lunes, 11 de marzo de 2024

Problemas de sueño en adultos mayores

 ¿Cómo afectan los problemas de sueño a los adultos mayores? Con el objetivo de prevenir las dificultades de sueño que pueden desarrollarse con la edad y el envejecimiento, el National Institute on Aging ha elaborado una breve guía.

Según la publicación, la falta de calidad de sueño puede empeorar la capacidad de memoria, aumentar los sentimientos negativos, dificultar las relaciones sociales e incrementar el riesgo de caída o accidentes. Asimismo, la falta de sueño también afecta a una mala salud física, aumentando el riesgo de:

  • Tensión alta.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Diabetes.
  • Obesidad.
  • Depresión.
  • Enfermedad de Alzheimer.

A medida que pasa el tiempo, los patrones de sueño suelen sufrir variaciones. Tal y como explica la guía, los adultos mayores tienden a acostarse antes y a despertarse antes que los jóvenes. Asimismo, la duración de las fases de sueño disminuye conforme avanza la edad.  De esta manera, el sueño tiende a ser más corto y ligero, y que aumenten los despertares nocturnos.

Fuente: Pexels. Autor: Ron Lach. Fecha: 27/07/2023

Existen otros factores que pueden afectar a la calidad del sueño como los medicamentos, ciertas enfermedades o el dolor físico.

Según la publicación, los trastornos del sueño son más frecuentes con la edad. Entre estos problemas se encuentra el insomnio (dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido), la apnea del sueño (pausas en la respiración durante el sueño) y los trastornos del movimiento como el síndrome de las piernas inquietas.

Por todos estos motivos, resulta esencial tener una buena higiene del sueño y adoptar hábitos saludables para mejorar la calidad del sueño a medida que avanza la edad.

Entre estos buenos hábitos la guía señala los siguientes:

  • Seguir un horario regular acostándose y levantándose a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana o cuando se esté de viaje.
  • Tener una rutina para acostarse que implique la disminución paulatina de la actividad.
  • Procurar un ambiente en la habitación cómodo, con una temperatura no sea demasiado fría ni demasiado caliente.
  • Hacer ejercicio con regularidad, pero no antes de tres horas de acostarse.

Por el contrario, no se recomienda dormir siestas durante el día, tomar cafeína a partir de la tarde, beber alcohol, ver la televisión o consultar el móvil en la cama, cenar comidas pesadas dos o tres horas antes de acostarse.

La guía también explica los diferentes problemas del sueño que se pueden dar en adultos mayores, como el insomnio, la apnea del sueño, los trastornos del movimiento y las demencias, así como su impacto en la calidad del sueño.

Puedes acceder a la guía en la Web de NIA y aquí.

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