martes, 19 de marzo de 2024

Afrontar el final del tratamiento de cáncer

 ¿Qué implica afrontar el final del tratamiento de cáncer? ¿Qué debemos tener en cuenta como familiares y cuidadores para adaptarnos a esta nueva etapa? Una vez finalizado el tratamiento, los supervivientes de cáncer todavía deben hacer frente a los efectos secundarios y a los cambios que supone para su vida, lo que afecta también al entorno cercano. Así lo explica el National Cancer Institute (NIC), en una guía dirigida a cuidadores y familiares, que lleva por título When someone you love has completed cancer treatment.

El final del tratamiento contra el cáncer es siempre motivo de alegría. No obstante, la vuelta a la vida “normal” puede llevar un tiempo. Algunas personas se recuperan rápidamente. Otras personas requieren un periodo más prolongado. Se debe evitar la presión por estar bien de nuevo, insiste la guía NIC, y reconocer que se trata de una etapa donde pueden aflorar aún muchas emociones.

Así, la publicación señala que el familiar superviviente de cáncer necesita un periodo de tiempo para asimilar lo ocurrido, adaptarse a los cambios y encontrar una «nueva normalidad». Y este desafío también se aplica a los familiares cercanos y cuidadores principales.

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Fuente: Pexels. Autor: Anna Tarazevich. Fecha: 22/09/2023

Durante el tratamiento, los cuidadores asumieron diversas responsabilidades y se vieron en la necesidad de tomar decisiones importantes. Por este motivo, es normal experimentar un periodo de confusión sobre qué rol adoptar. Asimismo, advierte la guía, es probable y normal que el cuidador experimente una amplia gama de emociones (incluso contradictorias).

También es común que las emociones sean más intensas en esta etapa. Por ejemplo, la sensación de alivio y alegría por haber superado esta etapa puede estar mezclada con la ansiedad de abandonar el rol de cuidador y dejar de hacer cosas para ayudar al familiar.

Otras conductas comunes de los cuidadores en esta etapa son:

  • Sentirse sobrepasados al observar la pérdida de vitalidad y energía del familiar tras el tratamiento.
  • Aumentar el sentimiento de soledad al no contar con el apoyo del equipo de atención médica del paciente.
  • Evitar salir con otras personas o evitar dedicarse tiempo para ellos ante el temor de que pueda suceder algo malo mientras no están presentes.
  • Mostrarse vigilantes ante cualquier síntoma físico del familiar y la sospecha de que sea un signo de reaparición del cáncer.
  • Tener dificultad para relacionarse con otras personas que no han vivido una experiencia similar.
  • Sentirse abrumados ante los cambios del estado de ánimo o disminución de autoestima del familiar.
  • Impaciencia por recuperar el nivel de actividad social previo al cáncer.

El documento proporciona algunas claves y recomendaciones para adaptarse a esta etapa. Asimismo, indica la necesidad de prestar atención a las señales de advertencia del inicio de una posible depresión, para solicitar la ayuda adecuada.

Se puede descargar en la Web del NCI y aquí.

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