martes, 5 de marzo de 2024

Tricotilomanía: síntomas y abordaje psicológico

 La tricotilomanía es un trastorno de salud mental que afecta hasta el 4% de la población. Se caracteriza por la eliminación repetitiva y no cosmética del cabello que está acompañada de angustia y/o deterioro funcional. No obstante, existen determinadas terapias psicológicas que pueden ayudar a los pacientes a controlar los síntomas. Así lo establece la Association for Behavioral and Cognitive Therapies (ABCT).

La tricotilomanía es un trastorno del comportamiento repetitivo centrado en el cuerpo que consiste en la eliminación repetitiva del vello corporal con más o menos consciencia y sin fines estéticos. Suele iniciarse en la adolescencia temprana y, si no se trata a tiempo, suele cronificarse. Este trastorno suele coexistir, además, con otros problemas de salud mental como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la depresión, el consumo de sustancias y la ansiedad.

Estas personas a menudo han intentado sin éxito disminuir o eliminar esta conducta debido a la angustia y/o deterioro funcional que les genera. Así, este comportamiento suele generar en la persona vergüenza, culpa o timidez. En otros casos, la conducta da lugar a un deterioro en una o más áreas de funcionamiento vital (p. ej., trabajo, escuela y/o funcionamiento social). Es decir, la persona deja de salir con los amigos o no acude al trabajo o a clase debido a este problema.

tricotilomanía
Fuente: Pexels. Autor: MART PRODUCTION. Fecha: 11/06/2023

Según la publicación, los enfoques cognitivo-conductuales son el tratamiento de primera línea para la tricotilomanía y han demostrado sistemáticamente su eficacia en estudios de investigación. En concreto, se utiliza la terapia de reversión de hábitos junto con el control de estímulos para el manejo de la tricotilomanía.

Este paquete de tratamiento tiene como objetivo que el paciente comprenda los desencadenantes que le llevan a tirarse del pelo y desarrolle una respuesta competitiva y alternativa a esta conducta. Suele involucrar a una persona de su entorno cercano para que ayude al paciente a manejar las situaciones en las que aparece el impulso a tirarse del pelo. Asimismo, se enseña al paciente a utilizar estrategias de control de estímulos. Estas estrategias incluyen:

  • La reducción de los desencadenantes ambientales o conductuales que llevan a tirarse del pelo, Por ejemplo, deshacerse de las pinzas, no ver la televisión, cubrir las zonas del cuerpo en las que se es propenso a tirarse del pelo, etc.
  • Medidas para dificultar el tirón del pelo. Por ejemplo, utilizando tiritas, pañuelos o gorros para cubrir la cabeza.
  • Proporcionar un refuerzo sensorial alternativo. Por ejemplo, distraer la atención con una pelota.

Según el texto, además de estas estrategias conductuales, otras terapias psicológicas como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la Terapia Dialéctica Conductual (DBT) pueden resultar beneficiosas. Este tipo de terapias mejoran los resultados del tratamiento al facilitar la aceptación de los sentimientos negativos y aversivos que dan lugar a los tirones y al entrenar las habilidades de regulación emocional. Se trata de intervenciones que son especialmente útiles cuando la conducta de tirarse del pelo es secundaria a emociones o pensamientos negativos.

Se puede consultar la publicación en la Web de ABCT y aquí.

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