este tipo de acoso se manifiesta en forma de agresiones verbales y/o físicas, vejaciones y humillaciones, intimidación, amenazas, coacción y chantaje, acoso y/o abuso sexual, exclusión y marginación social, daños en las propiedades de la víctima, etc., y suele perpetrarse en el patio escolar (43%), fuera de las instalaciones del centro (28%), mediante insultos por chat (23%), en las aulas (11,7%), por teléfono o a través de notas escritas (2,5%) y en los baños (2,4%).

Fuente: CEAPA Fecha descarga: 04/05/2021

Bajo la premisa de que “la información también es prevención” y con el fin de impulsar una educación inclusiva y basada en valores, la campaña recoge una serie de recomendaciones dirigidas tanto al profesorado y el centro educativo, como a las familias y el alumnado, para actuar ante el acoso escolar homofóbico.

Se puede acceder a la información de la campaña a través del siguiente enlace:

El respeto por la diversidad sexual siempre está de moda

FUENTE: INFOCOP

miércoles, 8 de octubre de 2014

Análisis de la salud mental y psicosocial en Lesbianas, Gais y Bisexuales, que fueron objeto de bullying homofóbico en la escuela


 Aitor Mrtxueta Pérez
 Juan Etxeberria Murgiondo










Las personas con orientaciones afectivo-sexuales no normativas son personas estigmatizadas con un alto riesgo de exclusión social. La heterosexualidad normativa y la homofobia, generan un estrés particular, único, producido por pertenecer a una categoría social estigmatizada relacionada con la afectividad-sexualidad que contradice los valores sociales establecidos y que tiene consecuencias negativas en el bienestar psicológico de estas personas. Desde el marco conceptual denominado modelo de estrés de minorías (e.g. Meyer, 2003), se trata de relacionar los procesos de estrés vinculados a las personas no heterosexuales, como las experiencias de discriminación y violencia, las expectativas de rechazo, esconder y ocultar sus orientaciones afectivo-sexuales y la homofobia internalizada con el afrontamiento y salud mental de estos sujetos.

A este respecto, uno de los mayores ámbitos donde las personas lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB), sufren mayor discriminación, violencia y rechazo es el ámbito educativo, siendo uno de los contextos más vulnerables y con mayor riesgo de victimización y exclusión. El acoso por motivo de orientación afectivo-sexual en el contexto escolar, denominado bullying homofóbico, tiene consecuencias negativas en la salud mental de los jóvenes LGTB y, se verifica que este acoso sufrido en el pasado deja una importante huella en el bienestar psicológico de la persona.


Este hecho, unido a la necesidad de crear redes sociales proveedoras de apoyo, las dificultades a la hora de aceptar la propia orientación afectivo-sexual y la aceptación por parte de los otros significativos de la homosexualidad constituyen factores susceptibles de influir en el bienestar psicológico de las personas. Junto a todo esto, las dimensiones de instrumentalidad y expresividad de la identidad de género son también factores que pueden influir en el bienestar psicológico.

Los resultados del estudio actual, realizado con 119 sujetos LGB, indican que el estrés que sufre un sujeto LGB, por ser miembro de una minoría sexual influye de forma negativa en su salud mental. Asimismo, el apoyo social es una fuente de fortaleza para estas personas y disminuye el estrés que sufren por motivo de su orientación afectivo-sexual.

Se confirma la prevalencia del acoso entre los sujetos LGB, fundamentalmente con relación al acoso por motivo de orientación afectivo-sexual. A este respecto, los sujetos que sufrieron experiencias de victimización en el contexto escolar/educativo por motivo de su orientación afectivo-sexual, son los que mayores niveles de depresión y ansiedad, menores niveles de autoestima y peor balanza de afectos, presentan. Es preciso indicar, en base al limitado número de participantes del estudio, que, aunque las diferencias no son significativas, el tamaño de las mismas indican que las tendencias son evidentes y que necesitan ser objeto de estudio con muestras más importantes.

Estos resultados apoyan evidencias empíricas que apuntan que el estatus de víctima parece ser relativamente estable durante el tiempo y que como consecuencia de recordar las experiencias de acoso sufridas en la escuela se mantienen los trastornos psicológicos (e.g. Rivers, & Cowie, 2006). A su vez, los resultados confirman resultados similares donde se encontraron síntomas de estrés postraumático en aquellos sujetos que sufrieron bullying debido a su actual o percibida orientación afectivo-sexual (Rivers, 2004). Además, estos sujetos tuvieron más probabilidades de sufrir depresión que el resto de los participantes.

Asimismo, aquellos sujetos que fueron acosados indican mayor percepción de apoyo por parte de la familia y una mejor autoaceptación de la orientación afectivo-sexual. Una explicación para ello puede ser la temprana aceptación de su orientación sexual debido a las constantes experiencias de acoso sufridas.

El apoyo social proporcionado tanto por la familia como por los amigos, constituye un importante factor de bienestar, y se observa que a mayor percepción de apoyo por parte de la familia y los amigos, menores niveles de depresión y ansiedad, mayores niveles de auto-estima, y mejor equilibrio de afectos. Además, se confirma que la falta de apoyo social afecta al sentido positivo del self, a los niveles de depresión y auto aceptación, y al ajuste psicológico.

Asimismo, se confirma la importancia de la aceptación social de la orientación afectivo-sexual como un componente del apoyo social que se relaciona con la salud mental.

Por su parte, la identidad de género ha resultado relevante como factor explicativo del bienestar psicológico. No sólo la alta instrumentalidad, sino que ésta, combinada con la baja expresividad, se asocia al bienestar psicológico. Concretamente, los resultados muestran que la baja masculinidad-instrumentalidad está relacionada con una baja autoestima, ansiedad, depresión y una pobre adaptación. Asimismo, la alta masculinidad-instrumentalidad se asocia positivamente de forma más fuerte con la autoestima, así como con niveles más bajos de depresión. De este modo, los resultados obtenidos en este estudio indican que el bienestar psicológico se explicaría más adecuadamente a partir del modelo de masculinidad-instrumentalidad que a partir del modelo de la androginia.

El artículo completo puede encontrarse en la Revista Psicopatología y Psicología Clínica:

Martxueta, A. y Etxeberria, J. (2014). Análisis diferencial retrospectivo de las variables de salud mental en lesbianas, gais y bisexuales (LGB) víctimas de bullying homofóbico en la escuela. Psicopatología y Psicología Clínica, 19 (1), 23-35.

FUENTE: INFOCOP